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La esquizofrenia, una manera de gobernar.

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18 años en el poder. 18 años son, prácticamente, cuatro periodos presidenciales, según la Constitución de 1961. Cuatro quinquenios, cuatro gobiernos distintos.

Entre 1959 y 1979, en esos 20 años tuvimos cuatro presidentes que determinaron un avance importantísimo en la vida social, política, económica, cultural y educativa en el país. No es el momento para hacer el largo inventario de los logros, pero sí es necesario establecer que 18 años de gobierno chavista, no solo han dejado muy poco, por no decir nada, sino que han exhibido una escasísima rotación en el liderazgo y en la conducción del país. No solo Chávez gobernó un tiempo excesivo -ahora seguido por Maduro que es más de lo mismo pero peor-, sino que los nombres que en este largo período han rotado en el gabinete ejecutivo han sido siempre los mismos con muy pocas y notorias excepciones.

Algo increíble es que 18 años después, como si fueran cuatro quinquenios de la anterior republica civil, todavía el gobierno hable en términos de futuro. Todavía el gobierno habla como si se estrenara, como si fuera nuevo en lugar de muy viejo: voy a hacer esto, voy a hacer lo otro. Y todavía, a estas alturas, cuando algo no funciona la culpa es de la IV republica.

Además, se leen notas insólitas. Últimas Noticias, diario oficialista, publica en su gran titular de hoy: “Nuevo sabotaje eléctrico”. Van de sabotaje en sabotaje, van de iguana en iguana, van de excusa en excusa. O, lo que es lo mismo, de mentira en mentira. Ayer, por ejemplo, pudimos ver en la pantalla de Globovisión -muy sonriente ella, hecha toda una pascua- a Mariely Valdez, Viceministra de Formación Educativa del Ministerio para los Servicios Penitenciarios. La señora Valdez soltó esta perla:”En Venezuela no existen pranes, porque todos los privados de libertad son exactamente iguales”. Además: “El 98% de los recintos a nivel nacional se encuentran controlados por el Estado bajo el nuevo régimen penitenciario”.

La situación es esquizofrénica: se niega la realidad de manera impúdica y grosera, como si los que gobiernan esstuvieran muy por encima (de allí que se consideren intocables) y pudieran escupir todas sus miserias y mentiras en los rostros humillados de los venezolanos. Vemos, por hablar solamente del caso penitenciario, una situación dantesca, infernal, que ha dado para densos reportajes que, para vergüenza de todos, le han dado la vuelta al mundo. El hacinamiento, las condiciones infrahumanas en las que se vive en las cárceles. ¿Pero cuál es la reacción del régimen? Aparece la viceministra, elegantemente trajeada en la televisión, muy sonriente ella, para decir que no, que no solo es mentira el hacinamiento, sino que todo es de un orden impecable. ¿Pranes? ¿Qué pranes? ¿Cuáles, dónde? Aquí no existen pranes. Es el gobierno negando la realidad siempre.

¿Un ejemplo más elocuente? Aquí tiene otro. El Nacional ayer nos da un titular escalofriante: “504 muertes violentas hubo durante enero”, citando las cifras de la ONG Observatorio Venezolano de la Violencia. Entonces sale al paso, iracundo, el General Reverol, Ministro del Interior: “Esa ONG y El Nacional son desestabilizadores”. ¿Por qué? Pues porque no fueron 504 muertes violentas en enero. Fueron 502. Punto. Según sentencia oficial, imponente y sin margen a dudas, del General.

 

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