En 1966, presentó Ennio Morricone el soundtrack que revolucionó por completo el mundo del cine. Sergio Leone había impuesto las películas de vaqueros hechas en España con criterio europeo, el famoso Western Spaghetti, y lanzó una trilogía por un puñado de dólares. Luego, por un puñado de dólares más. Y la tercera: “El Bueno, El Malo y El Feo”.
Lo que hizo Ennio Morricone, sobre todo con esta última, fue magnífico. Un golpe de percusión muy sencillo, un criterio de orquestación, de temas y elementos minimalistas, el silbido que se pierde en el eco de la pradera. Y eso lo llevó a ser un tema extraordinario.
Cuando uno habla de Ennio Morricone, uno tiene que hablar, evidentemente, de “El Bueno, El Malo y El Feo”.
Ahora bien, resulta que, en 1967, Morricone puso el talento. Pero el que se llevó los dólares fue Hugo Montenegro, quien le dio una orquestación un poco más comercial, un poco más asequible. Buscó un baterista propiamente, puso bajo y se valió de un patrón rítmico más convencional. Y se llenó de dólares. Esta es la versión más popular de “El Bueno, El Malo y El Feo”, de Ennio Morricone.
Escuche también: “The Strength of the Righteous (Main Title)”, de Ennio Morricone