El Momento Gore! – Juan Carlos Pérez-Segnini Rodríguez

Por: Juan Carlos Pere-Segnini Rodríguez

El Debate entre el Presidente Biden y el Ex Presidente Trump mostró la vitalidad, moralidad y propuestas de los candidatos. Hay diferencias en su carácter y en sus propuestas. Trump culpó a Biden por la inflación, la inmigración; y las agresiones contra Israel y Ucrania. Biden culpó a los Republicanos por no querer legislar sobre inmigración, para tenerlo como bandera electoral; reiteró su respaldo a Israel y Ucrania; y criticó la cualidad moral de Trump; quién se burló discretamente de la fragilidad cognitiva de Biden. En resúmen:

  • Trump tiene mejor condición física; Biden mejor condición moral.
  • Biden propone impuestos a la Clase Alta para salvar el Seguro Social (a los que ganan más de US$400 mil al año y a los billonarios). Trump propone recortar impuestos a la Clase Alta, para fomentar la inversión, empleo y el crecimiento.
  • Biden enfatiza la importancia del cambio climático. Trump propone gastar dinero en eso, cuando lo haga Rusia, China e India.
  • Biden dijo que la defensa de Europa e Israel es existencial. Trump dijo que es conyuntural al gasto público. Biden dijo que el gasto se hace en la industria nacional.
  • Trump se opone al aborto, pero apoya excepciones y la droga para el aborto. Biden propone restituir Roe v Wade; y nombrar nuevos jueces a la Corte Suprema.
  • Biden dice que Ene06 fue un Golpe Frustrado. Trump insiste que no hizo nada malo.
  • Trump le habla a los votantes blancos sin educación universitaria, afectados por la inmigración, temas raciales y la economía en general. En los años 60s, la sociedad americana era predominantemente blanca. Hoy no es así. La Ley de Acción Afirmativa y la inmigración cambiaron la composición socioeconómica. Las leyes son generosas, luego de cruzar la frontera. Los inmigrantes son o se hacen legales, obtienen trabajos, ciudadanía, pagan impuestos y votan. Algunos Republicanos sostienen, que aquella mayoría blanca esta siendo sistemáticamente reemplazada, por inmigrantes que se hacen ciudadanos y luego votan demócrata. Hay esa tendencia, pero también hay inmigrantes que votan Republicano, particularmente en Florida. No hay conspiración.

El debate expuso la vitalidad de Biden, la franqueza de Trump y las plataformas de ambos partidos. La dinámica social ha cambiado y el tema racial se ha extendido a los inmigrantes. Trump entiende este resentimiento y se ha puesto al frente, para liderarlo. Proyectó vigor y vitalidad a sus 75 años. Biden proyectó todo lo contrario. Se observó muy disminuido.

Biden sacó a la economía del Covid y apoyó al sector industrial, infraestructura, tecnología, seguro médico, costo de medicamentos y cambio climático. Atenuó la inflación, inducida por inyecciones monetarias en Covid, fallas logísticas, guerras y altos aranceles. Defiende a Asia, Europa y Medio Oriente. Termina su período, en deuda con Las Américas. El debate, le es difícil de reversar; pero no se debe descartar. Más sabe el diablo por viejo, que por diablo.

Es lógico pensar en la Vice Presidenta, Kamala Harris, para sustituir a Biden. Hay quienes piensan, que Harris refleja la cara contemporánea del país. En su condición de Vice Presidenta, ha estado discretamente al tanto de la ejecución de todos los planes, programas y acciones gubernamentales durante los últimos cuatro años; incluidos los militares. Esa es precisamente la función del Vice Presidente: estar discretamente listo para el relevo, cuando se haga necesario. Hoy parece ser necesario relevar al candidato. Sería una contienda interesante, entre Trump, a quién ya conocemos; y una mujer de color, descendiente de inmigrantes y ex procuradora general de justicia del Estado de California. Incitaría a una concurrida e imprevista medición, de lado y lado.

Pero hay otro candidato alterno, capaz, dinámico y muy preparado. Comparte la plataforma demócrata -en especial la visión sobre el cambio climático- y aunque alejado del clan demócrata, reaparece a último momento cada cuatro años para apoyar al candidato en sus Convenciones. Al Gore tiene presencia y las cualidades para ejercer el mando. Tiene prelación sobre Kamala Harris, sin generar conflicto. Sería un dúo dinámico en las elecciones.

Al Gore estuvo 8 años como Vice Presidente, en un buen periodo económico de la historia. Fue Candidato Presidencial y ganó el Voto Popular, con más de 2 millones de votos. Cuestionó la elección en Florida en el año 2000 -no por fraude- por irregularidades técnicas (en la operatividad de las máquinas) en la perforación de las boletas de votación: boletas parcialmente perforadas. La Corte Suprema del Estado ordenó un recuento de votos, contando como votos positivos -en lugar de votos nulos- todas las boletas preñadas (semi[1]perforadas por la máquina) donde la intención del voto fuese evidente. El resultado electoral -muy cerrado- comenzó a variar en favor de Al Gore. Los Republicanos apelaron ante la Corte Suprema de la Nación. Esta Corte -que es la última instancia- en una decisión fugaz, dividida 5/4, ordenó suspender el recuento de votos acordado por la Corte Suprema de Florida, dándole así a George W Bush los 25 Electores del Estado de Florida; y la victoria electoral del País. Bush tenía 246 y Gore 255 Electores. Ambos candidatos dependían de los 25 Electores de Florida, para cruzar la raya de los 270 Electores que exige una victoria nacional. La Corte Suprema decidió esa elección. Al Gore reconoció a George Bush Jr como Presidente, por el bien de la democracia. Es un ejemplo, que se contrapone con la actitud de Trump luego de perder las elecciones 2020. La contienda Gore-Trump también sería muy interesante.

El Momento Gore -veinticuatro años después de aquel histórico impase- puede presentarse.

 

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