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En los primeros días del mes de Diciembre, una noticia empieza a colmar centimetraje en los diarios más importantes de todo el planeta, empieza a llevarse espacios en los noticieros de televisión y también se empieza a llevar espacio en la internet. Oh! Descubrimiento, un planeta parecido, muy, muy parecido por fin a la tierra. Leo la nota: (FUENTE:© 2011 UNIVISION COMMUNICATIONS)
“ES MÁS GRANDE QUE LA TIERRA
El observatorio espacial Kepler encontró en el sistema planetario «Kepler-22», a 600 años luz, el primer planeta situado en la «zona habitable», la región en la que creen que se puede encontrar agua líquida, anunció la NASA en una rueda de prensa.
Los científicos del Centro de Investigación Ames de la NASA anunciaron, además, que Kepler identificó mil nuevos candidatos a planeta, diez de los cuales tienen un tamaño similar al de la Tierra y orbitan en la zona habitable de la estrella de su sistema solar.
El planeta, Kepler-22b, es el más pequeño encontrado por la sonda espacial orbitando en la «zona habitable» -aquella donde las temperaturas permiten la vida- de una estrella similar a la de la Tierra.
Es más grande que la Tierra y todavía no se ha determinado si es rocoso, gaseoso o líquido, pero según dijo la subdirectora del equipo científico del Centro Ames, Natalie Batalha: «estamos cada vez más cerca de encontrar un planeta parecido a la Tierra….”
Este sería dos veces y cuarto más grande que la tierra. Por lo general cuando se habla de un planeta habitable, un planeta parecido a la tierra, se asume que allí debe haber vida, porque en esa inmensidad que es el universo, muchos dicen: no puede ser que estemos solos. La idea de que estamos solos, es, si usted se aferra a esa cosmogonía divina, si usted cree en la religión y en el dogma usted dice: nosotros somos creación de Dios y por lo tanto hay un solo Dios que decidió hacer vida sólo en este planeta llamado Tierra, en fin, esa es una teoría.
Los que piensan que no hay posibilidad de vida en otros planetas, detestan los ovnis, detestan las historias de los marcianos, basta escuchar el programa, Nuestro Insólito Universo de Rafael Silva, para ver como detesta, por ejemplo, la posibilidad que venga algún marciano o algún extraterrestre.
De marcianos se hablaba antes, porque se decía que si alguien nos invadía, sería del planeta más cercano a la Tierra, que es el planeta rojo, Marte. Con esa idea fue que Herbert George Wells, HG Wells, británico nacido en el año 66 del siglo XIX, quien falleciera en Londres en 1946, este señor, un novelista, muy destacado e ingenioso quien escribió: La Máquina del Tiempo, El Hombre Invisible, escribió la Guerra de los Mundos.
En la Guerra de los Mundos, vienen los marcianos e invaden la Tierra. La Guerra de los Mundos en los años 20s, fue llevada a la radio por Orson Wells, con tal grado de dramatismo que en New Jersey, en el noreste de Estados Unidos, cundió el pánico, la gente no podía pensar que eso era un programa de radio y salió despavorida porque los marcianos nos habían invadido.
En el año 1953, la historia fue llevada al cine, la protagonizaba Gene Barry, los más jóvenes no lo van a recordar, pero él en la Televisión hizo de Bat Masterson, aquel vaquero muy elegante y después hizo El Detective Millonario. En los años 50 esa película fue tan popular que dio pie, para que se impusiera aquel chachachá de “Los marcianos llegaron ya y llegaron bailando el ricochá”. Ahora, más recientemente, en el año 2005, el tema volvió a ser llevado al cine nada menos que por Steven Spielberg, protagonizado por Tom Cruise, aunque ya las historias de marcianos, pues, no tienen mucho éxito, ni sentido.
En la novela de HG Wells los marcianos, eran derrotados sencillamente porque las bacterias terrícolas los aniquilaban, pero, cuando se habla hoy por hoy, de algún planeta habitable, no es tanto como para que de allá vengan a invadirnos, como para que de aquí, un día de estos, si hay que huir, sepamos a dónde.