El hombre habla en una perfecta mezcla de conocimiento y pasión. Sabe de lo que habla. Y es un apasionado de la democracia y de la verdad, de la justicia. Tiene claro lo que está bien y lo que está mal. No habla por hablar. No es un simple asunto de llenar unos minutos frente a cámaras que muestran al mundo una sesión de la OEA. El hombre entiende la gravedad de los hechos. Y se moja, no sólo los pies, el cuerpo entero. Sus palabras resuenan en las mentes de los buenos y ponen en aprietos a los tibios. Gracias, @turcoabdala.
No sé dónde es el llegadero. O si es posible llegar a él. Cuando uno piensa que no pueden ser más salvajes, que no se superarán a sí mismos en el miserable asunto de violar leyes y preceptos, de pisotear la lógica, pues lo hacen. Cada día se llevan a alguien detenido. Cual si fuera una película de ciencia ficción, de un vehículo se bajan unos enmascarados y se chupan a alguien. Hombres, mujeres, niños, viejos. “¡Terroristas!”, dice el hombre de los tatuajes. No, no hay límites.
@EdmundoGU no se esconde. Está sí a buen resguardo. Sabe y entiende que necesitamos que no caiga. Ni decaiga.
El liderazgo tiene rostros. Esas caras, esas voces, esa determinación que se expresa con razones y no con violencia resume la de millones que quieren paz y libertad. A este perverso estado de cosas le plantamos cara. La democracia tiene una gramática, unas reglas, unas normas. Ellos escriben con errores y horrores sintácticos, ortográficos, de acentuación. El suyo es un texto horrendo, que mancha la historia, que viola a la patria.
Venezuela arde en sed de justicia. Y pidió agua. Con votos.
Cuesta entender cómo fue que llegamos a esto, en qué momento una gente con degeneraciones del alma se hace del poder para convertir a un país en un campo de esclavitud.
Washington, el uruguayo, advierte: “Cada muerto en Venezuela es el universo, cada torturado es una vergüenza para nosotros y para el mundo. Hay 30 millones de venezolanos gritando, ¿alguien los puede oír o están sentenciados a vivir en el infierno?”.
Resistiremos, sí, resistiremos. No nos rendiremos, no nos daremos por vencidos. Me viene a la mente una canción, de letra poderosa: «Los Buenos Somos Más«, de Art House, Alejandro Sanz, Adriana Lucia, Fonseca, Yotuel & Brika.
