Por: Jean Maninat
Con un poco de imaginación -y bastante cariño- Caracas podría asemejarse a Los Ángeles y en las faldas del Ávila desplegar un letrero publicitario gigantesco formando la palabra HOLLYWOOD. (Aunque, seguramente, la estética oficial de gobierno y oposición lo habrían pintado con los colores patrios). Si de fábulas políticas se trata, si de guiones políticos delirantes hablamos, si de dinastías políticas artificiales discutimos, o de gobiernos ficticios y proyectos socialistas devastadores tratamos, la ciudad capital tiene todos los méritos, todos los galones, todo el know-how requerido para ser declarada “capital mundial del cine”.
Y, por tanto, sin sonrojo alguno se debería reclamar que la sede de los – cada día más infames- Premios Oscar se traslade a la “sucursal del cielo” y cada año se reciba -así sea virtualmente- a cientos de entusiastas directores, actores, productores, editores, directores de fotografía, de cortometraje y animación, de compositores, diseñadores de vestuario y maquilladores, coleados y wannabe de toda laya. Imaginen, el maravilloso mundo cinematográfico vaciando bodegones y llenando restaurantes nonatos, viajando a Los Roques, Margarita y Canaima, ¿qué más se podría pedir?
“Señoras y Señores, Ladies and Gents, desde el grandioso teatro Teresa Carreño, en Caracas, Venezuela, tenemos el agrado, gusto y placer de presentar la fabulosa gala de los Premios Oscar, en vivo y en directo, desde el lugar de los acontecimientos. Este es un año muy especial, tendremos películas magníficas que nos tocarán el corazón con su humanidad, nos harán reír con su humor, o emocionarnos con su trepidante acción, ya saben un golpe aquí una patada allá a favor de la igualdad y la inclusión…
Entre las nominadas tenemos a: Aquí, allá y en ningún lado, la historia de un político que quería estar en todas las movidas y terminó en ninguna; Los desmemoriados, la increíble historia de unos valientes líderes abstencionistas que pierden la memoria súbitamente y se presentan como candidatos a una venidera elección presidencial; Los amotinados, unos náufragos se hacen con un barco, destituyen y apresan al capitán y hunden la embarcación con pasaje y mercancías a bordo; Juana de Arco en Chacao, la conmovedora historia de una humilde luchadora con visiones de grandeza; El reino de otro mundo, unos confabulados le hacen creer a un joven escudero que es el rey de una comarca y luego lo abandonan a su suerte; El renacido, un iluminado que pregonaba la incineración del voto – y los votantes- regresa a su ciudad en España, convertido en un fiel creyente del sufragio, y lo último del universo Marvel, Súper Bigote vs El Tío Sam, dibujos animados antiimperialistas…
Pero, sí, ya me están tocando la fanfarria, y eso quiere decir que me calle cuanto antes (jajaja). Así que, qué mejor manera de comenzar la noche que con Lady Gaga, interpretando: Nosotros vivimos, bajo e´la matica…”