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Carnage. Busco en el diccionario y entiendo que se trata de una palabra que viene del latín medieval Carnaticum.
Es un derivado del latín tradicional Caro. Caro es carne. En italiano Carnaggio. La palabra Carnage alude a carnicería, a un asesinato masivo, a una masacre, a una ejecución masiva. La palabra Carnage entonces, alude a la matanza en grande, a puñalada sangrienta.
“Le dieu du Carnage”, ese es el título original de la obra de la dramaturga francesa Yasmina Reza, que ha sido traducido al castellano como “El Dios salvaje” o “Un Dios salvaje”.
Pues bien, esa obra es la que ha dado pie para que Roman Polanski filme su nueva película, que ha sido titulada simplemente “Carnage”. Traduzcámosla al castellano como “Un Dios salvaje” o sencillamente “La carnicería”.
Ahora, no crea usted que va a presenciar una película de esas terribles, con abundantes efectos especiales, donde la sangre salpica y llena la lente de la cámara. No. En realidad es una película extraordinaria, porque, extraordinaria es la obra de Yasmina Rezo, la misma autora de “Art”, “Arte”, esa pieza excepcional que hemos visto en nuestro país bajo la dirección de Héctor Manrique.
Bien, en este caso “Carnage” nos reúne a dos parejas. Dos parejas que quieren ser absolutamente civilizadas, quieren comportarse de acuerdo a lo que son, a como se les ha formado y estas dos parejas se reúnen por una circunstancia muy particular. Cada pareja tiene un hijo de uno 10 años, y uno de los hijos pues le golpeó con un palo al otro y le hizo daño. Entonces los padres quieren resolver el conflicto de una manera civilizada, se reúnen para hablar de lo que ha podido representar esto y de cómo van a hacer para que los pequeños entiendan que la violencia no es prudente, que la violencia hay que superarla.
Así como en el “Ángel exterminador”, un grupo de personas muy distinguidas no lograba salir de una habitación y los largos días de hacinamiento, les llevaron a que sacaran sus instintos más primitivos, así en “Carnage” pues, de estas dos parejas de repente que se reúnen en el apartamento de una de ellas, no logran salir.
La cosa no es tan extrema en el tiempo, como ocurrió con la película de Buñuel (Ángel exterminador), pero acá desde que comienza la película se están despidiendo, pero no lo logran.
La carnicería a la que se enfrentan, es una metáfora, es la discusión feroz a la que se enfrentan estas parejas cuando, tan pronto se va el barniz de las buenas costumbres y los buenos modales, queda lo que en efecto son todos ellos. Gentes primitivas que reaccionan con violencia.
La obra de Yasmina Reza es sensacional y en la pantalla es llevada a delante por un cuarteto único: Kate Winslet, la actriz británica es la esposa de Cristoph Waltz, ese magnífico actor austriaco que se ganara el Oscar como actor secundario, por su genial interpretación del oficial nazi en “Inglorious Bastards”, la película de Quentin Tarantino. Ellos son una de las parejas, la otra la integran dos actores norteamericanos, nada menos que Jodie Foster y John C. Reilly.
Ellos cuatro llevan adelante una película en la que no hay desperdicio. Cada dialogo es más inteligente que el anterior. Uno se sorprende, se ríe, se conmueve.
Qué bueno es el arte bien escrito realmente.
Y Polanski se luce. Ya él antes había hecho, por ejemplo, el trabajo tan delicado que supone para un director de cine hacer una obra de teatro. Recuerden “La muerte y la doncella”, del chileno Ariel Dorfman, que Polanski llevó magníficamente a la pantalla con las actuaciones estelares de Sigourney Weaver y Ben Kingsley.
Pues ahora le toca la oportunidad a esta obra de Yasmina Reza, donde Polanski se luce realmente en grande. Altamente recomendable. Carnage.