Ella, que investigaba crímenes de guerra, fue víctima de un crimen de guerra. Ella que cuidaba de los huérfanos, dejó a su hijo huérfano.
Publicado en: Opinión 51
Por: Brenda Estefan
Hablamos de la guerra en Ucrania a distancia, desde la comodidad. Analizamos el conflicto como si fuera un evento de los libros de historia. Escuchamos hablar de las víctimas con una conciencia adormecida y nos concentramos en los efectos económicos y geopolíticos de este conflicto, olvidando que existen irremplazables vidas humanas que se pierden día a día. Padres que pierden a sus hijos, niños que quedan huérfanos, mujeres y hombres que quedan viudos. Eso es la guerra.
Victoria Amelina, una joven ucraniana de 37 años, madre de un niño de 12, poetisa, escritora y ensayista, había tenido una destacada carrera en el mundo de las letras. Sus libros habían sido traducidos a diversos idiomas y había recibido el premio Joseph Conrad, otorgado a jóvenes escritores ucranianos. Tenía un futuro prometedor… Hasta que llegó la guerra y su vida, al igual que la de millones de ucranianos, sufrió un enorme cambio.
Desde el inicio de la invasión a Ucrania, la escritora se dedicó a investigar y documentar minuciosamente los crímenes de guerra cometidos por el ejército ruso, con el objetivo de permitir, algún día, obtener justicia y reparación para su pueblo. Además, la joven participaba activamente en acciones de apoyo a los niños que perdieron sus hogares o padres en las zonas del conflicto armado.
Entre las hazañas de Victoria Amelina también habría que sumar el que fue ella quien encontró el diario del escritor ucraniano Volodymyr Vakulenko en el pueblo de Kapitolivka, cerca de Izyum. El escritor había sido detenido y asesinado por soldados rusos durante la ocupación de su ciudad, y había enterrado su diario en el jardín de su casa. El texto constituía un testimonio importante sobre la vida bajo la ocupación rusa, y Victoria Amelina se dio a la tarea de publicarlo. Además, desde entonces se hizo cargo de los padres de Vakulenko y de su hijo, un adolescente de 14 años que requiere cuidado constante debido a que vive con una forma compleja del espectro autista.
La joven poetisa falleció el pasado domingo luego de quedar gravemente herida el 27 de junio, cuando un misil ruso impactó en un objetivo netamente civil: un restaurante en la ciudad de Kramatorsk, en el este de Ucrania. La valiente Victoria Amelina resultó herida mientras acompañaba a un grupo de colombianos que habían viajado a Ucrania para dar testimonio de la guerra, entre los cuales se encontraban el escritor Héctor Abad Faciolince y Sergio Jaramillo, ex comisionado de paz.
Ella, que investigaba crímenes de guerra, fue víctima de un crimen de guerra. Ella que cuidaba de los huérfanos, dejó a su hijo huérfano.
Victoria Amelina había confirmado su asistencia a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2023 para hablar sobre su investigación de crímenes de guerra y presentar su libro «Un hogar para Dom», una novela que aborda la historia de Dom, un solitario huérfano que busca desesperadamente encontrar un lugar al que pueda llamar hogar. El personaje se enfrenta a numerosos obstáculos y desafíos, pero la autora resalta su resiliencia y determinación mientras lucha por encontrar un sentido de pertenencia y superar las adversidades. El mismo espíritu de lucha que caracterizó al personaje literario creado por la incansable escritora es el que la identificó a ella.
Victoria Amelina es símbolo de miles de ucranianos que han reaccionado ante la invasión rusa, abandonando todo para contribuir desde sus trincheras y, en la medida de sus posibilidades, a defender a su patria. Sirvan estas letras como un homenaje a ellos.