Publicado en: La Gran Aldea
Por: Alejandro Hernández
Esto nos dijo #CalderónBerti sobre la investigación de irregularidades en Cúcuta: “Yo cumplí con mi deber de conciencia, como embajador y ciudadano (…) ante Fiscalía General de Colombia (…) Yo tenía evidencias y las presenté”
Cortesía: La Gran Aldea
La creciente conflictividad entre Colombia y Venezuela es hoy una de las grandes preocupaciones de la región. Ejerciendo funciones como embajador de Venezuela en el vecino país, Calderón Berti explica que el quebrantamiento de las relaciones entre Caracas y Bogotá es una estrategia de Nicolás Maduro para buscar apoyo interno y mantenerse en el poder de forma indefinida. Asimismo, alerta sobre las dificultades que atraviesa Colombia por la enorme migración de venezolanos, y no tiene reparo en decir que la única solución a esta crisis es la salida del madurismo de Miraflores.
Vertical contra la corrupción y con 77 años, Humberto Calderón Berti dice que no ha escrito sus memorias, pero que tiene mucho por contar sobre su vida y trayectoria. Con orgullo relata que estuvo al frente de la administración del proceso de nacionalización de PDVSA en 1976, donde se manejaron 52 mil millones de dólares. Resalta que 40 años después todavía no se conoce ninguna denuncia o irregularidad en esa negociación.
El representante del gobierno interino de Juan Guaidó en Bogotá, nació en Boconó, estado Trujillo, el 21 de octubre de 1941, y se desempeñó en los más altos cargos del Estado venezolano durante distintas administraciones en el período democrático que precedió la era de Hugo Chávez. En ese tiempo fue ministro de Energía y Petróleo, canciller de la República, diputado ante el Congreso, presidente de Petróleos de Venezuela y también de la Organización de Países Exportadores de Petróleo.
-¿Cómo se ha sentido con esta responsabilidad que Juan Guaidó y la Asamblea Nacional le encomendaron?
-El balance ha sido positivo a pesar de las circunstancias que se viven en Colombia, éste es un país receptor de más de millón y medio de venezolanos. Éste es un país que tiene sus propias carencias, pero a pesar de eso nos ha acogido con una gran generosidad. La verdad es que yo me siento muy contento con lo que se ha hecho, hemos tratado de servirle a la gente y de ser una embajada que le tiende la mano a todos los venezolanos sin distingo de ninguna naturaleza.
-Expertos señalan que vendrá una oleada migratoria más grande y muchos de los países de la región están cerrando la puerta… ¿Cómo considera que esto impactará en Colombia y en la embajada que usted dirige?
-La raíz de todo esto está en la permanencia del régimen de Nicolás Maduro; y la única solución de fondo es un cambio de régimen en Venezuela. La crisis humanitaria que existe ha sido producto del fracaso de un modelo económico y de una inmensa corrupción. Han sido miles de millones de dólares que unos pillos se han llevado de nuestro país; yo creo que habrá que buscarlos el día de mañana, aunque estén debajo de las piedras, para que paguen frente a la justicia los desmanes que han cometido.
-¿Cree usted que somos un problema de Estado para Colombia?
-Ningún país del mundo está preparado para recibir la magnitud de migrantes que ha llegado a Colombia, yo venía de vivir en España y cuando llegaba una lancha con 150 o 200 subsaharianos era primera página del periódico, aquí todos los días vienen entre 2 mil y 5 mil venezolanos, algunos se regresan, otros van en tránsito, pero en general casi la mitad se queda. El Estado colombiano está en una situación extremadamente complicada, recibe ayuda, sí, pero eso no es suficiente. Mientras no tengamos una sustitución del régimen por una transición y una democracia efectiva, la situación va a empeorar. Colombia ha sido extremadamente generosa con nosotros, pero aun así las circunstancias aquí son muy complicadas para el manejo de esta crisis.
«Considero que lo que se ha logrado es muy positivo y soy optimista sobre el futuro, estoy claro de que este proceso nos debe llevar a que inicie una transición que permita sentar las bases de lo que debe ser la democracia venezolana»
-¿Por qué hay países en la región afectados por la administración de Maduro que se mantienen indiferentes con la crisis venezolana?
-Hay una serie de rémoras ideológicas por parte de algunos países que son difíciles de entender. ¿Cuál ha sido el legado de Chávez? Lo que tuvimos en Venezuela fue un verdadero saqueo, más de un millón de millones de dólares ingresaron al país en estos 20 años, y la situación hoy es francamente de tragedia universal. Chávez es el gran responsable, Maduro es el remate, porque es más incompetente y fantasioso.
-¿Considera que hay países que se mantienen cautelosos en señalar la influencia que ejerce Cuba sobre el régimen que encabeza Nicolás Maduro?
-Sí, porque todavía existe la nostalgia de la izquierda revolucionaria que se ha negado a ver que Cuba es una demostración, muy cercana, del gran fracaso que es el sistema socialista – comunista. Cuba es una tiranía que tiene infiltrada a Venezuela.
-¿A dónde cree que va el conflicto entre Venezuela y Colombia por el rearme de grupos guerrilleros?
-Lo que está ocurriendo es una escalada del verbo de Maduro contra Colombia, pero creo que es parte de un libreto que se ha aplicado en otras partes del mundo. En los años ‘80 la dictadura de Argentina estaba tambaleándose e inventaron la guerra de las Malvinas; los primeros días fueron de euforia, pero después recibieron una derrota militar gigantesca y el Gobierno se cayó. Eso es lo que está pasando en estos momentos, el régimen está arrinconado por las sanciones y están buscando la excusa, el enemigo externo, para tratar de aglutinar y levantar apoyo popular.
-¿Qué le recomienda al gobierno de Colombia?
-Que tengan mucha calma, prudencia y tacto, para no caer en las trampas del régimen de Maduro que tiene un doble propósito con todo esto: Levantar su imagen interna y provocar a Colombia, para ver si hay un conflicto que les permita seguir en el poder. Creo que el gobierno colombiano está muy claro sobre lo que está detrás de las provocaciones y la retórica inflamada de Maduro.
-¿Cuál es su apreciación sobre el TIAR?
-El TIAR es un acuerdo que existe entre países de América Latina, en estos momentos se está configurado una mayoría de once naciones para poder convocarlo. Sin embargo esto no es lo que mucha gente piensa, que se trata de una invasión de los países latinoamericanos hacia Venezuela; eso no es lo que contempla el TIAR en su primera instancia. Lo primero son acciones desde el punto de vista diplomático, rompimiento de las relaciones con Venezuela; luego la aprobación de más sanciones económicas; y finalmente la implementación de una acción militar, que podría darse si la mayoría de los signatarios así lo deciden.
-¿Qué balance político tiene de este año 2019 liderado por Juan Guaidó?
-Este año 2019 ha sido mucho mejor de lo que esperábamos en el acontecer político, antes no teníamos lo que ahora sí: El reconocimiento del gobierno interino del presidente Juan Guaidó por más de 55 países del mundo, los más importantes, las democracias más sólidas. Considero que lo que se ha logrado es muy positivo y soy optimista sobre el futuro, estoy claro de que este proceso nos debe llevar a que inicie una transición que permita sentar las bases de lo que debe ser la democracia venezolana.
-¿Cómo considera que debe hacerse esa transición?
-Es fundamental para la vida del país que la transición se haga bien, con gente competente, honrada, transparente, que no solamente tenga un discurso contra la corrupción sino que tenga una praxis permanente en contra de ella. Hacer borrón y cuenta nueva no puede ser, ¿los que han violado Derechos Humanos y saqueado a Venezuela pueden participar en un gobierno de transición? Mi opinión es que no.
-¿Cómo va la investigación que usted solicitó sobre las irregularidades en Cúcuta?
-Yo cumplí con mi deber de conciencia, como embajador y ciudadano. Hubo unos análisis de lo que estaba ocurriendo, yo presenté eso ante la Fiscalía General de Colombia y ellos están investigando si efectivamente hubo o no delito. Yo tenía evidencias y las presenté, no soy juez, tampoco soy fiscal acusador; simplemente presenté unos elementos y las autoridades correspondientes están estudiando el caso.
-¿Cómo es su funcionamiento con el nuevo Centro de Gobierno?
-Mi vínculo ahora es con el doctor Julio Borges, que es el responsable de la política internacional del Gobierno Interino. Con el presidente Juan Guaidó converso esporádicamente, porque él está en muchas responsabilidades.
-Usted es una referencia en el área petrolera, ¿tiene información sobre el estado de PDVSA hoy?, ¿cómo evalúa la gestión de Rafael Ramírez?
-Petróleos de Venezuela está destruida. Está refinando menos de 300 mil barriles por día, no hay gasolina, ni diésel, el gas desapareció. El primer responsable fue Chávez, porque destituyó a 20 mil funcionarios especializados de la Industria y metió a más de 100 mil por clientelismo político. Hoy PDVSA tiene más de 120 mil empleados para producir la cuarta o quinta parte de lo que producía anteriormente. El gran responsable de la partidización y la corrupción dentro de la estatal petrolera fue Rafael Ramírez; él quiere ahora lavarse las manos pero creo que tendrá, en algún momento, que dar la cara a la justicia y pagar por haber convalidado el saqueo y la destrucción de la industria petrolera venezolana.
-Su mensaje a los venezolanos que están en Colombia y a los que están dentro de nuestro país.
-Todos los venezolanos de una forma u otra forma hemos sido víctimas de esta tragedia, el hecho de habernos separado de nuestras familias, ya de por sí constituye un drama. Todos estamos pasando por una gran prueba que nos hará mejores y nos permitirá unirnos en función de la reconstrucción del país, cuando logremos el “cese de la usurpación”.
