[soundcloud id=’141351584′]
31 años atrás, el 18 de febrero de 1983, el entonces presidente del Banco Central de Venezuela, Leopoldo Díaz Bruzual, anunció la devaluación del bolívar. Dejamos de tener esa moneda dura y privilegiadísima a 4,30, y pasó para todos a 6 bolívares. Una devaluación que en aquel entonces fue un escándalo. Estamos hablando de lo que era nuestra vieja moneda dura. El antiguo bolívar que, con los años, terminó en débil y fue sustituido por el bolívar fuerte que está hoy en día bastante más débil que el débil anterior. Suena raro pero ustedes me entienden. Aquella fecha la llamamos Viernes Negro. Si aquel fue un Viernes Negro, ¿cómo llamar al lunes de ayer?
A ver, tenemos tres tipos de cambio. El cambio que viene del Sicad, que ahora se tramita por el Cencoex, que está en 6,30 bolívares fuertes. Hay otra tasa que es la del Sicad I que, según leemos en el Diario 2001, está en 10 bolívares con 80 céntimos. Y ahora tenemos el Sicad II que ayer en su primer día se ha montado en 51 bolívares con 86 céntimos. Esto, dicen los especialistas, es la devaluación más grande en toda la historia de la República de Venezuela. Es una devaluación del 722,2%.
Frente esta devaluación y en los tiempos inflacionarios que vivimos ¿de qué tamaño es su bolívar? El suyo, el que tiene usted en este momento, no importa la cantidad, en su bolsillo. Pues bien, esa es la realidad que tenemos, es un bolívar muy aporreado por el Gobierno en medio de esta crisis económica espantosa de escasez, inflación, desabastecimiento…
Pero esta noticia ha pasado a plano menor. ¿Por qué? Pues porque el señor Diosdado Cabello, cual conductor de circo -eso que llaman ringmaster, pero sin frac rojo ni pumpa-, salió a darnos un alarde de prestidigitación para llamar la atención y distraernos del problema del bolívar. ¿Y de qué manera nos está distrayendo el señor Cabello? Pues en su tono habitual de capataz de hacienda gomecista, nos dice que la señora María Corina Machado ya no es diputada.
Su argumento es endeble y arbitrario: porque ella aceptó ser la representante de Panamá. No, Cabello. Panamá le cedió su silla en la OEA para que pudiese hablar. Y, gracias a las maniobras de este régimen, que no acepta la disidencia ni dentro ni fuera del país, tampoco en la OEA pudo hablar. Pero le gusta a Cabello armar un escándalo, le gusta alzar el tono de voz y decir este tipo de fanfarronadas: “No tendrá acceso aquí ni al estacionamiento, ni a la oficina que cada diputado tiene en Pajaritos, dejará de percibir los ingresos que percibe como diputada y le quedará terminantemente prohibida… Prohibida no. No tiene entrada, no tiene acceso simplemente porque no es diputada”.
Es el capataz del país, por encima, inclusive, del propio presidente. Es, evidentemente, una arbitrariedad más. Ese Estado de Derecho que ayer comentábamos está vuelto añicos, de manera admirable cada día lo destrozan más: los añicos los vuelven más añicos.
A todas estas, el ciudadano presidente qué dice. En el diario Vea le vemos en la Conferencia Nacional de la Paz Indígena, con un collar indígena al cuello y una maraca en la derecha; se le arrodilla un indígena y él le responde con un gesto. Y dice: “El Golpe de Estado de la ultraderecha está siendo derrotado”. Aquí hay algo raro, o no están funcionando bien los tiempos o la conjugación no es la correcta. Arreaza dijo la semana pasada que el Golpe ya estaba completamente aplastado. Si está aplastado, ya no existe el Golpe de Estado. Si está siendo derrotado, ese gerundio supone que el Golpe todavía está por allí. En fin, para eso ha quedado el Presidente de la República.
Por lo demás, lamento decirle, estimado oyente (lector), que su bolívar hoy vale prácticamente nada.
Un comentario
De los editoriales que ultimamente ha hecho, este ha sido uno de los mas dolorosos de escuchar, por no decir excelente en su contenido. Hay muchos muertos y hemos pasado situaciones extremas, las cuales las ha reflejado muy bien. Pero tener que escuchar en los mismos cinco minutos una vez mas el hecho ratificado de que estamos cada vez mas dentro de una dictadura, que estamos no solo volviendo al pasado con lo del «lunes negro» sino que ademas, batiendo todos los records en devaluacion, y encima seguir viendo al presidente electo por mandato de un CNE ilegal,en una payasada mas, entre religiosa y brujería, es como mucho con demasiado. Cada dia me siento mas huerfano de pais.
Saludos