Expresión Libre, comunicadores por la paz y la democracia
CARTA ABIERTA
Caracas, 9 de agosto de 2014
Ciudadano
ING. JESÚS ABREU ANSELMI
Presidente de El Universal
Presente.-
De nuestra mayor consideración:
La ONG Expresión Libre, Comunicadores por la Paz y la Democracia, lo saluda en la oportunidad de expresarle algunas inquietudes que han surgido desde que usted asumió la presidencia del diario El Universal.
Para su conocimiento, el objetivo de nuestra organización es defender el ejercicio de los comunicadores y la libertad de expresión y opinión.
En función de este propósito y en vista de los cambios efectuados en el diario que usted preside, queremos recordarle algunas afirmaciones suyas cuando se comprometió en la tarea y la responsabilidad de conducir la suerte de ese medio de comunicación: «La imparcialidad nos obliga a ser absolutamente objetivos» (…) «Aquí no habrá ni control, ni cortapisas. La libertad de expresión es un valor esencial»… (Entrevista realizada por Roberto Giusti a| Jesús Abreu Anselmi, presidente del diario El Universal).
Sin embargo, Ing. Abreu, sus palabras de entonces distan mucho de la línea editorial reciente de El Universal, y nos generan más dudas que certezas dado el acoso a la libertad de información, opinión y expresión que se viene desarrollando en Venezuela, además de la opacidad que está caracterizando a las más recientes operaciones de compra-venta de distintos medios de comunicación, incluyendo a El Universal.
Afirmó en la entrevista antedicha ”Aquí no habrá control ni cortapisas”, pero decidió prescindir de más de 20 colaboradores en el género de opinión, quienes han aportado sus pensamientos y criterios sobre temas de relevancia nacional durante muchos años; y ante la reacción lógica de los afectados y del público, se invocó el Código de Ética y el Manual de Estilo para justificar la desaparición de artículos y firmas de numerosos columnistas, y mediante un editorial que consideramos ofensivo (05-08-2014), se sembró dudas sobre la honorabilidad de los articulistas y de quienes han venido dirigiendo las secciones de opinión y redacción, y antiguos propietarios del diario; pues, antes, según ese editorial, unos ofendían y otros consentían las ofensas.
¿Quién, en su sano juicio, puede creer que todos los articulistas desestimados por usted incurrían en ofensas personales, el descrédito, falsas informaciones, mentiras, el irrespeto y juicios morales, y también transgredían el buen uso del lenguaje, el respeto y el honor de terceros?
¿Cómo se compagina esa garantía de “la libertad de expresión como valor esencial” en el medio por usted presidido cuando se censuró una caricatura de Rayma, el 3-8-14, según ella misma afirma? Con esta acción coercitiva se está avalando la posición político-partidista de miembros y simpatizantes del actual gobierno que han acusado y amenazado a la periodista Suprani tan sólo por ejercer su derecho a opinar mediante el humor gráfico.
Nos preocupa asimismo, que transcurridas varias semanas del cambio de propietarios de El Universal, aún no se conozcan los rostros y nombres de éstos. Al respecto, permítanos expresarle esta interrogante: ¿Esta situación es signo fehaciente del ejercicio de una ética empresarial moderna, sobre todo, en el ámbito de los medios de comunicación social, donde debe prevalecer la transparencia en virtud de la función mediadora que les es propia?
Además, hoy, todas las organizaciones están sometidas al escrutinio público y, en especial, los medios de comunicación. Cómo se explica que se trate de esconder los nombres y rostros de los nuevos propietarios. ¿No es esto un irrespeto hacia los lectores y los trabajadores en general de ese diario, así como a las agencias de publicidad, anunciantes y vendedores de ese periódico? En cambio, durante más de 100 años los nombres de los accionistas de este medio siempre dieron la cara ante la opinión pública venezolana.
¿Qué se oculta detrás de la opacidad que caracteriza a la operación de compra-venta del periódico? Ya es de conocimiento que la empresa española que aparece en la transacción es apenas un intermediario en la operación, por el escaso capital registrado, su praxis, y su inexperiencia en materia editorial.
Por otra parte, usted manifestó que «La imparcialidad nos obliga a ser absolutamente objetivos», sin embargo, le decimos que en los últimos eventos que han rodeado la polémica actuación del periódico esa “objetividad” ha quedado maltrecha.
“La imparcialidad” de ese medio, si es que dicha fórmula existe, no puede perder de vista la política comunicacional del gobierno nacional, cuyos máximos representantes han declarado públicamente que su objetivo de poder pasa por la instauración de la “hegemonía comunicacional”, ni pasar por alto que Élides J. Rojas, Jefe de Redacción del medio que usted preside, ha sido insultado por el Ministro de Turismo, tratando de denigrarlo en lo profesional y personal.
También debemos recordar cómo se amedrenta desde el poder a periodistas que han reseñado el estruendoso caso de la detención en Aruba y su posterior liberación, del General Carvajal entre miles de otros eventos que han vulnerado tanto el derecho a la información de los ciudadanos como el derecho al ejercicio de la profesión de periodista.
Le agradecemos la atención que pueda dispensarle a estos planteamientos que lo único que pretenden es la defensa de la libertad de expresión y de opinión y la transparencia que deben practicar las instituciones públicas y privadas, especialmente cuando se tiene un pasado prestigioso y digno de mantener, defender y resaltar.
Le agradecemos la atención que pueda dispensarle a estos planteamientos que lo único que pretenden es la defensa de la libertad de expresión y de opinión y la transparencia que deben practicar las instituciones públicas y privadas, especialmente cuando se tiene un pasado prestigioso y digno de mantener, defender y resaltar.
Atentamente,
Silvia Alegrett
Coordinadora General
Expresión Libre