Por: Jean Maninat
…nunca podemos dejarnos retroceder un milímetro por los zurdos porque aunque parezca que tienen razón, nunca la tienen.
Javier Milei (Convención de Vox en Madrid, Mayo, 2024)
Según fuentes especializadas, (I.C. McManus. 2009, o leftyfretz.com) el 12% de la población mundial es zurda. Y se sorprende uno cuando escarbando se entera que los Estados Unidos tiene una tasa de 13%, mientras China tan solo muestra un escuálido 3%, y Rusia un raquítico 6%. Sin embargo, los zurdos amenazan con reinar el mundo, si nos atenemos a las voces de alarma que hacen eco en las redes sociales.
El presidente argentino, Javier Milei, se ha convertido en lo que llama la prensa, pomposamente, un “adalid” de la lucha en contra de la conspiración de los zurdos, y ha gastado litros de litros de combustible y horas de vuelo oficiales en su cruzada alertando sobre su nociva influencia planetaria. Millares de zurdos, que simpatizan con sus posturas políticas, se preguntan extrañados a qué se debe su animadversión hacia una determinación que les impuso la naturaleza, y no el libre albedrío humano.
Pero, siguiendo las denuncias del presidente argentino, cabe preguntarse cómo harían los zurdos para ir progresivamente apoderándose del poder -en modo pisapacito, que llaman en la Pequeña Venecia- copando con su hiedra posicional los centros nerviosos del poder mundial y torciendo hacia su lateralidad preferida la firma de grandes decisiones, pactos globales, regionales y nacionales.
Tampoco es que sea un gran enigma, un producto de pases de manos mágicos, de habilidades para la prestidigitación. ¿Cómo podría ocultar el Comandante Galáctico que era un zurdo cualquiera cuando firmaba con la mano izquierda sus decretos para dinamitar la economía. O ese otro gobernante de renombre planetario, Barak Obama, cuando gracias a un plumazo zurdo suyo le hacía la vida más llevadera a los jerarcas comunistas cubanos con sus acuerdos, según acusan vehementes allá en la calle 8 de Miami Dade. La verdad está a la vista de todas y todos. ¡Zurdos, ambos zurdos, irremediablemente zurdos por naturaleza, a la hora de firmar con la mano izquierda!
¿Qué tienen en común Ronald Reagan y Marie Curie? ¿Franz Kafka y Diego Alberto Maradona? ¿Mahatma Gandhi y Billy the Kid? ¿Jimi Hendrix y Atahualpa Yupanqui? ¿Marilyn Monroe y la Reina Victoria de Inglaterra? ¿Babe Ruth y Simón Bolívar? ¿Harpo Marx y Winston Churchill? ¡Zurdos, todos zurdos, endemoniadamente zurdos! Parte de una conspiración universal de zurdos de nacimiento.
No sea incauto, esté atento a su alrededor, están en todos lados, puede que incluso entre sus más cercanos seres queridos. Observe, afine la mirada, fíjese bien cuando su mejor amigo firme la tarjeta de crédito, su tía más querida las esquelas de navidad, el abajo firmante su proclama colectiva para la historia, o usted mismo cuando recibe un envío en la puerta de su domicilio. Si firman con la mano izquierda, tenga la seguridad que son zurdos…
(N.B. Este artículo ha sido auspiciado por la ONG Zurdos sin fronteras, para celebrar el Día Internacional de la Zurdera que tuvo lugar el 13 de agosto pasado).