Larry, Curly y Moe

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  A más uno la memoria le trajo la misma imagen. Lo digo porque algunos lo escribieron en el Twitter, otros llamaron: “¿Viste la rueda de prensa?”. Y la imagen que vino a la memoria es la de Larry, Curly y Moe. Pues bien, los Tres Chiflados se especializaban en explicar cosas que no se podían entender y en hacer todo tipo de gracias. Ayer no hubo ninguna, sin embargo. Ninguno le metió el dedo en el ojo al que estaba al lado, ni le hizo una morisqueta. Pero de alguna manera sí le metieron el dedo en el ojo al que estaba en frente. En primer lugar a los periodistas, que fueron regañados por el intemperante señor Giordani, para variar. Y más allá de los periodistas, pues el país todo. Ayer, cuando convocaron para explicarnos el nuevo sistema para el manejo de las divisas, lo que tuvimos fue el anuncio real de una gran devaluación.

  Dice El Carabobeño: “La subasta de divisas refleja una nueva devaluación”. Esto es un filtro. Dice el economista Luis Oliveros, citado en este diario. Y por qué una devaluación, porque el mecanismo lleva implícita una oferta del dólar por encima de Bs 6,30, lo que demuestra el fracaso de la reciente devaluación, según Ángel García Banchs, leído en la misma página.

  Tanto El Universal como El Nacional, se esmeran en presentarnos unas infografías para que medianamente podamos entender el enrevesado mecanismo que diseñó el señor Giordani.

  Leo la infografía de El Nacional: Las empresas llevan los recaudos a la entidad financiera. El órgano superior, el Banco Central, decide cuáles empresas participarán -Aquí ya hay un filtro, aquí ya empieza la discrecionalidad-. Luego, se asignan los dólares según el promedio del tipo de cambio de las cotizaciones ofrecidas por las empresas. Cuando la mercancía llega a la aduana, el Banco Central y Pdvsa le cancelan en efectivo al proveedor fuera del país.

  El infograma de El Universal nos da los tres pasos del proceso. El Banco Central llama a subasta de dólares. Las empresas solicitantes, que tienen que estar inscritas en el Rusad, pujan por una cantidad de dólares a través de las entidades financieras. Los bancos envían las solicitudes de sus clientes a las autoridades. Es decir, al Central.  El segundo paso: el Banco Central determina a qué precio y a qué empresas venderán los dólares luego de una verificación previa. Los bancos son notificados de las asignaciones y solicitan a sus clientes hacer el pago correspondiente. Y el tercer paso: Los bancos emiten cartas de crédito a los proveedores. Y el Banco Central verifica las condiciones de importación y luego realizan los pagos en dólares directamente a los proveedores.

  Pero el detalle más cruel de todo esto, como dice El Mundo: “La gente común quedó fuera del dólar”. Es decir, usted. Usted está fuera de esto. Las subastas son sólo para las empresas. Los ciudadanos comunes, los estudiantes, los viajeros, las remesas de los familiares en el exterior, todo eso está fuera.

 Lo que tenemos, señor Giordani, es otra devaluación. Menudo record para Maduro: su gobierno ha devaluado dos veces en poco más de un mes.