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La gran mentira de los Derechos Humanos

 

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  Xabier Coscojuela, en su editorial de hoy, en la primera página de Tal Cual, bajo el título: “Nicolás, ¿Qué pasa con Simonovis?”, nos dice lo siguiente: Nicolás Maduro afirmó este fin de semana que en Venezuela todos los ciudadanos gozan de los derechos establecidos en la Constitución. Sin embargo, lo que ocurre con Simonovis y los agentes de la extinta Policía Metropolitana: Erasmo Bolívar, Luis Enrique Molina, Héctor José Rovaín, Arube José Pérez y Marco Javier Hurtado, desmiente la afirmación del Jefe del Ejecutivo.

  Esto en un artículo dedicado al caso de Simonovis, donde hay tal grado de ensañamiento que difícilmente uno puede entender lo que está pasando. Quizás hay exceso de odio. Alguien dijo -eso corrió en los medios periodísticos- que un alto personero del régimen habría dicho: “Simonovis es mi preso”. Es un acto de gran prepotencia. Esta voz corrió después del fallecimiento de Hugo Chávez. ¿Quién, entonces, pudo haberlo dicho? Alguien, definitivamente, con muchísimo poder.

  Ahora, la Juez que lleva el caso de Simonovis le da largas y más largas al asunto – y todo este relato está perfectamente narrado en el libro “El prisionero rojo”, recientemente bautizado en una librería en el Trasnocho, en Paseo Las Mercedes (por cierto que ocurrió un incidente esa noche del bautizo, estalló un carro, no se sabe si eso fue gratuito o qué, lo cierto es que tuvo que suspenderse el bautizo y todo fue pánico y corredera) donde Simonovis da cuenta de todo lo que ha ocurrido con su persona, en su caso muy puntual. Y nos dice Coscojuela en el editorial de hoy:  Simonovis sufre 19 padecimientos médicos diferentes, incluso tuvo que ser intervenido quirúrgicamente de emergencia no hace mucho. Sus dolencias han sido certificadas por forenses del Cicpc, de la Fiscalía, del Sebin y del Hospital Militar. Sin embargo, no han sido tomadas en cuenta por la Juez que lleva el caso, ella pide ahora que se establezca una junta médica militar para determinar su estado de salud.

  ¿Pero por qué militar? ¿Por qué todo pasa por ese tamiz militar? ¿Es que este régimen no pude vivir sin los militares? ¿O sólo los militares son ciudadanos creíbles? ¿El país es sólo, entonces, de los militares?

  Y cuando hablamos de los Derechos Humanos miente Nicolás Maduro, porque acá no se le están respetando los derechos a los venezolanos. Lo que ocurrió el día sábado con Alejandro Silva es muy grave. Nos ha llamado la atención que, inclusive, voceros de la oposición han tratado como de minimizar el caso. Porque ya nos acostumbramos prácticamente a todo: Mataron a alguien en la esquina, ¡ah! Sí eso es todos los días. Le atropellaron los derechos a fulano, ¡ah! Si eso es todos los días. Pero lo que ocurrió con Alejandro Silva es muy grave porque esa es una práctica sólo de las dictaduras; sólo las dictaduras pueden entrar a un hotel, sacar a golpes de su habitación a una persona, sin decirle qué es lo que pasa, para dónde lo llevan y por qué. Y todo parece indicar -así es el testimonio de Alejandro Silva- que todo ocurrió por órdenes directas de Maduro.

  Hoy en un trabajo en el diario El Universal, el ex juez Jesús Ollarves le recuerda a Maduro: “Sólo los jueces pueden ordenar la detención de una persona, no un presidente”. De manera que es mentira que se esté respetando el Estado de Derecho, es mentira que los ciudadanos estemos protegidos por la Constitución, porque que desde hace ya mucho rato sabemos muy bien lo que hace este régimen con la Constitución. De manera que si la ecuación es cierta –a mayor temor e inseguridad del Gobierno, mayor represión- entonces preparémonos porque los Derechos Humanos  pasarán a ser tan sólo un recuerdo.

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Un comentario

  1. y para complemento, la Sra Fiscal General de la Republica, en un acto del mayor Cinismo al que estan acostumbrados los voceros del regimen, dice: » Alejandro Silva no estaba detenido, sino en una entrevista…» CARADURA!

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