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Basta ver la fotografía y ya uno entiende la dimensión del odio o del desespero o, quizás, de ambos. Voy a leer los párrafos de esta pequeña nota que firma Hernán Lugo Galicia en El Nacional:
Diosdado Cabello reveló que mantiene un operativo de seguimiento a la oposición y que por ello conocieron el itinerario de la diputada María Corina Machado en Colombia. “Sabemos qué hacen, qué comen y con quiénes se reúnen”, se jactó Cabello, a quien Mario Silva acusó en una grabación de contar con “un equipo de investigación en el PSUV”.
Todo esto en esa alocución de ayer donde responsabiliza a Capriles por si se presenta hoy algún hecho violento en la marcha. Además, le pidió a los trabajadores de Miranda que no fueran a marchar. Dice Jorge Rodríguez que: “el pueblo estará esperando en las calles”. Esto, se ve clarísimo, no es más que una abierta provocación. Pero sigamos con Cabello: “Enviarán a trabajadores, mientras qué saben qué preparan. ¡Qué no embochinchen a Caracas! Capriles estás inhabilitado. Más temprano que tarde la justicia llegará. ¡Todo tiene su momento! No es amenaza”.
Sin precisar -escribe el periodista Hernán Lugo Galicia- anunció que revelará una red de bingos que negociarían con el alcalde de Sucre, Carlos Ocariz; acusó a Leopoldo López de estar conspirando, a María Corina Machado de hacer declaraciones fraudulentas sobre los fondos que obtienen, lo que atribuyó a una triangulación de Estados Unidos y a la forma de obtener recursos de NED (National Endowment for Democracy). “¿Golpe? Vengan. La ‘trilogía del mal’ busca amigos (en FAN). María Corina Machado conspira contra venezolanos; López irá preso por corrupción. Si comen flecha no les daremos con un bate. Alertamos porque queremos paz. No lograrán dividirnos; somos hermanos, hijos de Chávez; lo que lograrán es que nos radicalicemos”.
No hay manera de encontrarle algo de coherencia a esta sarta de frases destempladas y de abiertas amenazas. Mientras se da esta situación, leemos otros de titulares que son realmente alarmantes. El diario El Norte, en Barcelona: “En bodegas venden leche por cucharada para cubrir la demanda”. ¡Miren hasta donde hemos llegado! Dice: El desespero de las madres anzoatiguenses por conseguir leche traspasa barreras. En bodegas de las zonas populares ya comenzaron a expender el producto en cantidades reducidas. Denuncian que la cucharada del alimento cuesta 5 bolívares. Comerciantes aseguran que obtienen la lata del lácteo hasta en 150 bolívares, en Margarita también reportan escasez.
Titular en la primera página de El Correo de Caroní, en Ciudad Guayana: “En Pdval de Vista El Sol solo abunda la salsa de tomate”. Y la foto muestra un anaquel vaciío con las botellas de salsa de tomate reunidas en un extremo.
Y, en medio de todo esto, El Nacional nos dice: “El dólar paralelo alcanzó otro record” (como saben, no se puede hablar de esto, no se puede decir la verdad, su número exacto). Economistas atribuyen el comportamiento de la divisa no oficial a declaraciones del Ministro Rafael Ramírez (¡El propio Ramírez detona la subida del dólar prohibido!) Se lo atribuyen también a la falta de anuncios para frenar la escasez y la inflación y a la incertidumbre sobre disponibilidad de esa moneda.
Y, para remate, El Universal en primera página dice: “La mayoría le da máximo un año a Maduro para acabar con los problemas”. Según la encuesta del IVAD más del 50% no cree que Maduro pueda resolver la inseguridad, el desabastecimiento, el alto costo de la vida, el desempleo y las fallas eléctricas”.
De esto, Cabello, es de lo que usted debería preocuparse.