Por: Floralicia Anzola
El primer trimestre de este 2023 ha sido en materia noticiosa en muchos aspectos una continuación del 2022, con la guerra de Ucrania, armas, grupos, aliados y sus consecuencias en el panorama mundial, con la secuencia judicial de los incursos en insurrección por los hechos de enero 6 de 2021 en el Capitolio, los documentos de archivos nacionales considerados secretos encontrados en la residencia del expresidente Trump y luego en las del Presidente Joe Biden y el vicepresidente Pence.
Pero también ha habido episodios únicos en sí mismos como la presencia del Globo chino espía sobre territorio americano, el dron estadounidense en cercanías de Crimea, la postura China de protagonismo y mediación en la guerra, la permanente amenaza de Corea del norte con nuevas figuras, en este caso femeninas, presionando por lucir poder.
El terremoto de Turquía devastador, convertido en ombligo del mundo occidental, fue también centro de informaciones, historias humanas dramáticas e inspiradoras. Apoyar a Turquía tiene su rédito político, sobre todo cuando Recep Tayib Erdogan en sus mediaciones ante el conflicto ruso en Ucrania, ha logrado el importante envío de granos al mundo.
Emmanuel Macron, lanzado como un león al escenario internacional, parece sentirse enjaulado en su propia casa por manifestaciones y paros contra su reforma de pensiones. Rishi Sunak, del Reino Unido, afianza su liderazgo y brinda calma a la Unión Europea. La Unión Europea y la OTAN junto con Estados Unidos tratan de limitar la influencia rusa más allá de las fronteras ucranianas en una apuesta arriesgada.
Venezuela comenzó el año hablando de elecciones, pareciera que no se viviera el drama de hambre y pobreza que protagonizan millones de venezolanos. Así como se instauró el “esto se arregló” con tremenda campaña de influencers, también el tema de las primarias, tras las acusaciones de bando y bando en la oposición, ha dejado claro que allí no se ha arreglado nada y que falta mucho por hacer. 20 años no es nada, dice el tango. ¿ustedes creen?
Y ahora que conocemos el capítulo de PDVSA Cripto una trama de corrupción mil millonaria que apunta a Tarek El Aissami y sus aliados, confirmamos que no hay límites para el ladronazgo en el país. Algo se mueve que no es visible a los ojos, vuela y va a toda velocidad, pero no es uno de esos héroes con capa colorida, es el reacomodo del poder bajo un nuevo nombre.
Los foros de la región latinoamericana lucen como apéndices del Foro de Sao Paulo, con países y políticos de izquierda acordando nuevas agendas de poder,
cuentan ahora con la guía de Lula Da Silva de Brasil y la ambigüedad de Manuel López Obrador de México . Ecuador, El Salvador, Honduras y Perú continúan demostrando su profunda fragilidad, mientras que Nicaragua se regodea en su striptease autoritario.Chile con Boric, sin querer perder, insiste en cambiar la constitución y con ella dar un nuevo giro a la sociedad. Latinoamérica toda es una muestra de la decadencia de la democracia y la decepción de sus ciudadanos.
Estados Unidos ha insistido en volver a los escenarios del mundo, como el líder, el gran convocante, el dueño de las soluciones, en algunos casos, su Presidente lo ha conseguido, aún a cuestas de su propia popularidad.
El ambiente electoral se siente en ambos bandos, republicanos se lanzan al ruedo, anticipados a las primarias, los demócratas esperan por Biden y dudan, otros guardan sus anhelos para una mejor fecha en el calendario.
Mientras tanto las subidas de las tasas de interés, afectan varios sectores de la economía estadounidense y golpean a los bancos más pequeños y la deuda que debe ser aprobada en el congreso va en cuenta regresiva sin lograr acuerdos y con todos jugando a la “papa caliente” hasta octubre.
Es un mundo convulso, en el que vivimos, pero es también el mundo en el que aspiramos a lograr nuestros sueños. A pesar del Fake News, seguimos creyendo en que la verdad es una bandera de la humanidad y que todo es posible. Restan nueve meses.