Septiembre 30, 2023
**Cineasta Edgar Narváez
Presidente
Y demás miembros de la Junta Directiva
Asociación Nacional de Autores Cinematográficos – ANAC
Caracas.-*
Estimados colegas,
Hemos querido escribirles en nuestra condición de miembros de la ANAC, trabajadores gremiales de larga data y expresidentes de la Asociación, con motivo de la situación generada por la reciente designación de la película que será candidata de Venezuela para la nominación del Premio a Mejor Película en Lengua Extranjera de la Academia de Cine de los Estados Unidos.
Desde que la ANAC asumió, en 2006, la coordinación del jurado que designa la candidata de Venezuela al Oscar, el proceso se caracterizó por la transparencia de sus procedimientos y por el idóneo nivel profesional e intelectual de quienes integraron los comités convocados cada año, lo que dio lugar a debates de razonable envergadura artística y conceptual. No pocas veces sus decisiones fueron polémicas y suscitaron debates posteriores, pero la comunidad cinematográfica las respetó en cada oportunidad al entender que fueron el fruto de la natural diferencia de criterios.
Desde hace un buen tiempo Venezuela registra una crisis socio-política y económica de la que no hemos estado ajenos los autores, productores y demás profesionales del cine nacional. Dicha crisis se ha manifestado en la escasez de recursos para producir nuestras obras y al mismo tiempo en el interés de los autores por encararla como tema de nuestras películas, tanto documentales como argumentales. Y no es un secreto para nadie que estas obras han encontrado obstáculos cada vez mayores para su producción y difusión en el país.
En los últimos años nuestro medio ha tenido conocimiento de crecientes presiones de parte de las autoridades sobre festivales y otros eventos de cine, tanto para orientar su gestión y organización como para conformar los jurados, de tal modo que ciertas películas incómodas por sus temas e historias puedan resultar bloqueadas de la obtención de premios. Miembros de jurados en diversos eventos recientes dan cuenta de esta situación, de la cual no han escapado los comités que cada año conforma la ANAC para escoger la candidata de Venezuela al Oscar a Mejor Película en Lengua Extranjera.
Esta situación tenía que explotar en algún momento y la ocasión se acaba de producir en la decisión del jurado de 2023, fruto de una realidad particular caracterizada por la participación de la película “Simón”, cuya elevada calidad artística y profesional presagiaba un entorno de escasa competencia de parte de las demás participantes, no porque dichas obras carezcan de méritos sino porque pocas veces nos encontramos con una película con tantas posibilidades de optar exitosamente a una nominación que nunca ha sido alcanzada por el cine venezolano. Lo dicho carecería de total relevancia, de no ser porque algunas condiciones específicas de la deliberación de este año invitan a formularse algunas preguntas, las que nosotros respetuosamente hemos querido dirigir a ustedes, en cuanto responsables institucionales del proceso:
– Una conocida regla del jurado venezolano del Oscar es que los directores de las películas ganadoras de la candidatura cada año se convierten en miembros natos o permanentes de los siguientes jurados. El ejercicio de ese privilegio lo debe administrar la ANAC mediante la convocatoria de estas personas cada año, o al menos avisarles de cada período de deliberaciones del Comité, de modo que cada uno decida si desea o puede participar en cada ocasión. Esta norma fue cumplida durante varios años pero tenemos información de que no ha continuado. Especialmente este año, ya que muy pocos jurados natos se enteraron de las reuniones del Comité, al parecer fueron convocados algunos y la mayoría no, pero se desconoce el criterio utilizado para decidirlo.
– Luego de participar en la instalación del comité, un miembro del Jurado fue informado, de que una norma nueva del Oscar impide que repitan los miembros del jurado que tuvieron varias participaciones seguidas en años anteriores. Esa persona se retiró del jurado y no participó en la votación. Deseamos preguntarles cuál esa “nueva norma del Oscar” y añadir si algunos miembros no permanentes del jurado pudieran encontrase en similar situación y participaron este año.
– Varios miembros del jurado se han quejado del escaso y bajo nivel del debate alrededor de las películas en competencia, lo cual atribuyen a la presencia en el grupo de varias personas con muy poco o ningún conocimiento como profesionales del cine, algo que resulta indispensable para una decisión como la que toma ese comité.
– Existe la muy grave denuncia de que uno de los miembros del jurado que votó es el Primer Asistente de Dirección de la película que resultó ganadora en la votación. Este hecho, que no admite discusión pues ha sido demostrado con la tira de créditos de la película, es suficiente para descalificar la selección efectuada por ese jurado y repetir el proceso en condiciones de mayor transparencia. Otra persona miembro del jurado, que también votó, es la cónyuge de uno de los productores de otra película que competía. Ambas son violaciones expresas del reglamento que obligan a anular este proceso y repetirlo con mayor transparencia y jurados en su totalidad calificados. Sobre todo por el hecho de que la decisión se tomó con una diferencia de un voto entre las dos películas finalistas.
– Otro hecho que llama la atención es la supuesta existencia en el Acta publicada de dos votos salvados, algo inusitado y sorprendente por tratarse de un jurado de integrantes voluntarios, que aceptaron la invitación de la ANAC para estar ahí y sabían desde el principio lo que se iba a decidir. ¿Cómo salvan el voto sobre una materia que ellos mismos aceptaron apreciar y decidir? ¿Acaso se iba a votar un tema inesperado, cuya naturaleza los sorprendió y no pudieron decidir una posición? En todo caso, debieron renunciar, pero no invalidar dos votos que precisamente resultaron decisivos en la apretada decisión.
– Hemos averiguado que no existe un Acta definitiva firmada por todos los miembros del comité, lo cual se suma a la lista de irregularidades anteriormente descrita. Mientras tanto, la información del veredicto fue difundida ampliamente por el agente de Relaciones Públicas de la película favorecida, con sorprendente rapidez en el caso de la revista Variety , la más importante de la industria en Hollywood, donde la noticia fue publicada antes de cumplirse 48 horas del veredicto.
Dado el estado de las cosas en Venezuela y en nuestro cine, no sabemos la respuesta que darán ustedes a este formal reclamo. Pero creemos que este episodio demuestra claramente que la ANAC que ustedes actualmente dirigen carece de la capacidad para continuar organizando un evento de esta importancia para nuestro cine. La negativa que recibió la brillante opción de que nuestro cine alcance por fin una nominación al Oscar, quizá sirva para reencauzar un procedimiento que se ha descarrilado gravemente.
Atentamente,
Antonio Llerandi (Carnet ANAC # 3)
Thaelman Urgelles
(Carnet ANAC # 105)