La mentira es como los diamantes – Carlos Raúl Hernández

Publicado en: El Universal

Por: Carlos Raúl Hernández

Ludwing Wittgenstein escribió algo que resumo así: el mundo de cada quien es de las dimensiones de lo que puede comunicar a través del lenguaje, lo que queda de relieve en ese psicoanálisis al revés que son los medios descentralizados-digitales por la profunda democratización comunicacional que comportan. La ira de Eco contra las redes, porque en ellas se expresan en “igualdad de condiciones” un burro y un sabio, le juega una mala mano a su profundo e insustituible pensamiento. Los haters, laboratorios, bots y “granjas” actuales (la guerrilla comunicacional, la creó aquí años atrás un hoy opositor) y fakenews, posverdad, deepfake, newspeak, et. al, pueden exasperar, pero encarnan la democratización y tecnificación mediática, ahora gracias a la I.A, dirigidos por cabecillas identificables.

No todos tienen acceso a la televisión, pero sí a Tik Tok o “X” para difundir mensajes. Comento a quienes les preocupan ataques en las redes, que más bien me afecta no recibirlos, porque demostraría que lo que digo es anodino y son promoción gratuita y masiva. En El lobo de Wall Street, Scorsese hace decir a Di Caprio “no hay nada que pueda llamarse mala publicidad. Solo existe publicidad”, una frase del comunicólogo norteamericano Vance Packard. Dalí escribió “no me importa que hablen mal o bien de mí; solo me interesa que hablen”. Comenté la semana pasada que un truco para lucir descubridor de nuevos mundos del conocimiento, es cambiar el nombre a las cosas, como ocurre con la familia fakes-posverdades, etc.

Tanto como retrocedamos en la historia, hallaremos las mismas bajas -y altas- pasiones humanas, reflejadas en la comunicación. Los enemigos de César utilizaron su pasión con Cleopatra para difundir que Roma corría peligro frente a Egipto y armaron la conspiración de más de sesenta senadores. Marco Antonio utilizó las exequias para desmontar hábilmente el fake y colocar a los asesinos contra la pared. Yago arrastró con fakes al acomplejado y débil Otelo a asesinar a Desdémona. En cierta ocasión un chofer del presidente Pérez, sin que este siquiera estuviera a bordo, golpeó levemente a un peatón y el El Nacional en titular a seis col. sugirió la responsabilidad de Pérez (apenas mencionaré el siniestro caso de “la partida secreta”).

Hugo Chávez enfrenta una contra campaña mediática en 1998, que lejos de perjudicarlo lo impulsa, instalando aquello que llamaron “el principio Guaire”. Fue así porque no se intimidó. Evgueni Tarle, en su monumental biografía de Bonaparte, relata la evolución de las noticias desde que se fuga de la isla de Elba en 1815, desembarca cerca de Cannes, e inicia la marcha al poder. Desde: “se escapó el monstruo” al inicio, hasta “regresa nuestro emperador” ya cerca de París. Durante la pandemia tuvimos la oportunidad de presenciar en vivo y directo la emisión de toda suerte de bobadas, mentiras y errores procedentes, no de parroquianos, sino de quienes se consideran pensadores de punta.

Recordemos esta colección de boberías difundida en varios momentos. EE. UU no llegó a la luna en 1969, y lo que vimos lo filmó Kubrick en estudio, como lo presenta la cinta Capricornio Uno (Hyams: 1978); y nada menos que James Bond en Los diamantes son eternos (Hamilton:1971), atraviesa caminando el set donde rodaban la farsa. La compañía Monsanto diseñó la semilla Terminator para arruinar a los agricultores. Pocos saben que los Terraplanistas reúnen periódicamente su convención: EE. UU (2017 y 2021), Sao Paulo (2019), Menorca (2025) para insistir en que el engaño masivo de Colón se mantiene. Como toda secta, descubre conspiraciones y enfrenta a su melliza competidora con odio mortal.

La rival se llama Asociación de la Tierra Plana, con 200.000 seguidores en Facebook, según los primeros un “parapeto de las corporaciones para desacreditarlos”. Durante los años 80, la izquierda denunció (Galeano, Marini, Quijano) que el FMI provocó la Crisis de la Deuda para someter a los países pobres, y la derecha, que Clinton utilizaba el FMI y el Banco Mundial para gobernar el mundo. No hubo aviones para derribar el World Trade Center sino misiles lanzados por la CIA, Bush y el Mossad para apropiarse del petróleo y ningún avión cayó en el Pentágono, sino otro misil. En Teoría de la conspiración (Donner:1997) Mel Gibson relata a Julia Roberts el proyecto HARP, instrumento para provocar un terremoto en China y asesinar al presidente.

El talento vernáculo descubrió que la TV de cable es un sistema de espionaje del imperio. Un burdo folleto aparecido en Rusia en 1903, Protocolos de los sabios de Sión, cuenta la trama judía para “apoderarse del mundo”, urdida en presencia del Demonio. La peste negra en Europa (siglo XIV), que diezmó dicen, la mitad de la población, provocada por los judíos que “envenenaron las aguas”. En Roma culpaban a los cristianos de demoníacas bacanales, promiscuidad sexual, en las que violaban y sacrificaban niños para después devorar su carne y sangre. Cuando fueron poder con Constantino, aplicaron la misma fórmula a las sectas disidentes.

En la edad media acusaron a herejes, judíos y brujas, de pactos con el Diablo, volar en escobas, jinetear cangrejos gigantes y orgías en el Sabbath. Ni Elvis ni Bin Laden están muertos, aunque si Paul McCartney a quien sustituye un doble. El centro de la tierra es hueco y vive allí una civilización que la NASA esconde y a Lady “D” la asesinó la Corona Británica. En Roswell, Nuevo México, aterrizaron los extraterrestres que construyeron todas las pirámides existentes y Shakespeare es un seudónimo de Bacon. Imposible resumir las viejas fake, pero hay que distinguir simples memeses de cosas graves.

El comando de Trump fabuló durante las elecciones de 2016, que Hillary y Bill Clinton regentaban una red de pederastia cuyo contacto era la pizzería Ping Pong de Washington y un par de sujetos dispararon contra “ese antro”. En este octubre el gobierno de Europa estuvo a punto de aprobar un instrumento, la ley Chat Control de la Unión Europea, que lo autorizaba para revisar las cuentas de los ciudadanos en las redes sin ningún protocolo, atrocidad que se detuvo por decisión de Alemania. También sancionaron hace unos años a Google y Facebook y sus ansias de control ralentizan el desarrollo de la I.A.

Aprobaron la lucha “contra la desinformación y contrainformación” para bloquear el debate de las graves consecuencias traídas por la llamada Agenda 2030. Por ejemplo, las leyes francesa y sueca consideran “edad de consentimiento” de relaciones sexuales entre adolescentes y adultos, quince años, y Alemania e Italia 14 años. Al mismo tiempo hay una persecución europea contra el CEO de Telegram, Pavel Durov, cuyo delito es haber creado Telegram, tan segura que rusos y ucranianos en guerra la usaban para dar instrucciones a sus ejércitos.

 

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