Con motivo del cuarto aniversario de la muerte de Teodoro Petkoff, el Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales-Fundación Friedrich Ebert (ILDIS-FFE) realizó un foro que analizó la trascendencia de la acción y el pensamiento del fundador del MAS para Venezuela y América Latina.
Publicado en: La Gran Aldea
Por: Pedro Pablo Peñaloza
En el inicio del homenaje a su caro amigo, Fernando Rodríguez describe a Teodoro Petkoff como un fracasado. “Fue derrotado en la lucha armada. Derrotado cuando se lanzó a la Presidencia de la República y hasta a la Alcaldía de Caracas. Derrotado en el MAS, de donde tuvo que casi escaparse cuando apoyaron a este señor que nos gobernó”.
Pasada la lista de los dolorosos reveses, en la que incluye su participación en la gestión del presidente Rafael Caldera -“gobierno que terminó bastante mal”, acota-, Rodríguez plantea la paradoja: “Petkoff fue una especie de eterno derrotado y, sin embargo, fue uno de los políticos más grandes que Venezuela produjo en toda su historia”, enfatiza.
El legado de ese “perdedor” empedernido, que marcó un hito en el siglo XX venezolano, fue objeto de análisis en un foro organizado el 27 de octubre por el Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales-Fundación Friedrich Ebert (ILDIS-FFE), en el que participaron Rodríguez, expresidente de la Cinemateca Nacional, la historiadora Inés Quintero, el periodista Xabier Coscojuela y el internacionalista Luis Angarita.
Ahora, cómo “ese señor que perdió tantas batallas es uno de los hombres más importantes de nuestra contemporaneidad”. Al cumplirse este 31 de octubre el cuarto aniversario de la muerte de Petkoff, Rodríguez ensaya una respuesta: en cuanto a la lucha armada, “la gente recuerda a Teodoro por las fugas” de la cárcel que parecían sacadas de “una película de Hollywood”.
El Movimiento Al Socialismo “terminó con las tablas en la cabeza”, pero tuvo un “momento de esplendor” que convocó a buena parte de la intelectualidad, el mundo universitario y la juventud que en aquella organización “vieron una perspectiva distinta a lo que venía sucediendo en la política venezolana”.
“El MAS trasciende las fronteras venezolanas, Brézhnev (expresidente de la extinta Unión Soviética) se encarga de maldecir a Teodoro, lo cual le dio muchas bendiciones. Es -Petkoff- una figura que pasa a formar parte de lo que se está moviendo en ese momento en el mundo, una especie de crítica democrática al comunismo soviético”, lo que convierte al hijo de El Batey, estado Zulia, (03/01/1932) “en una figura de la política mundial”.
En aquella noche oscura que fue el segundo periodo de Caldera, “Teodoro fue un ministro estrella” y si bien perdió contra Hugo Chávez -como todos-, “fundó el periódico Tal Cual y la gente rezaba el editorial de Teodoro durante mucho tiempo como una especie de guía”. “Este derrotado es un hombre sumamente exitoso. El gran problema de Teodoro es que no logró llegar a las masas populares, fue un gran santón de la Venezuela culta, pero no logró pasar del 6% histórico”, reconoce el filósofo.
Mirada profunda
“La popularidad no es necesariamente un valor político”, responde Inés Quintero, quien señala: “La trascendencia histórica tiene que ver con la permanencia en el debate, más allá del momento político. La producción intelectual y la acción política de Teodoro trascienden en términos históricos por lo que representaron como ruptura en su momento político”. La académica sostiene que “no hay manera de que a la hora de discutir sobre el socialismo, el comunismo y lo que ocurre hoy en Rusia, no se pase por lo que fue la crítica contundente de Teodoro” expresada en su libro Checoslovaquia. El socialismo como problema.
Quintero explica que “las ideas de Teodoro no están asociadas exclusivamente a lo contingente, sino a temas de fondo. La concepción del socialismo y de la democracia, y la posición frente al totalitarismo tienen que ver con una posición frente a problemas que trascienden su momento político”.
Reiterando que ganarse un lugar en la memoria de un país no depende únicamente de los votos, la profesora subraya: “Pudiste haber sido derrotado muchas veces, pero la derrota no te exime de ser protagonista de la historia. El hecho de que Teodoro no haya podido ser un político popular, no lo descarta con respecto a la significación histórica que tiene como un intelectual y político del pensamiento latinoamericano contemporáneo”.
Tal Cual
Xabier Coscojuela recuerda que Petkoff fue una de las primeras víctimas de la hegemonía comunicacional chavista, que presionó su salida de la dirección del vespertino El Mundo y lo empujó a fundar Tal Cual en el 2000. De esta manera, quien fuera un agudo crítico de los medios de comunicación en Venezuela, asumió la dirección del periódico que nació con la intención de “no ser un medio de partido” y explotar un estilo irreverente, crítico y “con una posición clara”. A pesar de su línea crítica contra el oficialismo, Petkoff “trató de ser lo más equilibrado posible”, lo cual le puso en el centro de la diana de la polarización.
“Teodoro quiso hacer un medio amplio, reflejando las opiniones del chavismo. En el marco de la polarización, la gente no entendió las posiciones de Teodoro, quien ejerció la dirección de Tal Cual de manera seria y logró un medio con credibilidad, honesto, al que le importa la política y la democracia”, resume Coscojuela.
Ahora, el editor jamás retiró al líder político. “Teodoro siguió haciendo política desde Tal Cual”, observa al reportero. La oficina del director no solo era el espacio de encuentro de dirigentes de distintas tendencias sino que fue la plataforma de su último intento de competir por la Presidencia de la República en 2006.
En la lucha
Luis Angarita no trató personalmente con Petkoff. No obstante, estando en las aulas de la Universidad Central de Venezuela, fue atraído por el mensaje de aquel veterano dirigente que irrumpía en el escenario electoral “para romper el statu quo de la política opositora de 2006”, desdibujado por el golpe de Estado de 2002, el paro petrolero y la abstención en las elecciones parlamentarias de 2005.
“Teodoro es el último gran estadista que conoció Venezuela”, sostiene. Así valoró su propuesta electoral de 2006, resaltando que “Teodoro se preocupaba por la democracia, por generar debate sobre la construcción del Estado”, defendiendo la democracia y la participación.
¿Qué aporta Teodoro hoy al debate político venezolano y de América Latina? Contesta Angarita: “Reivindicar la democracia, la tolerancia, rechazar los autoritarismos y pensar en procesos de diálogo, de encontrarnos, rescatar instituciones tan valiosas como el periodismo y los partidos políticos, y aceptar la derrota para la convivencia democrática. Una derrota para seguir en la lucha y seguir construyendo”.