Publicado en: El Extrabase
Por: Mari Montes
Pablo López terminó el bachillerato con 19.8 de promedio. Entonces le tocó elegir entre sus dos pasiones: el beisbol o la medicina. Como ya es historia, el joven se decidió por el beisbol, y firmó con los Marineros de Seattle.
Sus padres, ambos médicos lo acompañaron en su decisión, era tan joven, que todos pensaron que si no tenía éxito como jugador profesional, podía entrar en la facultar de medicina de LUZ, donde fue admitido por su excelente rendimiento académico. Ya conocemos que pasó después, Pablo López se convirtió en un cirujano en la lomita.
Así lo describe el ex catcher, Francisco Cervelli, quien fue compañero de Pablo López en los Marlins en 2020, y este domingo disfrutó el juego, sentado sobre el dugout de Venezuela. Minutos antes de comenzar el duelo ante Puerto Rico, le pregunté qué pensaba de lo que podía suceder, me dijo sin dudar: “Pablo va a ganar”; además pronosticó otro jonrón de Anthony Santander, de acuerdo con su ascenso en la alineación.
Esta mañana conversamos de nuevo, confesó que se cansó de gritar para dar ánimo y celebrar cada batazo y cada out; brincó y saltó como un fanático más de la selección de Venezuela. Hablamos de la actuación de Pablo López.
Vamos a empezar con su actitud; Venezuela hace 4 carreras en el primer inning, y solamente la manera como el corre al montículo, esa calma que transmite, esa calma que genera, su tranquilidad en medio del caos, el público gritando y metiendo una bulla ensordecedora, y Pablo más tranquilo. Pablo es un cirujano, Pablo es un doctor. Cuando lanza, cada pitcheo tiene un propósito. Si le preguntan ¿Por qué lo hace? siempre va a tener una respuesta del porqué usó un lanzamiento para después usar otro.
Francisco Cervelli
Francisco Cervelli llegó a los Marlins en 2020, el año de la pandemia, pudo trabajar con él el poco tiempo que duró aquel Spring Training. Se le escucha aún efusivo por la victoria, pero más aún por haber visto la soberbia actuación de su amigo y ex compañero.
«Pablo se está consagrando, no ha parado de crecer, aunque al principio no creyeron que podía convertirse en este gran lanzador, salió adelante por su trabajo, porque es un estudioso que apunta siempre a ser mejor. Es mejor por su dedicación, por él, porque trabajó, porque se estudió a sí mismo, se analizó, y bueno ahí está. Pablo necesitaba confianza, saber que su repertorio, era valioso.»
«Con él trabajé en eso, en su curva, como para el primer strike, pitcheo que usó ayer, siempre tuvo una buena sinker y un buen cambio, empezamos a usar la recta de cuatro costuras en la parte alta y en la esquina de afuera, y el cambio. Apareció el cutter, lo usamos un día contra Washington y le partimos la cintura a Juan Soto. Después de eso, todo lo ha hecho él solo, trabajando como nadie.
La primera vez que le recibí en un bullpen, en los entrenamientos de 2020, cuando vi como la pelota salía de su mano, como se disparaba, yo quedé impresionado. Pensé que cuando se tiene esa recta, si el lanzador está recibiendo castigo, es porque se está usando mal, así que descubrimos dónde era que la teníamos que poner.»
«Lo que hizo ayer ante Puerto Rico fue maravilloso. La tranquilidad con la que hace las cosas, genera paz, por eso Venezuela nunca bajó la guardia y siguió atacando y atacando. En los momentos de la defensa, Pablo generaba calma total. Imagínate qué estrategia tan brutal: te ataco, te ataco, te aguanto, te aguanto, eso hicieron Pablo y el equipo completo. Pablo se encargó de no dejarlos respirar.«
Sobre la actuación de Salvador Pérez, Francisco Cervelli aparta lo que ha aportado ofensivamente para hablar de lo intangible y lo mucho que significa. Sin duda que Salvador es el otro gran pilar de la selección, al lado de Miguel Cabrera, quien fue nombrado capitán, por todas las razones que enumeró en el momento de hacer el anuncio, José Altuve.
«¡Salvador es simplemente todo en ese equipo! Todos los muchachos lo ven a él; todo el cuadro ve y siente la energía que tiene, cada pitcheo, todo lo que está haciendo. La presencia de Salvador es muy imponente, es un gladiador, sin él el equipo de Venezuela no sería lo que es. La confianza que le da a los lanzadores, Olvídate de lo que hace con el bate, con su ofensiva. Cuando Salvador se pone su equipo de catcher, es algo muy brutal, verlo, hasta la forma como devuelve la pelota al pitcher, la manera como corre la bola con un ponche, como sale del dugout ¡Salvador es todo!»
Volviendo a Pablo López, les cuento que habla cuatro idiomas (español, inglés, portugués e italiano), le gusta la lectura y sus compañeros Miguel Rojas y Martin Prado le decían “Wikipedia” y cuando querían saber algo, se lo preguntaban a él. El narrador del circuito de los Marlins en español, Yiky Quintana, le puso “El doctor”, a propósito de sus intenciones de ser galeno, pero la verdad es que la descripción de Cervelli es la que mejor le cuadra, es “El Cirujano”.