Chávez, la nada y la violencia

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  Persiste el chantaje. Persiste el tema de la Guerra Civil. Primera página del diario El Universal: El Presidente aseguró que “desde el 4 de febrero ha trabajo para alejar la guerra civil».

  A ver si entendemos. El 4 de febrero del año  92, el país vivía la normalidad de aquellos tiempos, dificultades de todo tipo, pero todas controlables. En la década de los 90, como en la de los 80 y los 70, vivíamos con una tranquilidad relativa, las cosas estaban -digamos- puestas  cada una en su sitio, cada una en su lugar. Teníamos renovación presidencial cada 5 años, los venezolanos podíamos elegir y fluía, el país fluía. De hecho, al 4 de febrero de 1992 los indicadores económicos son impresionantemente positivos; no los hemos vuelto a lograr después de aquella fecha.

  Resulta que esa madrugada, y aquí puedo hablar con propiedad en primera persona, porque me tocó venir corriendo a Unión Radio poco después de la medianoche, cuando me dicen que le están cayendo a plomo a La Casona, donde con una ametralladora parece que la estaba defendiendo una persona tan peligrosa como Blanca Rodríguez de Pérez y su familia. Esa noche tuvimos que venir acá a transmitir y sólo a las 10:20 de la mañana, nos enteramos quién era el que había promovido la balacera, las muertes y esa gravísima perturbación en el orden y la paz de los venezolanos: un Teniente Coronel, Hugo Rafael Chávez Frías.

  De manera pues que un país que vivía en paz, recibe el golpe terrible de la violencia, en una (valga la redundancia) intentona golpista. Y nos dice ahora, este mismo señor, en la actualidad Presidente de la República, que desde el 4 de febrero está trabajando para alejar la guerra civil. ¿Cómo se explica? ¿Usted es un bombero que le echa leña al fuego, entonces?

  «Tenemos 20 años luchando por salvar a Venezuela de la violencia» dice el gran titular del Diario VEA.

  Los que vivimos en la Venezuela de la revolución chavista, no podemos sino asumir este titular como un insulto, como una ofensa. En la Venezuela donde prácticamente no podemos salir a la calle, donde la cifra de muertos es espantosa, inaceptable, día tras día, tras día, tras día. Esto en medio de la discusión de la campaña electoral. La guerra civil. Días atrás habíamos dicho que esto es un chantaje, pues bien,  se insiste en el chantaje.

 El Presidente, por lo pronto, dice que no va a debatir, como suele ocurrir en las democracias establecidas, donde los aspirantes se enfrentan, discuten, contraponen sus ideas, sus planes, sus proyectos. Él aquí dice que no va a discutir, porque él no va a discutir con «la nada». Pero algo curioso está pasando con la percepción de la realidad del Presidente de la República, porque solo habla de «la nada», luce cada día más atormentado por esa «nada» y, curioso, insulta a «la nada». Es como un disparate ¿verdad?