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“Prefiero una derrota dudosa a una victoria sospechosa”. La cita es del año 1968 y corresponde al entonces candidato derrotado Gonzalo Barrios. Se enfrentaron en aquel año varios candidatos y por una diferencia muy pequeña de escasos treinta mil votos, resultó electo Rafael Caldera sobre el candidato del Gobierno, Gonzalo Barrios, del partido Acción Democrática.
Días después de su derrota Barrios declaró: “Caldera no me derrotó porque sacara treinta mil votos más, sino porque yo no pude demostrar una ventaja de trescientos mil. Nosotros podíamos perder, pero no ganar por pocos votos. Era preciso demostrar para confirmación de nuestra democracia que los gobiernos sí pierden elecciones y que a mí me tocó ese papel. Hubiera sido muy triste si no hubiéramos estado convencidos que hacíamos un aporte difícil, pero necesario, a la consolidación de las instituciones democráticas”.
Hubo un sacrifico por la democracia. La intención era consolidar el proceso democrático. Hoy en día, esos valores están hechos añicos. Hoy en día no interesa para nada la defensa de esas “instituciones democráticas”. Hoy en día más bien, se pretende aplastarlas.
Queda de bulto en esta cita de Barrios un concepto contundente: Un gobierno puede perder por 30 mil votos, pero no puede ganar por una diferencia tan pequeña, porque la duda y la sospecha siempre estarán allí.
Frente al proceso electoral que vivimos ayer, abusivo, lleno de desmanes, prepotente por parte del Gobierno en contra de la oposición, violatorio de todas las normas electorales, con un CNE alcahueta, hecho la vista gorda ante todas las violaciones. Con un proceso en esas circunstancias, el señor Maduro ha debido ganar con una ventaja sólida, abrumadora, millón y medio, dos millones de votos por encima. Ganar por la exigua cifra de 235.000 votos, es un detonante para que se levanten todas las sospechas. Y así llegamos a una situación inédita en estos 14 años de revolución: el candidato derrotado no reconoce los resultados.
Henrique Capriles fue radical en su primera alocución después del anuncio del Consejo Nacional Electoral: “Yo no pacto con la mentira, vamos a insistir en que se conozca la verdad, el resultado del CNE no refleja la realidad”. Y a Maduro le disparó sin miramientos: “El derrotado fue usted”.
¿En qué situación estamos?
Por lo pronto, hay despejar el resultado electoral. El propio rector Vicente Díaz lo planteó en su sorpresiva intervención de anoche: “Hay que abrir todas las cajas y contar todos los votos”. Lo que provocó que Tibisay Lucena y demás rectoras del CNE abandonaran la sala de manera intempestiva, prepotente e inaceptable.
¿Para cuándo es la auditoría? ¿Cuándo se va a despejar la duda? El propio Nicolás Maduro aceptó la posibilidad: “Está bien ábranlas (las cajas con los votos), me interesa consolidar el triunfo”.
El país está en este momento en un limbo. ¿Cuánto tiempo vamos a pasar en ese limbo? ¿Cuándo se despeja la situación? Depende del Consejo Nacional Electoral, que -digámoslo con todas sus letras- es el culpable, el responsable de todo este entuerto, por su debilidad, por su parcialización, por su obsecuencia y por su doblez ante las órdenes del Gobierno.
¿Cuáles son las opciones de la oposición? Veremos. Pero como habría dicho Gonzalo Barrios. “Un Gobierno no puede ganar por una diferencia tan estrecha”. La duda será de ahora en adelante su marca, sr. Maduro. Le costará convencer, exactamente a la mitad del país, de que usted, en efecto, es un Presidente legítimo.
3 respuestas
Me parece muy bueno el articulo leido, estoy hoy 15 de abril y van a juramentar al impostor. Una vez juramentado se puede echar para atras todo eso si consiguen los desbarajustes del CNE ?
Como siempre muy buen articulo. Me parece una falta de respeto que a esta hora Tibisay Lucena no se haya pronunciado con respecto al conteo de votos, quien exige esto no es la minoría, es mas de la mitad de un país abrumado y bajo «la sombra de la duda» esta señora se debe al pueblo y no aun partido político, lo que exigimos es constitucional.
Como siempre muy enriquecedor los artículos de Cesar Miguel Rondon. Mis respeto y saludos, ciertamente me pregunto lo mismo que esta al final del articulo ¿Cuáles son las opciones de la oposición? Veremos. Pero como habría dicho Gónzalo Barrios. “Un Gobierno no puede ganar por una diferencia tan estrecha”. La duda será de ahora en adelante su marca, sr. Maduro. Le costará convencer, exactamente a la mitad del país, de que usted, en efecto, es un Presidente legítimo.