​Sheinbaum y Sánchez, unidos por el silencio – Javier Conde

Publicado en: El Nacional

Por: Javier Conde

Claudia Sheinbaum, la primera mujer que ejerce la presidencia de México, y Pedro Sánchez, el presidente del gobierno español, han hecho mutis ante un hecho de impacto global como lo es cada año la entrega del Premio Nobel de la Paz. Su silencio es aún más notorio -más atronador- porque la premiada, María Corina Machado, habla la misma lengua y comparte con ambos mandatarios raíces culturales que definen a Hispanoamérica. España, la madre patria de nuestras naciones, y México, la tierra con más hablantes del castellano y una larga influencia cultural en la región, miran hacia otro lado por medio de quienes representan la jefatura de sus gobiernos.

Sheinbaum se escudó en un «sin comentarios» desde que el Comité Noruego del Nobel anunció su decisión, y el propio 10 de este mes cuando se produjo la ceremonia de entrega del premio y el acto solemne respectivo en Oslo lo reiteró con un «sigo sin comentarios». Intentó en esta ocasión decir algo más. Algo como esto:  «Es muy importante decir que México siempre va a defender la autodeterminación de los pueblos, la no invasión, la no injerencia y la decisión de los pueblos de tener a los gobiernos que decidan los propios pueblos (…) siempre será esa nuestra posición.»

La mandataria parece saber cuál es la raíz del conflicto en Venezuela – «la decisión de los pueblos de tener los gobiernos que decidan los propios pueblos»- pero decide mantener «su posición». La decisión del pueblo de Venezuela es pública y notoria, pero Sheinbaum se hace la desentendida aun cuando eso, el respeto nada menos que a la soberanía nacional, ha sido burlado. Es como si la señora presidenta metiera un dedo en agua caliente y ni siquiera dijera «ay».

El argumento de la no injerencia no es fiel a la verdad. El episodio del asalto a la sede diplomática mexicana en Quito lo expone. México otorgó asilo político al exvicepresidente Jorge Glas sentenciado por casos de corrupción. Era un prófugo de la justicia ecuatoriana, pero México prefirió el argumento de «perseguido político» que esgrimió Glas, ¿Es o no es injerencia en los asuntos internos de otro país? Nada justifica, sin embargo, que el gobierno de Daniel Noboa ordenara la intervención de fuerzas policiales y militares para capturar al exvicepresidente. Una provocación respondida con un horror.

Lo de Pedro Sánchez es a su medida. Célebre por su repentinos cambios de opinión, deslizó como quien no quiere la cosa que «es que yo no me pronuncio sobre los premios Nobel». Si lo hizo, en cambio, en 2014, en 2016, en 2018 y en 2020, según las pruebas testimoniales que los medios se encargaron de recordar. El líder socialista resalta que su gobierno no ha reconocido el de Maduro luego de las elecciones del 28J, como han hecho igualmente Petro y Lula, entre otros dirigentes de la izquierda latinoamericana. Pero hasta ahí, ni un pasito más, ni una iniciativa junto con otros gobiernos de la región para presionar por el reconocimiento de los resultados electorales en Venezuela.

Sánchez se presenta como líder de la «regeneración democrática» en su país, donde funciona una democracia con separación de poderes y un ardiente debate público, pero no tiene una palabra, ni él ni su gobierno, para reconocer la lucha del pueblo venezolano por la recuperación democrática. Es un flaco servicio el que presta a su país pasar por alto un hecho de tanta trascendencia global en un momento de retroceso de la libertad y la democracia. ¿Cuánto pesarán los vínculos conocidos entre funcionarios y exfuncionarios de su gobierno y la cúpula en el poder en Venezuela? ¿Cuánto sabrá el régimen venezolano de las «gestiones» de José Luis Rodríguez Zapatero, hombre de mucha confianza en la Moncloa?

La democracia, en todo caso, no gana nada con los silencios de Sánchez y Sheinbaum, que es muy posible que no compartan ni españoles ni mexicanos.

 

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Post recientes