La debilidad

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  Esto lo dijo el señor Maduro el pasado jueves:

“900 mil compatriotas, 900 mil, ya los tenemos con cédula de identidad y todo. Y eso significó que la brecha fuera más corta”.

  A ver. Se estaba refiriendo, evidentemente, a los venezolanos afectos al chavismo, o que antes habían votado por el chavismo y que en esta oportunidad no lo hicieron. 900 mil con cédula y todo, según su decir. Esa frase tiene consecuencias graves. Una primera es la que se puso de bulto rápidamente: eso es mentira porque no hay manera de saber el voto, el voto es secreto. Claro, él no está diciendo quiénes votaron, solamente se estaba refiriendo a los que no votaron. Llama la atención, a todas estas, que el Consejo Nacional Electoral y la Fiscalía no hayan dicho nada, porque el señor Maduro, cometió una ligereza bastante grave al hacer esta afirmación. Algunos, inclusive, han afirmado que hay abierta violación de la Ley Electoral.

  Ahora, yendo un poco más allá, ¿por qué Maduro hizo esta revelación? La frase final es la clave “por eso la brecha fue tan estrecha”. Debe estar muy atormentado el señor leyendo titulares prácticamente cotidianos, donde se habla de cómo en cuestión de semanas y meses, dilapidó, como heredero, el capital político que le dejó Hugo Chávez. Cómo aquel capital, aquel poderío político que le dejaron lo ha vuelto añicos.

  “Ganamos de vaina o cómo de vaina no perdimos”, como decía aquel famoso artículo de Aporrea. Pues bien, no tanto para los extraños, pero sí para los propios, Maduro se ve en la necesidad de decir, no soy tan malo, la cosa no es tan grave. Si hubiesen votado por mí esas 900 mil personas la brecha no hubiese sido tan chiquita.

  Señor Maduro, ¿y no se da cuenta usted de la gravedad de lo que está diciendo? ¿De la confesión terrible que está haciendo? ¿Por qué no se pregunta usted, por qué esas 900 mil personas no votaron? Si 900 mil chavistas se decidieron abstener, fue porque usted no les gustó, usted no les convenció.

  Como se quiera ver, esas tres frases de Maduro del pasado jueves revelan demasiado, por sobre todo revelan la inmensa fragilidad que él representa tanto para propios como para extraños.