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Es difícil de verdad creerle al gobierno. El 16 de octubre, hace ya exactamente un mes, Nicolás Maduro dijo que descartaba que la caída de los precios del petróleo fuera a impactar el funcionamiento de la economía nacional. “Nosotros tenemos planes para cualquier escenario”, dijo Maduro desde un Consejo de Ministros transmitido por Venezolana de Televisión. “En un gobierno revolucionario con poder económico como el que yo presido, tenemos planes para pasar a cualquier situación así tiren los precios del petróleo a donde los tiren, y garantizar las divisas que necesita el país para el funcionamiento de la economía”.
Después de este tono sin duda altisonante, prepotente, la realidad le ha dado una bofetada. Su canciller, que sigue actuando como Ministro del Petróleo, está en una gira desesperada por algunos países petroleros, y recién ha declarado: “El precio deseable del crudo sería de 100 dólares por barril”. Leo en El Universal: “Estamos convencidos de que los precios están a un nivel excesivamente bajo, la inestabilidad en el mercado no favorece los intereses de nadie. Nadie está conforme con una situación donde el precio se sigue desplomando sin razón aparente” .
¿Cómo que sin razón aparente? ¿Este es el hombre preclaro que va a rescatar los precios del petróleo? Todo viene de una fantasía. Hugo Chávez se ufanaba de que él había subido los precios del petróleo. Si él los subió entonces a este gobierno revolucionario le cuesta creer que no los pueda seguir subiendo. Los expertos internacionales tienen respuestas claras de qué está pasando con el precio del petróleo, pero el señor Ramírez no tiene idea, lo confiesa, y tampoco tiene idea el señor Maduro.
En el contexto de esos viajes desesperados para tratar de impedir aún más la caída del petróleo, leo en El Nacional lo siguiente: “Venezuela deberá revisar los acuerdos ante la caída del crudo. José Toro Hardy, ex director de Pdvsa, considera que es inviable conservar los beneficios de financiamiento establecidos en el convenio Petrocaribe; “con la caída de precios y producción estamos enfrentados a un déficit fiscal inmanejable, dice Toro Hardy.”
Uno se pregunta entonces, ¿cuando Rafael Ramírez dice “necesitamos un barril a 100 dólares”, eso es para seguirle regalando petróleo a Cuba, por ejemplo? ¿No está contemplado ya cortar con esa regaladera de petróleo?
Por lo pronto, la fanfarronería de hace un mes ya no tiene sentido. Evidentemente, el gobierno está en serias dificultades y el precio del petróleo, por más de los viajes incansables de Rafael Ramírez, seguirá palo abajo.
Un comentario
Esos personajes no tienen la mas mínima idea de como «se bate el cobre» , mejor dicho «como de bate el PETROLEO».