Entrevista a Luis A. Miranda

El día de hoy, les comparto la entrevista que le hice en mi programa de radio En Conexión, al estratega político y filántropo,  Luis A. Miranda:

 

CMR:No soy de aquí ni soy de allá” puede ser un tema que diga lo que es la vida de un emigrante, porque en parte deja todo lo que tenía en su lugar de origen para hacer vida en otro lugar donde va. Y si alguien puede hablar de lo que es un migrar, nuestro próximo invitado: Luis A. Miranda, quien, en los años 70, salió de Puerto Rico para hacer vida en Nueva York, y es hoy por hoy una persona fundamental en lo que es la presencia latina en el mundo político de los Estados Unidos.

Luis, muchísimas gracias por atendernos en esta mañana. Es todo un honor poder compartir contigo.

LAM: César, el honor es mío. Gracias por invitarme para poder tener esta conversación.

 

CMR: Luis, algo que me llamó profundamente la atención de lo que ha sido tu vida es que, a cada inconveniente que se presenta, en lugar de retirarte, de renunciar, más bien eso te da como aliento para ir adelante. ¿Cómo funciona esto? Recuerdo la anécdota. Necesitaban que los padres firmaran la primera iniciativa que tuviste en materia educativa en Nueva York, pero los padres no querían firmar un papel legal porque la mayoría eran ilegales. ¿Cómo hiciste para convencerlos? ¿Cómo es eso de “al inconveniente no le huyo, sino que lo supero”?

LAM: Es redoblar esfuerzos. Ese ha sido el lema de mi vida, y de lo que hablo muchísimo en mi libro “Incansable”.

Era convencer a los padres, preguntándoles: ¿por qué vinieron ustedes a Estados Unidos? ¿Qué dejaron atrás? ¿Qué querían conseguir, una vez que estuviesen aquí? Y todo el mundo, o la inmensa mayoría, siempre respondía: “Yo quiero que mis hijos echen pa’lante, yo quiero que la próxima generación lo haga mucho mejor de lo que nosotros estamos haciendo”. Así que eso es una enseñanza fácil, porque entonces lo que tienes que hacer de inmediato es expresar tu sentir para tener mejores escuelas. Porque en estos momentos las escuelas de nuestro distrito están en el último lugar en materia de matemática y aprendizaje. Así que, ¿cómo lo vamos a echar para adelante?, cambiando las circunstancias de las escuelas. Y eso comienza con un paso simple: inscribirte para votar. Y al final pudimos convencer a miles y miles de padres de que ese paso era necesario, y eso es lo que hay que seguir haciendo.

 

CMR: Hay algo interesantísimo en tu experiencia que viene desde los años 70, cuando llegas con lo opuesto, como dicen los españoles, a Nueva York. Te estableces en Washington Heights, en el noroeste de la isla de Manhattan, en un momento donde hay muchos emigrantes puertorriqueños, pero empieza a crecer una colonia dominicana muy importante, donde también había cubanos. Y lo que quiero resaltar es que, cuando tú hablas de la migración hispana-latina, la engloba. No hablas de los puertorriqueños, de los dominicanos o de los cubanos. Hoy por hoy, por ejemplo, los venezolanos que pasan a ser un número ya interesante.

¿Qué tienen en común todos ellos? Dada tu experiencia como líder, Luis.

LAM: Mira, primero es el idioma. Todos hablamos español, y aunque escuchemos a los gringos hablar de español puertorriqueño, español dominicano, etc, eso a mí me parece un disparate. Por lo menos todos nos entendemos, al menos a un nivel básico. Y yo creo que el idioma es una manera de llevar cultura, sentimiento y pensamiento. Así que, si empezamos a entendernos a ese nivel personal, porque todos hablamos (mejor o peor) el mismo idioma, comenzamos con algo en común. Así es como entendemos que nosotros venimos acá a hacer una vida mejor para nosotros y para la generación que nos sigue.

Mira, a mí me preguntan todo el tiempo: “oye, tú eras Luis Miranda, cuando todavía no había Lin-Manuel Miranda, que ahora es muy famoso. Y ahora te conocen como el papá de Lin-Manuel Miranda”. Y mi respuesta es fácil: conseguí una de las razones principales por las que vine a los Estados Unidos, y era que la próxima generación triunfara y llegase a niveles más altos que yo. Así que, por otro lado, está esa vivencia personal y, por otro lado, está que todos compartimos el mismo edificio. Si los dominicanos, los boricuas y los cubanos estamos en el mismo edificio, entonces estamos en el mismo bote. Y lo que le afecta a uno, le afecta a los otros dos.

 

CMR: Luis, el Lin-Manuel Miranda, hijo de Luis Miranda. Vamos a poner las cosas en orden porque, como dice el refrán, “primero fue sábado que domingo”, hace el prólogo del libro “Incansable”, libro maravilloso, de verdad interesantísimo. Y tu hijo Lin-Manuel hace una acotación muy interesante, porque dice que este libro en realidad son tres libros: uno es la biografía de este emigrante que decidió asumir este reto en la vida y salir al mar para llegar a la ciudad de Nueva York y hacer la vida allí, levantar una familia. Es también la historia de cómo pudo superar todas las dificultades que se le iban poniendo por delante, dificultades que tenían que ver con racismo, con xenofobia. Y un tercer libro que es su experiencia en liderazgo social, en liderazgo político.

Hablemos de ese tercer libro que está en tu libro “Incansable”, ¿qué te llevó a eso, Luis?

LAM: Durante los últimos dos años, después de las elecciones del 2022, empecé a leer todas estas columnas de estos llamados “peritos de la comunidad latina”, y lo que leía eran verdades medias, lo que leía era información falsa. Porque, en muchas ocasiones, estaban basadas en encuestas que se hacen popularmente por los periódicos, por las revistas, donde nosotros somos el 8% – 9% de los entrevistados. Y regularmente porque la entrevista se hace en inglés. Están entrevistando a aquellos de nosotros que nos comunicamos en inglés, y no están incluyendo a una tercera parte de nuestra comunidad que todavía se comunica en español. Y basado en datos falsos, uno llega a conclusiones falsas.

Mientras yo criticaba todo esto, mis amigos me decían que, en vez de criticar, hiciera lo que he hecho toda mi vida, que es hacer algo al respecto. Así es que nace “Incansable”. Yo empezando a plasmar en escrito esos 45 años que he tenido en el quehacer público y político aquí en los Estados Unidos. Pero mientras hago eso, me doy cuenta de que mi familia se mete más y más en todo lo que estamos diciendo, porque mi familia ha sido parte integral de todo lo que nosotros hacemos. Es entonces cuando se convierte también en autobiografía.

Hoy hablamos de latinos, hablamos de hispanos y hablamos de latinex, como quiera que nos queramos llamar, como un grupo. Pero cuando yo estaba al principio de este quehacer, no éramos un grupo. Estaban las boricuas en Nueva York, los cubanos en Florida y los mexicanos y mexicanos-americanos en el oeste y en el sur. Y poco a poco, muchos de nosotros somos los que hemos empezado a trabajar fuerte en las cosas que tenemos en común para que cuando estemos luchando allá afuera, hablemos de que estamos representando a 65 millones de latinos, no a 5 millones de boricuas y a 4 millones de cubanos, etcétera.

 

CMR: Y esos 65 millones que pasan a tener un peso importante en este escenario electoral al cual estamos entrando Luis, pero pasamos a ser una especie de “sector peligroso”, envenenamos la sangre de los nativos del país.

¿Qué le espera a la población hispana en estos tiempos que corren, Luis?

LAM: Mira, han pasado tres cosas con nuestra población y siguen ocurriendo década tras década. Por un lado, seguimos aumentando. Hablamos de los 65 millones, y vamos a ser el 40% en 20 y pico de años, dos de cada cinco de los que vivimos aquí en los Estados Unidos.

Lo segundo que está ocurriendo es que estamos diversificándonos. No había una comunidad venezolana en los números, que la tenemos ahora en Nueva York y en otras partes de los Estados Unidos, antes de una década atrás. ¿Y qué sigue ocurriendo? Seguimos diversificándonos y entendiendo y aprendiendo unos de otros.

Lo tercero que está pasando es que estamos dispersándonos. Antes no era importante la población latina en Georgia, y en el 2020 yo pasé un grueso de mi tiempo hablándole a 3% del voto en Georgia, que son latinos. Pero como sabemos que Georgia es un estado que puede ir demócrata o republicano, y que el que gane, gana por un pelo, ese 3% era crucial para los demócratas. Ganar el Estado y los republicanos lo saben muy bien. Por eso hablan los disparates que hablan, porque ellos no tienen que ganar el voto latino, ellos tienen que sacar suficientes votos del voto latino para hacerle daño a la coalición demócrata. Así que paso muchísimo tiempo allá en Georgia hablándole a ese 3%, porque la dispersión de la comunidad latina nos hace importantes y cruciales en todos los estados de la nación.

 

CMR: ¿Qué sugiere en estos tiempos tan difíciles, en estos tiempos electorales?

LAM: Mira, que todos tenemos que hacer un poquito. Primero que nada, tenemos que entender y hacerlo muy personal, que alguien que dice que estamos envenenando la sangre del país no puede tener nuestros intereses en mente. Si mi vecino dice que yo al mudarme aquí daño este vecindario, si mi vecino dice que si yo me caso con su hija, estoy envenenando su sangre, eso no es un buen vecino. Así que, poco a poco, tenemos que empezar a entender que la retórica trumpista es mala para la comunidad latina. No nos va a hacer avanzar como comunidad, y teniendo las necesidades que tenemos, satisfacerlas.

Lo segundo que tenemos que hacer, una vez entendemos eso a nivel personal, es hablar con gente. Yo paso tiempo en el supermercado hablando de política con mucha gente, porque el diálogo es importante.

Ayer yo decía cuando estuve en Orlando, que hay gente que ya está ida. Hay trumpistas que no hay manera de convencerlos. Eso es lo que hace cuando uno oye demasiado de Fox en su vida. Así que esa gente está ida. Olvídate de esa gente y concéntrate en aquella que todavía puede tener un diálogo. Y de verdad yo creo que esa es la inmensa mayoría de la comunidad latina. Porque la última encuesta real que se hace sobre latinos, que es una encuesta sólo de latinos que se hizo a finales del 2023, encuentra que, aunque dos terceras partes de los latinos votaron por Biden en las elecciones del 2020, ahora solamente el 49% está diciendo que lo están respaldando, pero Trump no ha subido. Lo que ha pasado es el desencanto y la desinformación, y en eso es en lo que tenemos que enfocarnos.

 

CMR: Bien, vuelvo al libro “Incansable”, que habla de una vida absolutamente incansable.

Tuviste mucho éxito criando a tus hijos y Lin-Manuel Miranda pasa a ser el gran orgullo no sólo de la familia Miranda, sino de toda la comunidad latina en Estados Unidos dado los éxitos que ha tenido. Pero habla de una familia muy unida, cuando, a la hora de la chiquita, tuviste que hipotecar la casa para apoyar a tu hijo en la obra “Hamilton”. Allí estuvieron. Y cuando había que poner la casa de colateral para poder lograr la escuela en el barrio, allí estuvo.

¿Qué te ha dado tanta confianza, Luis? ¿Es exceso de confianza en ti, sientes que estás protegido por la providencia? ¿Qué pasó?

LAM: Por un lado, no tengo duda de que estoy protegido por la providencia, vamos a empezar por eso. Mi mamá siempre decía: “Ay muchachito, hay gente que nace con estrella, y otros que nacen estrellados. Tú naciste con estrella”. Así que, por un lado, claro está, que alguien allá arriba está asegurándose de que los pasos que damos sean lo más correctos posible. Pero creo que lo más importante es que, cuando uno hace cosas con convicción uno sabe que está haciendo lo correcto. Aunque nos salga, como dicen allá en mi pueblo, “el tiro por la culata”. Cuando nosotros invertimos en Hamilton, lo vimos como una buena oportunidad no solamente para apoyar a nuestros hijos, sino para salir de nuestra situación económica, que era vivir de cheque en cheque como vivimos toda la vida. No éramos una familia de carencia, pero tampoco una familia de abundancia.

Yo cuento en el libro cómo a nosotros nos fascinaba Broadway y cómo íbamos guardando, poquito a poquito durante el año, para ir en el mes de diciembre a ver una obra musical en Broadway. Y lo mismo cuando mi casa sirvió de colateral para comprar el edificio de la escuela que queríamos establecer. Ahí de verdad que no le dije nada a mi esposa, porque me hubiese hecho muchas preguntas y no teníamos el tiempo para convencer a nadie. Y de verdad que yo cuento “Incansable” que ella se entera una docena de años más tarde cuando yo me voy de la Junta Directiva del escuela Amber y la nueva presidenta de la junta, cuando da su discurso final para darme las gracias, termina diciendo: “Y gracias a Luis por usar su casa de colateral para nosotros comprar nuestro hogar”. Y yo pienso: “Coño, ¿cómo es que tú dices eso? Ahora tengo que explicarlo 12 años más tarde”.

Pero de nuevo, yo sabía que íbamos a echar para adelante porque nuestra comunidad se preocupa por la educación de sus hijos. Así que todos iban a trabajar juntos.

 

CMR: Te agradezco mucho por estos minutos, Luis. Y el libro lo recomiendo ampliamente.

Incansable”, de Luis A, Miranda, está también en inglés. Él es, a mucha honra, el padre de Lin-Manuel Miranda.

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