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Ayer decíamos que es muy difícil ya tomarse en serio al gobierno, porque el gobierno va “pa’lante y pa’tras”. Un día dice una cosa y al día siguiente dice exactamente lo contrario. Y todo termina en un solo enredo, en una gran confusión. Para ejemplo baste el caso reciente de las captahuellas. Pero hay tantos tantos otros. Por ejemplo, hoy se lleva mucho centimetraje el anuncio que ayer hiciera Miguel Rodríguez Torres sobre el Plan Desarme y la eliminación del porte de armas. ¿Tiene usted idea de desde cuándo se está hablando de eso? Lo han prometido no sé cuántas veces y allí siguen y vuelven sobre el tema. Si los venezolanos estamos acorralados por la delincuencia, ¿tiene la delincuencia acaso porte de armas? Evidentemente, no.
El señor Rodríguez Torres dijo ayer además algo delicado con relación a las torturas en el país. Flanqueado nada menos que por la señora Gabriela Ramírez, la supuesta Defensora del Pueblo, dijo –y es hoy el gran titular del diario VEA-: “El estado venezolano es garante y defensor de los Derechos Humanos.” Al lado, en la misma página, la señora Luisa Ortega Díaz, Fiscal General de la República, dice: “La Constitución venezolana es un catálogo de Derechos Humanos”. Tiene razón, señora Ortega, el problema está en que ustedes no respetan la Constitución. Es un catálogo de Derechos Humanos que ustedes continuamente irrespetan como Gobierno Nacional. En El Universal citan así a Rodríguez Torres: “Ningún funcionario está autorizado ni recibe órdenes de violar derechos ciudadanos”.Claro que no. Pero hay una orden tácita, implícita. Después de tantos años de odio, vomitados en el verbo presidencial, primero con Hugo Chávez y ahora con Nicolás Maduro, hay órdenes que no hay que especificar, ni siquiera es necesario pronunciarlas.
Por otra parte, con relación a este gobierno que va “pa’lante y pa’tras”, hoy Teodoro Petkoff, en el editorial de Tal Cual, afirma que al gobierno le llegó el inefable Principio de Peter: el gobierno, en su conjunto, alcanzó ya su nivel de incompetencia. Esa es una buena definición: a este gobierno le llegó su Principio de Peter. Se trata de un equipo absolutamente incompetente y sus integrantes no dan pie para ir más allá.
Pero cuando hablamos del gobierno -y Petkoff toca en su editorial un tema que hemos comentado en otras oportunidades-, ¿de cuál gobierno estamos hablando? Porque, técnicamente, en este momento no hay ninguno. Porque todos pusieron sus cargos a la orden. Y si usted puso el cargo a la orden es porque renunció y está a la espera de una confirmación o no de dicha renuncia. Entonces, ¿cuál es la autoridad para que, por ejemplo, Rodríguez Torres haga los anuncios de ayer; o Arreaza, quien fue el primero en renunciar en tanto Vicepresidente, haya asumido ahora el control del Cencoex? Todo suena a pantomima, a libreto de un mal programa de esos de pésimo humor en la televisión.
A todas estas, somos un país petrolero, se nos dice con insistencia. Y además somos un país muy rico, el gobierno bastante que lo ha cacareado. Pero dos diarios regionales, Versión Final en Maracaibo y El Norte en Barcelona, nos llaman la atención sobre una noticia que parece indicar lo contrario. El primero titula: “¡Insólito: “PDVSA importará petróleo! Tratándose del país con las reservas más grandes del mundo. Un documento de Pdvsa, fechado en Houston por la agencia Reuters, expresa que se evalúa importar crudo Saharan Blend de Argelia para diluir los extrapesados. Pdvsa dijo recientemente a sus socios extranjeros que estaba sosteniendo negociaciones con la estatal argelina, Sonatrach, para adquirir el crudo liviano.” Por su parte, El Norte dice: “Venezuela evalúa comprar petróleo por primera vez -Parecen noticias de un tiempo apocalíptico-. Una polémica medida está siendo discutida por la alta gerencia de Pdvsa , la importación de crudo ligero al socio OPEP, Argelia. La razón, según expertos, es que el combustible será usado en la explotación del crudo extrapesado que abunda en el país y así sustituir la nafta actual que en el mercado internacional es mucho más costosa.”
¿Podrían, en medio de tantas cosas, quizá menores, quizá cortinas de humo, explicarnos qué significa esto? ¿Cómo es que nosotros, ese poderoso país petrolero que nos han vendido, ahora compra, importa petróleo?