Esta semana hemos estado navegando con la maravillosa música de este fenómeno Joey Alexander. Cuesta creer que es un niño de 12 años el que está tocando, por eso es mejor oírlo con los ojos cerrados y olvidarse de lo demás, sino usted va a pensar que lo que tiene por delante no es la música de un niño sino de un monstruo. ¿Cómo es posible que un niño llegue a esos niveles de madurez? Sobre todo improvisando en el mundo del jazz. Para hoy tenemos otro estándar como lo es Over the rainbow de la partitura de la película el Mago de Oz. El productor del disco, habrán notado, quiso refugiarse en estándares para que estos estándares pues sirvieran para poner a prueba al oído del melómano más exigente la verdadera virtud de Alexander. En este caso la prueba está más que superada.
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