“Fly Me To The Moon” es un estándar que se convirtió en un tema obligatorio de cualquier crooner, y Bennett lo ha grabado varias veces. Se suele grabar siempre en un ritmo muy dinámico, muy alegre. Pero en 1965, en el disco Songs for the Jet Set, Tony Bennett hizo una versión muy lenta y melancólica, donde expuso toda la virtud de su voz, su habilidad como cantante.
Esta es una auténtica exquisitez.
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