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En Hollywood hay películas tipo A y películas tipo B. Esta clasificación viene desde los años 40. Películas de tipo B, son películas de bajo presupuesto, son películas que se ruedan en poco tiempo y películas donde no suelen actuar grandes nombres que fortalezcan la cartelera cinematográfica. En contraposición las películas de tipo A, son las películas que se llevan muchas semanas de rodaje, cuentan con un abultado presupuesto y mucho de ese presupuesto se lo llevan las estrellas. Claro, con la aparición de la televisión habría Hollywood de agregar una tercera consideración o categoría, y es las películas hechas para la televisión. Pero esto de las películas tipo A o tipo B, como digo, vienen de los 40 y 50 cuando la televisión no tenía ese peso que tiene hoy en día.
Una declaración de Steven Spielberg recién, me llamó la atención, dice Spielberg: «Las películas que hoy son tipo B eran las películas tipo A de mi infancia». Y esta reflexión las hizo a propósito de Ray Harryhausen. Ray Harryhausen fue un cineasta muy particular en esos años 50 que se dedicó hacer películas tipo B, sobre todo películas magnificas con efectos especiales. Efectos que obedecían a su ingenio por completo, donde tenía que inventar una maqueta aquí, un muñequito más allá y con mucha dedicación construir un gran efecto especial. Eso que hoy en día se hace con mucha facilidad frente a una computadora, este señor lo hacía todo con sus manos.
Ray Harryhausen recién ha fallecido en la ciudad de Londres a los 92 años. Una nota en el País de Madrid dice:
Hizo soñar a niños, hizo soñar a los hijos de esos niños, hizo soñar a los nietos de esos niños. Ray Harryhausen no solo fue el pionero de los efectos especiales, sino que inspiró a generaciones y generaciones de cineastas. Peter Jackson, George Lucas, Steven Spielberg, Tim Burton… Todos bebieron de él, todos recuerdan cómo en algún momento de su vida les impresionó el duelo a espadas de los esqueletos de Jason y los argonautas o los dinosaurios de Hace un millón de años. A su 90º cumpleaños en Londres acudieron John Landis y Terry Gilliam. Desde hoy, en el que Harryhausen ha fallecido a los 92 años según informa su familia mediante un comunicado en su web oficial, el cine, o al menos los aficionados que aún aspiran a disfrutar de la magia en una gran pantalla, se ha quedado huérfano.
Acá comentan algunas de las películas que hizo Harryhausen, y se nos cita que en los 70 logró sus mejores trabajos. Por ejemplo, La Isla Misteriosa de 1960, con un espectacular cangrejo gigante. -Que aquí si doy fe, a mí en lo personal, ese cangrejo me impresionaba muchísimo, además esa Isla Misteriosa se las traía, era una de las tantas aventuras donde llegaba el capitán Nemo, gracias al ingenio de Julio Verne-. Está Jasón y los argonautas, según la leyenda griega filmada en el año 1963. La Gran Sorpresa, basada en una historia de H.G Wells en el año 1966 en ese mismo año hizo Hace un Millón de años. Pero eran películas, como se dice, ya no tanto estas, pero las previas tipo B que fueron las películas tipo A de la infancia de Spielberg y tantos otros.
La nota en El País dice:
Harryhausen se retiró en 1984, pero siguió haciendo algunos trabajos para televisión. En 1992 recibió el Oscar honorífico, y sus fans nunca se cansaron de rendirle tributos en pantalla: Harryhausen se llamaba un restaurante en Monstruos S. A.; Harryhausen se puede leer en un piano de La novia cadáver; otros cineastas han dirigido cortos basados en sus ideas… Por su 90º cumpleaños Peter Jackson le entregó un BAFTA de honor, y esa fue uno de sus últimos actos públicos. Harryhausen siguió apareciendo en documentales sobre su obra hasta que hoy ha fallecido en Londres. Hoy que triunfan películas tan digitales como Iron Man 3, no está de más recordar que en el cine hasta hace poco valía más el ingenio de un hombre que un programa informático.
