Mujeres demócratas en las Américas - Juan Carlos Perez-Segnini Rodríguez

Mujeres demócratas en las Américas – Juan Carlos Perez-Segnini Rodríguez

Por: Juan Carlos Perez-Segnini Rodríguez

La semana pasada Kamala Harris aceptó su nominación a la Presidencia de la República. Su discurso reveló sorprendentes habilidades políticas y cualidades innatas a un auténtico líder. Lleva el mensaje en su alma y lo saca del profundo de su corazón. Palabras genuinas que despiertan apasionada emoción y confianza en los de más abajo. Conoce la dura y solidaria realidad del inmigrante. Les habla con sincera alegría. Kamala me impresionó. Refleja otra cara del país.

Harris tocó múltiples ángulos de la economía, con tres premisas: i) un nuevo impulso al crecimiento de la clase media como motor del desarrollo; ii) gobernar para todos, incluidos republicanos e inmigrantes de toda raza, color, credo o postura política; y iii) distinguir entre democracia y tiranía en el mundo. Conoce bien la lucha entre democracia y tiranía; sabe con quién está y con quién deben de estar los Estados Unidos de América. Escuché un mensaje para Venezuela, que luego Harris confirmó en carta dirigida a Edmundo González y María Corina. Venezuela hoy libra esa lucha global entre democracia y tiranía. La democracia ganó con abrumadora mayoría. La tiranía niega su derrota y se aferra al poder. Los mandos militares se identifican con la tiranía y son obstáculos para la libertad. Harris es hija de inmigrantes y conoce al tercer mundo. Su padre nació en Brown’s Town, Jamaica, en la parroquia de St Ann, costa norte de la isla. Kamala Harris es una esperanza para la democracia y libertad en Venezuela. Pero Harris no fue la única mujer que alzó su voz esta semana por Venezuela. Hay otras mujeres demócratas.

Laura Chinchilla, ex presidenta de Costa Rica, ha sido una voz constante por la democracia en las Américas. Esta semana advirtió que América Latina no se puede dar el lujo de perder una democracia más. Indicó que aceptar la maniobra de la dictadura sería claudicar en una de las grandes luchas de la región. La comunidad internacional está con los venezolanos y con la defensa de la integridad electoral en el resto de América Latina. Chinchilla fue vicepresidenta, ministra de justicia y de seguridad ciudadana. Es una respetada y reconocida vocera demócrata para la región; y es una referencia a seguir para la mujer política latinoamericana.

Isabel Allende también alzó su voz. Senadora por el Partido Socialista Chileno e hija del expresidente Salvador Allende, dijo en CNN —sin ambigüedades— que su padre ante todo era un demócrata que respetaba la voluntad popular. La democracia expresa la autodeterminación de los pueblos. Isabel Allende desconoció a Maduro. Es evidente que no ganó la elección y que no tiene nada que ver con los principios que sostuvo mi padre, dijo; se aferra al poder con las mismas prácticas represivas de las peores dictaduras de Latinoamérica. Isabel Allende recordó la amistad que la democracia venezolana les brindó a los socialistas chilenos durante la dictadura de Pinochet.

Chile mantiene una postura digna y respetable. Ha dicho que el régimen en Venezuela no es democrático ni de izquierda. Fue el primer país en desconocer el fallo de la Corte Suprema. Tildó a Maduro de dictador. Pero la izquierda latinoamericana aisló a Boric. Entonces emerge Isabel Allende para exponer la falsedad de aquella izquierda, totalmente desubicada. Es la izquierda tradicional latinoamericana corrompida por el régimen de Venezuela con apoyos económicos para sus campañas presidenciales; con colocaciones de recursos en sus bancos centrales; contratándoles obras con corruptelas, como Odebrecht; comprándoles bienes y alimentos de baja calidad con sobreprecio; y apoyando a la guerrilla colombiana. El régimen de Venezuela fue una fiesta y una bonanza para la izquierda tradicional latinoamericana que inmoralmente y a conciencia se aprovechó de recursos ajenos que pertenecían a todos los venezolanos, a cambio de su lealtad para el régimen. La indignante ambigüedad de los Tres Amigos, es el resultado de aquellos regalos.

La autodeterminación de los pueblos ha sido una bandera de la izquierda internacional. Es lo que ocurrió el 28 de julio en Venezuela, pero algunos izquierdistas insisten en desconocerlo. La institucionalización del fraude cierra vías jurídicas y pacíficas. Hay que respetar la voluntad del pueblo venezolano y no entregarse al cansancio. El 70% de los Venezolanos están unidos, cohesionados y dispuestos a atender los próximos llamados que se hagan desde la clandestinidad. La causa justifica los riegos. Los que están en Venezuela son los héroes. Intervalos de protestas, discreción cohesionada y apoyo internacional coincidirán, eventualmente, para salir de este régimen soez. Maduro se niega a acatar la voluntad popular por instrucciones de Putin. No quieren perder su base militar en la ubicación estratégica de Venezuela. En este grupo de mujeres demócratas no están Xiomara Castro ni Claudia Sheinbaum, que ganó democráticamente en México pero que no ha querido reconocer a la democracia en Venezuela. Le respondió a María Corina Machado, que ella aún no podía opinar. Quizás lo haga como Presidenta; es la esperanza. AMLO es un ruin que está comprometido con Maduro. Xiomara carga los compromisos de Zelaya.

30 países de la región respaldan la democracia en Venezuela y 11 rechazan la infame sentencia de la Corte Suprema. 30 expresidentes latinoamericanos acusan de un golpe de Estado en Venezuela. La ONU, OEA, Unión Europea y otros 22 países exigen ver y verificar de las actas del CNE. Rusia, China e Irán ya reconocieron al régimen, junto a Honduras y Nicaragua. Brasil y Colombia exigen actas verificables. México le sigue dando aire a Maduro, sin reconocerlo. Las actas del CNE que se exigen, ya las publicó la oposición luego de concluido el proceso de votación. Las mismas tienen código QR que permite su verificación. El Centro Cárter y renombrados académicos ya lo han hecho. La ubicación geográfica de Venezuela y sus enormes reservas petroleras es el tema en disputa en la contienda por Venezuela. Intereses adversos a la cultura occidental —Rusia, China e Irán— entraron en Venezuela con Chávez y crecieron una significativa presencia militar con Maduro. Son una amenaza para las Américas. Irán desvía la atención al Medio Oriente. Tratan de imponer a Maduro contra la voluntad de los venezolanos. El régimen les dio una posición militar estratégica y les hipotecó las reservas petroleras. Se sienten dueños de Venezuela. Kamala Harris y Laura Richardson lo tiene muy claro. El conflicto bélico mundial se expande en las Américas.

Hoy saludamos a estas tres extraordinarias mujeres demócratas de las Américas. Son parte de un coro internacional que respalda la victoria del pueblo de Venezuela, que el 28 de julio expresó democráticamente y con mucha alegría su anhelo de volver a vivir en libertad, democracia y paz.

 

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Post recientes