Tortura y cinismo

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  Después de ese terrible incidente del asesinato a mansalva de una madre y una hija, por un grupo de guardias nacionales que les abalearon con más de 50 disparos; después de ese incidente uno pensaba que ya no vendrían otras noticias de ese calibre por el lado de la Fuerza Armada. Sin embargo, hoy tenemos una tanto o más escabrosa.

   Esto se lo leemos a Lorena Evelyn Arraiz, corresponsal en San Cristóbal del diario El Universal:

  Un hombre de 24 años de edad falleció este martes en horas de la tarde en un procedimiento que realizó el Ejército en la población de Orope, municipio García de Hevia. Reny Suárez se hallaba en un depósito clandestino de gasolina cuando perdió la vida en condiciones aún no aclaradas.

  Testigos indicaron que una segunda persona se encuentra en un centro de salud con quemaduras de segundo grado y su condición es crítica. Esto llevó a que los vecinos del sector realizaran manifestaciones en la calle quemando cauchos y exigiendo justicia por el fallecimiento de Suárez.

  Sobre esta muerte hay tres versiones. Una, que al momento del procedimiento, Reny Suárez habría salido corriendo y se tropezó con varios de los barriles de gasolina que le cayeron encima y esto hizo que ingiriera combustible.

  Desde el centro de salud donde fue atendido se informó que Suárez falleció producto de quemaduras de tercer grado originadas por la gasolina así como también por la ingesta de este líquido. Esta fue reseñada por el diario La Nación. Otra versión refiere que al joven lo sometieron a torturas ahogándolo con la gasolina y le decían «eres contrabandista, sigue traficando con gasolina», al tiempo que sumergían su cabeza en los depósitos de combustible.

  Una persona que pidió se reservara su identidad narró que al menos 50 militares actuaron en el operativo. «Allí estaban 18 personas entre adultos y menores, les arrojaron gasolina con todo y ropa, les metían y sacaban la cabeza en los tobos; los tiraron al piso y les seguían echando gasolina, luego los militares se les montaban encima y brincaban».

  Narró que fueron trasladadas hasta el Fuerte Morotuto. «Fueron maniatados con tirro y que allí, cuando supieron del fallecimiento de Suárez, cambiaron de actitud y los bañaron como cochinos, les dieron ropa y colonia», refirió la fuente.

Oficialmente, el G/D Eliseo Lugo, jefe de la Zona de Defensa Integral (ZODI), señaló que la víctima convulsionó en el procedimiento y fue trasladada a un Centro Diagnóstico Integral. En el centro asistencial, falleció por inhalación de los gases del lugar y que eso lo determinó la autopsia de ley.

  El general Lugo explicó que una comisión del Ejército ingresó al lugar donde había un depósito de gasolina que se dedicaba al contrabando. En la acción, los sujetos sorprendidos echaron a correr y soltaron una manguera con la que se estaba haciendo el trasegado y la manguera comenzó a arrojar el líquido a todos por igual y por ello detenidos y efectivos militares resultaron mojados con gasolina.

  Según el efectivo militar, Suárez se había escondido y la aspiración de los gases le habría afectado. «Eso estaba saturado de contaminación». Por el caso hay ocho adultos detenidos y seis menores de edad.

  No es por nada, pero uno siente algo de cinismo en estas declaraciones del General. Entre creer la versión de los testigos -que les hacían tragar gasolina y les decían eres contrabandista sigue traficando con gasolina-, y la información esa de que, como si fuera la ley de fuga, salió corriendo, se tropezó y se baño en gasolina. ¿Cuál cree usted?

  Claro es el mismo cinismo que queda como patrón en declaraciones oficiales de este tenor. Por ejemplo, el cinismo que está en la primera página de Ultimas Noticias. Según el Ministro del Interior, el General Rodríguez Torres: “La CIA tiene 64 mil pinchadores”. Correo o telefonazo entre Estados Unidos y Venezuela no se salvan de los hackers. Rodríguez Torres agregó que trabajan contra el espionaje electrónico.

  Digo cinismo porque esto lo dice el Ministro y Jefe de la Policía Secreta durante muchos años, de un Gobierno que, prácticamente, por lo visto, tiene pinchado a media humanidad. Y lo peor es que este cinismo se da en un escenario de tortura, de violencia y de muerte realmente inaceptable.

  Hablando de muertes y de violencia, cerramos el comentario con una espantosa estadística que viene hoy en la primera página de El Nacional. Según Fernando Pereira, coordinador de Cecodap, frente a la violencia contra niños, nos dice: “La tasa de homicidios de niños en Venezuela pasó de 2,6 por cada 100.000 personas en 1997 a 42,2 en el año 2009”. ¿Cómo se habrá agravado esa estadística en estos últimos tres años y medio?

  Esto es inaceptable.