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Dos prominentes personajes del régimen se burlan, no sólo de la Constitución sino también de la cordura, la sensatez y la lógica. El primero de estos personajes es la señora Tibisay Lucena. Ella, dice nuestra página de Unión Radio: “Aseguró que este año habrá parlamentarias”. Señora Lucena, eso no es noticia, según la Constitución este año hay parlamentarias, eso no es una potestad suya, este año tiene que haber parlamentarias.
Pero lo increíble es que, como dice El Impulso, en Barquisimeto: “Lucena anuncia el trimestre pero no el día de las parlamentarias”. El Universal, en Caracas: “Lucena afirma que las parlamentarias serán a finales del 2015, no obstante no precisó la fecha”. Señora Lucena, ¿por qué usted no ha dado la fecha? ¿Usted cree que al hacer tan vago anuncio en televisión está dando una gran noticia? No, usted tiene ya muchos meses de atraso con el anuncio puntual de la fecha electoral.
Ahora, ¿podría usted responderle al país -y esto si sería noticia- por qué usted no da la fecha? ¿Cuál es el misterio con esa fecha? ¿Qué se lo impide? ¿Qué tan difícil es calcular con un calendario? O mejor dicho, ¿qué elementos extra calendario están pesando sobre usted para que no asuma su responsabilidad?
Por otra parte es importante destacar que el Rector Principal, Luis Emilio Rondón, dijo que: “la decisión de no hacer elecciones para el Parlatino no se había debatido en el seno del Consejo Nacional Electoral”. Es decir, eso fue una decisión suya, personal e invidivual, señora Lucena.
El otro personaje que hay que destacar es el flamante Ministro de la Salud, Henry Ventura. En televisión se tomó la molestia de desmentir a Douglas León Natera presidente de la Federación Médica Venezolana, a propósito de las cifras de la emigración de médicos del país. Según la Federación se han ido del país 13.000 médicos. Según el ministro Ventura, sólo se han ido 320; y además afirma categórico: “En 6 años se han ido 320 para hacer postgrados y luego se devuelven al país”. ¿De dónde, señor Ventura, ha sacado usted esto? Cualquier venezolano que le escuche va a pensar que usted se está burlando de él. Es que uno lo escucha, y de inmediato siente que usted se está burlando de uno.
Además, el ministro insiste en la campaña contra los laboratorios. Dice en el diario Vea: “Los laboratorios generaron escasez de medicinas. Los laboratorios fueron los que desaparecieron los medicamentos. Queremos denunciar que los grandes laboratorios desaparecieron los medicamentos, a pesar de haber recibido los recursos solicitados con divisas a tasa preferencial de 6,30 por dólar para la producción e importación de medicamentos los grandes laboratorios farmacéuticos incumplieron”.
Ventura, una vez más, es falso: nadie en la empresa privada recibe dólares, los reciben los proveedores. ¿Qué tan difícil es entender y reconocer eso? Además, en Vea afirma: “El Siamed funcionará impecablemente”. ¿Cómo? La semana pasada hicimos foro donde el Presidente de la Cámara Farmacéutica y el doctor Rafael Orihuela describieron suficientemente el desastre que supone este Siamed.
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En capítulo aparte quisiera comentar la visita que el pasado viernes realicé a la redacción del diario El carabobeño, en Valencia. En algún momento en la sala, rodeado de periodistas, me sentí como si estuviese en una gran balsa, rodeado de náufragos, en medio del océano. Periodistas veteranos, periodistas jóvenes, pasantes, todos con una angustia inmensa en el rostro: ¿qué va a ser de ellos? Esa es una pregunta importante.
¿Qué va a ser de la madre que con su trabajo mantiene a una familia? ¿Qué va a ser, por ejemplo, de la vida del veterano periodista que dice: “Tengo 40 años viniendo todos los días a El Carabobeño, si no vengo mañana no se qué va a ser de mi vida”. ¿Qué va a ser del joven periodista que apenas comienza ya siente que le están acabando la carrera?
Lo terrible es que todos están conscientes de que lo que está cayendo sobre ellos en este momento es una decisión que nada tiene que ver con el oficio, nada tiene que ver con su solvencia profesional. Lo que cae sobre ellos en este momento es ese peso inmenso, cruel e inaceptable, de un régimen despiadado que no soporta la verdad.
Mi solidaridad total con ellos: #yosoyelcarabobeño.
