[sonido]https://soundcloud.com/6j86-producciones/la-tragedia-de-la-mujer-pakistani[/sonido]
Hay historias terribles. Historias que sencillamente son inconcebibles, que no deberían ocurrir de ninguna manera en ningún momento de la humanidad, y mucho menos en este tan avanzado tiempo del siglo XXI.
Esto ocurrió en los últimos días del mes de mayo. “Una mujer murió lapidada» . Lapidada por su propia familia”. ¿Qué paso?
Farzana Parveen, estaba embarazada de tres meses, murió víctima de su propia familia, por haberse casado sin su consentimiento con el hombre que ella amaba.
Esto ocurrió en Pakístan, donde cada año mueren cientos de mujeres en los llamados homicidios de honor. La responsable de derechos humanos de Naciones Unidas, Navi Pillay, dijo que estaba “profundamente conmocionada” y exigió al gobierno de Pakistán adoptar medidas urgentes y severas.
Iqbal, el esposo de Farzana describió lo que aconteció y dijo que la actitud de la policía fue vergonzosa e inhumana porque nunca trataron de paralizar el ataque. «Gritábamos pidiendo ayuda pero nadie atendió. Uno de mis familiares se quitó la ropa para llamar la atención de la policía, pero no intervinieron, miraron cómo Farzana era asesinada y no hicieron nada». Iqbal dice que estaban amenazándolo a él y a su familia «Me dijeron que me iban a arrebatar el cadáver. Vinimos con escolta policial».
El padre de Parveen, quien lideró el ataque contra su hija, se entregó más tarde a la policía, pero otros de los familiares que tomaron parte en el ataque continúan libres.
Los parientes de Parveen, habían acusado a Iqbal, el marido, de secuestrar a la víctima y lo habían denunciado ante los tribunales. La víctima, sin embargo, prestó testimonio ante la policía y dijo que ella se había casado por su propia voluntad. Iqbal dijo que cuando la pareja llegó a los tribunales para responder sobre el caso, los familiares estaban esperando afuera e intentaron apresarla. Parveen se resistió, cuando ella intentaba liberarse, la arrastraron por el suelo, le arrojaron ladrillos y le rompieron la cabeza.
Murió lapidada por su propia familia. Murió tirada en el suelo.
La Comisión de Derechos Humanos de Pakistán calcula en 869 las mujeres que perecieron el año pasado víctimas de «asesinatos de honor», aunque se teme que en realidad sean muchas más.
Esto no ocurrió en tiempos de la antigüedad. Esto no ocurrió en los primeros siglos de la era cristiana. Esto ha ocurrido en el mes de mayo del año 2014.
P.S: Esto lo agrego a la grabación una vez que ya salió publicada en nuestra página, esta reseña sobre la mujer lapidada allá en Pakistan.
Días atrás vi un tuit de José Levy, el periodista de CNN que cubre en Medio Oriente. Informaba José, que el esposo de esta señora lapidada confesó que había tenido que matar a una esposa anterior para poder desposarse con la que ahora ha sido asesinada.