Por: Francisco Olivares
Su exitosa carrera delincuencial le permitió manejar sus vínculos con el poder con tanta habilidad
Que un delincuente de alto rango participe en una reunión en Miraflores al lado de altas figuras del Gobiernos parece algo normal y hasta natural en estos tiempos de revolución. De no haber sido asesinado apenas abandonaba la sede del alto poder, nadie se hubiese enterado que el alto jerarca del crimen en Bolívar se codeaba en la misma mesa con quienes tienen en sus manos el control del país.
«El Gordo Bayón», abatido el lunes por la noche cerca de Miraflores, estaba imputado por el homicidio de tres sindicalistas en Bolívar, gozaba de libertad condicional gracias a una medida cautelar dictada por un tribunal de control de la región y se encontraba en Caracas para asistir como mediador en una reunión en Miraflores.
Según el destacado periodista de esa región, Damián Prat, a pesar de su extenso prontuario, Bayón estaba activo en la nómina de Sidor ¿en calidad de qué?
En noviembre de 2013 Bayón fue nuevamente detenido, por la investigación del asesinato de otro sindicalista. Según reporte de nuestra colega Thábata Molina, su casa fue allanada y le encontraron una pistola Glock .40 pero con el detalle de que los seriales de su arma estaban limados, lo que lo llevó nuevamente a prisión.
Hay que reconocer que sólo alguien con tan exitosa carrera delincuencial puede manejar, en estos tiempos que corren, sus vínculos con el poder con tal habilidad.
Es así que hasta después de fallecido, su cuerpo fue llevado de regreso a su terruño, en un avión de la gobernación de Bolívar.
En ese estado, que ha vivido varios años bajo la conducción del general Francisco Rangel Gómez, han sido asesinados cerca de 180 sindicalistas.
Mientras las empresas del hierro y aluminio estatizadas por el general Rangel se hunden en la corrupción, las mafias, civiles y uniformadas, que han crecido alrededor de las industrias básicas, se fortalecen más, ostentando sus riquezas sin ningún rubor. Sujetos como Bayón forman parte de esa cadena de corrupción.
Mientras esa historia ocurría, un despliegue militar custodiaba a otro imputado, considerado como un importante «terrorista». Aunque nunca usó armas, ni puso bombas o le prendió fuego a alguna instalación del Estado, se encuentra aislado en una celda de seguridad, es trasladado esposado al tribunal bajo la vigilancia de cuerpos de élite militar y es motivo del mayor despliegue de un tribunal en los últimos tiempos. Leopoldo López parece más peligroso que cualquiera de estos delincuentes que operan en Bolívar. Quizás porque las ideas que promueve podrían poner fin a esta fiesta de impunidad que gozan las mafias que están en el poder en Venezuela.
@folivares10
Un comentario
Y pensar que mi primo Marco Coello está tras las rejas siendo inocente.
Excelente artículo! Un abrazo!