Los victimarios de la ley se convierten en víctimas por decreto presidencial en esta crónica de una desigualdad anunciada.
Publicado en: La Lista
Por: José Ignacio Rasso
Celebro la discusión sobre los libros de texto gratuito, las reflexiones, críticas, aciertos encontrados y posicionamientos particulares de cada uno de los grupos o interesados, el problema es que esta discusión debió ser previa y abierta entre especialistas, docentes, académicos y padres de familia. No cuando ya fueron publicados.
López Obrador y los defensores de la Nueva Escuela Mexicana argumentan que los libros de texto gratuito, además de estar “muy bien hechos”, detener en este momento su distribución generarían altos costos y dejarían sin el material necesario a los millones de niños y niñas que están por empezar el nuevo ciclo escolar, sin olvidar el costo económico que representaría por la producción de dicho material.
En resumen, los victimarios de la ley se convierten en víctimas por decreto presidencial y aquellos que, como Marx Arriaga, pretenden pasar como inocentes corderitos, no podrán evitar que se les asomen los colmillos después de haberse devorado el futuro de la educación.
Ante los cuestionamientos y la búsqueda de respuestas, la Secretaría de Educación Pública (SEP) reservó por cinco años la información de las asambleas para elaborar los nuevos planes de estudio y libros de texto. Por su parte, el presidente de la República informó que se tendrán conferencias vespertinas para explicar todo lo relacionado a los textos. Una vez más, lo que intenta es simular apertura y transparencia mientras los ejemplares ya salieron por la puerta de atrás y van camino a todas las aulas del país. Lo que se diga en las conferencias llega a destiempo.
Eludir la crítica y la búsqueda de consenso argumentando la idea de ser víctimas de nuevos ataques en contra de la transformación solo pretenden evadir la responsabilidad de haber llevado un proceso sucio y opaco para esquivar la rendición de cuentas e imponer una sola visión del país. En el fondo y en la superficie esta es la tónica que caracteriza a este gobierno. A río revuelto ganancia de obradores.
La preocupación por los libros de texto gratuito no solo descansa en el atropello a un proceso que debió discutirse de forma abierta, el hecho también alarma cuando en las voces de especialistas en temas de educación señalan que se trata de un retroceso, desdén a la lectura, a las matemáticas y a distintos aspectos técnicos que necesitan los estudiantes para desarrollar y mejorar sus capacidades.
Lo que estamos presenciando es la crónica de una desigualdad educativa anunciada, la misma que afectará la competitividad de las escuelas del sector público frente a las instituciones privadas. La disparidad entre unas y otras crecerá, y con ello disminuirán las oportunidades de aspirar a una menor desigualdad social.
Al final, lo que pretende el gobierno de la cuarta transformación es tapar el pozo después de encontrar al libro ahogado y esconder la información de un proyecto que nació muerto.