Entrevista a Elizabeth Burgos

El día de hoy, les comparto la entrevista que le realicé a la destacada historiadora y antropóloga venezolana, Elizabeth Burgos, en mi programa En Conexión.

 

CMR: Recién en un trabajo en L’Express te citan, a propósito de esa fascinación que ocurre en algunos sectores de Europa por la izquierda latinoamericana. Fascinación que incluso se extiende hasta el señor Maduro, que es muy querido por Mélenchon allá en Francia.

¿Qué ocurre? ¿Es que acaso este individuo, Maduro, que ya ha abierto la represión sin límites, es un personaje de izquierda digno de admirar?

 

EB: Existe una especie de ceguera en la gente que tiene una creencia. Y esta creencia de la izquierda, del comunismo, comenzó en 1917 con la Revolución Soviética. Y eso ha continuado. Mélenchon, además, proviene del sector trotskista, que fue esa división dentro del comunismo soviético entre Stalin yTrotski. Y cuando se tiene el sello de la Revolución, sobre todo cuando viene a América Latina, todo es aceptado. Es decir, si hay represión en Venezuela actualmente, es porque la oposición es fascista.

Una entrevista de hace poco, una periodista que creo que es venezolana, le hizo la pregunta Mélenchon con respecto a Venezuela porque actualmente, debo decir, que el caso de Venezuela se ha convertido en un caso de política doméstica francesa. Es decir, entre quienes dicen que hay una dictadura en Venezuela y quienes lo niegan. Lo niega Mélenchon, por supuesto, y entonces como la oposición es fascista, que es el mismo argumento de Putin para invadir a Ucrania – Ucrania son nazis fascistas -, entonces esa etiqueta también la tiene la posición venezolana.

Aquí se ha llegado a decir que María Corina Machado es igual que Bolsonaro. Especialistas de Venezuela – porque ahora hay muchos especialistas de Venezuela – que son jóvenes politólogos que desconocen totalmente la historia de Venezuela. Eso por un lado, y por el otro lado, hay una tendencia en Francia que es la cuna de la Revolución. El país que ha inspirado las revoluciones del mundo. Entonces cuando se habla de revoluciones, esa especie de célula genética de los franceses se pone a funcionar.

Ahora, con respecto al chavismo, hay algo que es muy significativo y por eso yo de un de una especie de modelo de mercenarios. Es decir, los petrodólares que tuvo Chávez en su poder durante un tiempo con los que irrigó tendencias políticas del mundo entero – incluso de Europa -. Es decir, nadie de los que fueron a visitar a Chávez al principio salieron con los bolsillos vacíos. Si hubiera algún periodista o un politólogo que hiciera una investigación sobre cuántos partidos políticos de izquierda surgieron después del chavismo en el mundo, sería muy interesante históricamente.

En todo caso, por lo menos en Francia, ya se ha llegado a esa esa especie de enfrentamiento. Y creo que los únicos que todavía quedan, pero desgraciadamente tienen mucho vocerío entre la juventud – sobre todo juventud universitaria – sobre lo que está sucediendo en Venezuela.

 

 

CMR: A tu entender, ¿cómo definirías a Nicolás Maduro a la fecha de hoy?

EB: Yo siempre definí el chavismo como un fascismo: con técnicas del comunismo. Con una cosa muy singular en Venezuela que, como no se puede justificar, por ejemplo, a la Revolución Cubana la han justificado porque venció a una dictadura -. Pero en Venezuela, ¿qué pasó? Y eso no lo dicen los politólogos ni todos los grandes especialistas que hay de política. Es que se hizo la guerra a la democracia, se venció una democracia. Con el concurso además de los venezolanos que, ingenuamente, no se dieron cuenta de lo que venía por desconocimiento de la Revolución Cubana y de lo que significó la misma en Venezuela desde el principio porque, Fidel Castro llega a Venezuela el 23 de enero del 59 y pronuncia tres discursos donde manifiesta la línea política que iba a seguir para Venezuela y para América Latina. Y el único que se dio cuenta de eso fue Rómulo Betancourt.

Entonces históricamente, a lo que hemos llegado a Venezuela, es que María Corina aparece como la continuidad de Rómulo Betancourt. Y eso tampoco se ha visto. Claro, el problema es tan urgente y tan dramático, que la gente no tiene tiempo de reflexionar. Pero ella ha llegado a esa especie de hilo que se ha dado desde que llega la democracia de Venezuela con Betancourt, hasta que la destruye Chávez. Y ahora ha retomado ese hilo democrático, y la gente lo ha comprendido. La gente que votaba por Chávez, ahora vota por ella. Es decir, ella logró algo de un impacto histórico enorme, que ha sido quitarle el sector popular al chavismo. Ella acabó con el populismo en Venezuela. Es decir, en Venezuela estamos, como yo lo he dicho la otra vez, con 25 años de avance en relación a la tendencia neofascista disfrazada de izquierda que se está dando en el mundo actualmente.

 

 

CMR: Quizá el elogio más importante, la ponderación más importante, al accionar político de María Corina Machado, ese que acabas de dar Elizabeth: decir que María Corina representa la continuidad del hilo que dejó Rómulo Betancourt, quien sembró fundamentalmente la democracia con ojo avisor en medio de múltiples dificultades de derecha y de izquierda.

Ahora, ¿ese hilo que trae María Corina Machado, en medio de las severas dificultades de hoy, podrá coronar? ¿Cómo lo ves? Porque estamos hablando de un momento que parece de una noche muy larga, muy oscura, ¿no?

 

EB: Lo que le habían criticado a la oposición de Venezuela la famosa comunidad internacional, era que no había unión, que hablaba uno por un lado y cada uno por su lado. Es decir, que en realidad no había liderazgo. Había gente que venía de los partidos políticos y los que aparecían como responsables era gente que venía de aparatos políticos. Ella surge sola, con los equipos que ha ido formando, y ha dejado atrás toda esa política vieja. Porque sí ha habido una revolución en Venezuela, en el sentido de que se ha destruido el país, han destruido las instituciones, y que hay que comenzar de cero.

Pero volviendo ese hilo de Betancourt, él fue el único latinoamericano que no embaucó Fidel Castro y que lo enfrentó hasta que lo hizo expulsar incluso de la OEA. En una entrevista que le hicieron Sofía Ímber y Carlos Rangel, ya cuando había salido de la presidencia, él dijo que el gran problema que va a tener Venezuela va a ser el terrorismo del castrismo. Nadie lo oyó. Mara Corina Machado es la única latinoamericana que le ha escrito una carta pública a Fidel Castro poniéndolo en su sitio y diciéndole que no siga metiéndose en Venezuela, en los asuntos internos de Venezuela que él desconoce y que lo que está haciendo es una distorsión de la democracia. Esa carta es del 2012. Tampoco se hace alusión a ella, pero esa es una carta histórica. Es decir, por eso yo me sumo a esa idea del hilo histórico.

Venezuela está jugando un papel hoy en día para toda América Latina, que es la defensa de la democracia. Porque, hasta ahora, después que se terminaron las famosas “dictaduras militares” – que no se han estudiado tampoco, porque esas dictaduras militares tuvieron mucho que ver con las guerrillas castristas en América Latina -. No es que yo estoy defendiendo el terrorismo de Estado de esas dictaduras, pero los golpes de Estado que se han dado en América Latina a partir del 59, están relacionados con la guerrilla en todos los países de América Latina. Incluso en Uruguay – que decían que era la Suiza de América Latina – hubo un golpe de Estado, porque los militares vieron que los civiles no podían enfrentar a la guerrilla. Entonces, toda esa historia hay que ponerla sobre el tapete y estudiarla desde otros parámetros y no solamente desde el parámetro de los pobres, víctimas del imperialismo americano y de la CIA, porque es una falsedad. Es un punto de partida que no es racional.

 

 

CMR: Elizabeth, ¿por qué dices que en Venezuela, de alguna forma, se está jugando el destino de la democracia en América Latina?

La pregunta la quiero poner en el contexto, por ejemplo, del accionar de presidentes de izquierda. La postura que ha mantenido Gabriel Boric, la postura un tanto ambigua de Lula y Gustavo Petro, la postura de Daniel Ortega – que ahora hasta han terminado insultándose feamente Petro y Ortega -. Me gustaría oír tu opinión.

 

EB: ¿Por qué Boric toma la posición que ha tomado? No es casual. Boric tiene 33 años, no es un rehén mental del castrismo. Lula aparece ante ese movimiento, porque él fue quien fundó el Foro de São Paulo junto con Fidel Castro, es decir, él forma parte de esa historia. ¿Qué es lo que dice Ortega en el regaño que le da a Lula? Lo amenaza con sacarle más informaciones sobre su corrupción, es decir, para mí, que conozco bien cómo funciona el sistema castrista, significa que los cubanos han puesto a funcionar el departamento del rumor y chantajear a Lula. ¿Va a tener Lula el coraje de enfrentar eso y de salir adelante y admitir que Venezuela está bajo una dictadura totalitaria, perdiendo su liderazgo del gran hombre de izquierda democrático ante el jovencito Boric? Bueno, eso es lo que está pasando y eso es consecuencia de lo que está sucediendo en Venezuela. Es decir, si Boric se impone como una izquierda democrática, tanto Lula, Daniel Ortega – que ya es una especie de adefesio que no se puede mostrar – y el aparato cubano que sigue funcionando como un aparato de mercenario, porque es lo que ha instaurado. Y además lo puedo decir, Fidel Castro me lo dijo personalmente en una cena que tuvimos los dos solos, me dijo: “Bueno, a esta gente de aquí (los cubanos) no les gusta mucho trabajar. Pero si tú les dices que van a ir a combatir a un lugar, están listos para ir. Entonces tal vez lo que deberíamos hacer es crear un ejército mercenario que podemos alquilar”. Y es lo que han hecho. Sí, me lo dijo, porque yo tengo una memoria infalible para esas cosas.

Es decir, Cuba es un poder político con una economía inexistente, porque es un mercenario. Son mercenarios que son pagados por ser seguridad, militares, corrupción y, sobre todo, infiltración en todos los gobiernos de América Latina. Están metidos en todas partes y tienen gran influencia, porque son profesionales del poder. Muchas veces los venezolanos hablan de eso diciendo que son unos malos, que son perversos. Pero no, son profesionales. Y eso lo que no han comprendido, sobre todo en Venezuela. No han estudiado al enemigo que tienen en frente. Y tal vez esa inocencia los ha salvado, porque no han aceptado las normas. Eso sí, hay que reconocerles a los venezolanos que desde el principio han estado luchando. Con errores y todo lo que sea, porque es muy difícil a luchar contra un totalitarismo. Eso no es nada fácil. Y se ve que María Corina lo ha aprendido.

 

 

CMR: Elizabeth, no quiero sacarte de tu oficio que durante décadas has llevado con tanto rigor. No quiero ponerte en el terreno especulativo de las pitonisas, no pretendo eso. Pero dada tu experiencia y conocimiento, perdóname esta pregunta, ¿cómo termina la película venezolana?

 

EB: Imposible saberlo. Pero está andando y tiene un liderazgo serio. Hay gente que es muy consciente y tiene el gran poder que hasta ahora no se había manifestado, que es el de la población venezolana. Hasta ahora, la oposición había viajado, se había entrevistado con presidentes, había ido al Congreso de Estados Unidos, pero no tenía esa fuerza, porque no se había dado cuenta de que la fuerza estaba ahí, en el país. Y ahí la tiene. La fuerza está en Venezuela.

Ahora, ¿cómo va a terminar? Hay demasiados problemas geopolíticos en torno a eso. Está Rusia, que ya ganó una cabeza de puente en Venezuela y va a ser muy difícil que la abandone, porque Venezuela está en las puertas de Estados Unidos. Rusia tiene una puerta de entrada a Estados Unidos, para molestar a Estados Unidos. Y China, que quiere ser el primer poder mundial, que también está ahí. Luego está Irán, que es uno de los problemas mayores que hay actualmente como lugar de desestabilización del Medio Oriente, que también tiene su rivalidad con Turquía, pero también Turquía está metida en Venezuela. Es decir, desde el momento en que Chávez le dio la soberanía de Venezuela a Fidel Castro, Venezuela entró a ese grupo geopolítico al cual entró Cuba desde el 59 con Rusia. Ser un aliado de Rusia ser la entrada, porque hay que tener en cuenta que los rusos no hablan español, pero los cubanos hablan ruso. Entonces son como los intermediarios necesarios en la dinámica geopolítica actual.

Pero la fuerza Venezuela la tiene con su gente, con la población. Y con esa maravilla de decir: “tenemos los votos”. No armas, sino votos. Una especie de no violencia a ese nivel nunca se había visto en la historia, es un caso único.

 

 

 

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