Cuando llegan al poder, todos los regímenes totalitarios, tienen la intención de desembarazarse de la clase media, por considerar que es un obstáculo a sus pretensiones hegemónicas de someter a toda la población a sus designios.
En la Unión Soviética no sólo acabaron con la nobleza sino que, de paso, con los campesinos, la burguesía, los mencheviques y buena parte de los primeros bolcheviques.
En la China de Mao la razia fue total: no se salvaron ni los que lo acompañaron en su gran marcha.
En Cuba, esa fue la primera acción de Fidel, lograr que la clase media cubana saliera del país con solo la ropa que llevaba encima.
En nuestro país, el método utilizado ha sido crear condiciones de vida insoportables, mediante una impunidad que no puede ser sino concertada de una criminalidad desbordada, una política económica orientada a destruir la capacidad productiva de la empresa privada, unas expropiaciones sin ton ni son, leyes y decretos para trabar la actividad económica de las empresas y -como colofón-, una escasez de todo género que no puede entenderse sino como una total incapacidad de gobernar, o peor aún, una obscura intencionalidad.
Sea cuales fueran las causas para generar una estampida colectiva, no lo han logrado sino parcialmente, ya que son muchos los venezolanos que siguen luchando por un mejor país en las condiciones más adversas imaginables.
Aunque lo sigan intentando, no lograrán destruir la Venezuela optimista y, como prueba de que somos muchos los que creemos en el futuro de nuestro país, Analítica y Penzini Analítica se han propuesto organizar el foro Venezuela Optimista ¡Un encuentro rarísimo!, el día 21 de julio en el Centro Cultural BOD a las 5:30 p.m., al cual los invitamos para sumar gotas de esperanzas por una mejor Venezuela.
