La Sabana en un guante - Mari Montes

La Sabana en un guante – Mari Montes

Ronald Acuña Jr. describe a La Sabana como su «Dubái» y lleva a su pueblo en un guante.

Publicado en: El Extrabase

Por: Mari Montes

 Ronald Acuña Jr.  se remonta a 2009 para comenzar a contar su historia como jugador, una decisión que tomó en su pueblo, La Sabana, cuando comenzó a soñar con llegar a ser un pelotero de las Grandes Ligas.  Tenía ejemplos en su familia, sabía que la ruta para llegar estaba llena de obstáculo, pero que era posible remontarlos con trabajo y disciplina.

El caso de La Sabana es extraordinario. Fundado en el siglo XVII, es un pueblo costero de apenas 3.000 habitantes, del que han salido jugadores importantes, como su tío José Escobar, el lanzador Kelvin Escobar, el infielder Alcides Escobar, todos familiares del slugger de los Bravos, además de su padre, Ronald Acuña, aunque no llegó a las Grandes Ligas, tuvo experiencia en las ligas menores, con los Mets, en ligas independientes y en la LVBP.

– “Teníamos muchos sueños por cumplir. Éramos unos niños soñadores, y ahora parte de eso lo estamos viviendo hoy en día». 

Se considera afortunado por haber tenido la oportunidad de aprender de sus familiares que llegaron a las Mayores, de cada uno tomó lecciones que le dieron cuerpo a su ilusión de llegar a “el mejor beisbol del mundo”.

– “Pude sacar un granito de arena de cada persona y aplicarlo en mí mismo, creo que eso me ha dado resultado».

Le pedí que describiera la magnífica geografía de La Sabana, sin duda una de las poblaciones más bellas de la costa del litoral central.

Con el mar Caribe enfrente  y al pie de la montaña, Ronald Acuña Jr. creció con bates y pelotas como sus más preciados juguetes.

Lleva a La Sabana en su mente y corazón, y también en su guante. Con su cielo azul celeste y mar de agua clara,  la playa de arena blanca y  los barcos peñeros de los pescadores. Se iluminan sus ojos  y sonríe, orgulloso de su origen. Hablar de La Sabana le alegra.

La Sabana - Ronald Acuña Jr.

– “Es un pueblo bastante humilde, con gente bastante humilde a quienes no les tocó fácil la vida. Esas personas que vienen de abajo que sí saben valorar cada gota que derrama el vaso; cada cosa que tiene un valor sentimental, eso es lo que más aprecio de venir de allá abajo. Si tuviera la oportunidad de regresar el tiempo pasado, volvería a nacer en La Sabana».

Para él, la exuberante belleza de su tierra, es superior a todo. Es el lugar al que siempre quiere regresar”.

– “Es Dubai para nosotros. Espero que Dios me de muchísima vida y salud para disfrutar con mi gente, porque ellos también son parte de mi éxito. En La Sabana mi gente siempre me apoya, yo lo llevo en el alma. Somos gente bastante humilde, aunque mucha gente nos tilde de cualquier cosa, uno siempre trata de hacer las cosas con amor y con cariño”.

En 2024, Matt Monagan publicó un extenso trabajo sobre “la magia” de La Sabana para ser una “tierra de peloteros”

De esta cualidad sabanera, Ronald comenta con gusto lo que representa para ellos el béisbol.

– «Yo creo que Dios le da un talento a cada quien, porque no creo que eso se vaya aprendiendo en el camino, porque no sé si es imposible o algo casi imposible, que ya los niños cuando caminan, con un año o dos, lo que hacen es que agarran un bate o una pelota, porque eso es lo que se vive a diario a allá, y ellos en sus mentes lo van asimilando. En mi opinión no creo que eso se aprende, creo que vienen con eso desde el vientre de sus madres».

Semanas atrás, cuando se celebró el Juego de las Estrellas en Atlanta, en la plaza fue colocada una pantalla gigante para que todos pudieran ver a dos de los suyos, Ronald Acuña Jr. y Maikel García. Muy único que dos sabaneros hayan sido seleccionados para estar en el Clásico de Verano, al cual convocan a los más destacados hasta la mitad de la temporada. Esto lo supimos en su momento, porque García estaba muy emocionado con esta actividad, en especial por los niños.

– «Somos de un pueblo pequeñísimo; de verdad que me siento orgulloso y contento por todo el trabajo que hizo Maikel. A ninguno de los peloteros allá nos ha tocado la vida fácil, pero gracias a Dios hemos sabido luchar contra los obstáculos que nos pone la vida. Eso es lo más impresionante, cuando tienes obstáculos y sales adelante, creo que uno valora más esas cosas y da mucha más motivación».

Tocamos el tema de las situaciones generadas con  algunos jugadores, en esta temporada en las Grandes Ligas,  por las ofensas y ataques personales o contra la familia.

Para Acuña, los abucheos son parte de lo que los jugadores deben soportar, con eso no tiene problemas, ha reaccionado cuando van más allá de lo tolerable.

– «Creo que a cualquier pelotero que le insulten a la familia o le toquen a su familia, va a salir, yo soy el primero, sin importar lo que pase.  Los abucheos son parte del juego, los fanáticos pueden gritar y abuchear, ellos hacen lo que pueden controlar del juego y nosotros debemos controlar lo que podemos en el terreno, olvidarnos de lo que están diciendo y salir a dar lo mejor por el club».

En verdad, los abucheos pueden ser muy motivadores en escenarios adversos, como pasó en el Citi Field de Nueva York,  donde hace unos días, después de una estruendosa rechifla, conectó cuadrangular.

– «Es una gran motivación, cada vez que salgo a batear y me abuchean, eso me da una motivación increíble, no se imaginan cuanta motivación me dan cada vez que me abuchean y yo creo que eso es parte del juego».

En 2018 debutaron dos jugadores que fueron elegidos “Novato del Año”: Ronald Acuña Jr. por la Liga Nacional y Shohei Ohtani por la Liga Americana, ambos han ratificado que aquella selección de la BBWAA, fue acertada. Consultamos su opinión sobre la carrera que ha tenido el japonés.

– «¡Es increíble lo que hace Shohei, no lo ha hecho ningún pelotero, de verdad es increíble!  Ojalá y yo pudiera tener ese talento, también. No me quejo del talento que Dios me dio, pero batear y pitchar de la forma perfecto como él lo hace, es algo digno de admirar».

Bromea porque le ha dicho al equipo que a él le gusta lanzar, pero cree que no confían en esa capacidad.

En el 2018 era el jovencito, el novato, el prospecto, ahora es un pelotero con experiencia para compartir y a quien los más jóvenes quieren emular. A Ronald le piden consejos para batear, pero él aún no siente que puede guiar, sino con el ejemplo.

– «Lo que más me dicen es como aprender a batear, de la manera como yo lo hago. Se ve fácil, pero pararse ahí a batear un pitcheo a 99-100 millas por hora, no es fácil, la gente no se imagina lo difícil que es. De verdad, en mi opinión, no sé todavía desenvolverme para darle un consejo a una persona, porque yo salgo al terreno y voy a jugar, no pienso nada, no anticipo nada, las cosas fluyen solas. Siempre agarro un poquito de cada compañero y lo aplico en mí, porque no creo que alguien te quiera más que un compañero, incluso que la familia, uno vive más tiempo con los compañeros que con la familia. Uno tiene que escuchar y llevarse lo mejor de cada uno».

Las lecciones de este tiempo han sido las dolorosas lesiones de las rodillas, que lo han hecho perder prácticamente dos temporadas. De cada una ha podido volver,  en el interín ha aprendido a ser paciente y a trabajar en su cuerpo y mente, para ser más fuerte.

– «Lo más fuerte fueron las operaciones que me sacaron, eso no se lo deseo yo a nadie. Muchas noches sin dormir y, como decimos en Venezuela, una lloradera y mucho dolor. Lo más importante es que uno sale de eso; son obstáculos que te pone la vida».

Con especial orgullo habla de sus dos hijos.

– «Están grandotes, muy bien, ya están hablando inglés fluido y estoy demasiado orgulloso por esa parte».

Los jugadores de béisbol hacen cosas extraordinarias, poseen talento, condiciones y destrezas que les permiten estar donde están, pero son seres humanos, así que de vez en cuando es necesario salirse del guion del béisbol, para conocerlos mejor.

 

 

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