Más allá del impecable profesionalismo de Roberto Deniz y el equipo de Armando.Info, que seguramente le valdrá muchos premios y reconocimientos, el documental “A Dangerous Assignment” no debe ser visto como una de tantas películas escabrosas en una plataforma cualquiera. Tiene que llegarnos a lo más profundo de nuestra fibra humana. Lo de estos tipejos nunca ha sido un “gobierno”, ni siquiera en el más amplio sentido de la palabra. Este “coso” es el imperio de todo lo sucio y perverso. Hacer montañas de dinero a partir de la explotación del sufrimiento y el hambre no es sólo un delito gravísimo, es un monumental pecado.
Puede ser que nos cueste entender cómo llegamos a esto. Que sigamos sin hallar las claves para entender el porqué de este estado de pudrición. A los decentes nos cuesta comprender cómo seres humanos pueden caer tan bajo. Pero la historia de la humanidad nos recuerda que el peor enemigo del ser humano es el ser humano.
El 28 de julio hay elecciones. Que las encuestas digan que esto está ganado y que de veras nos creamos que es así, juega en contra nuestro. Hay que votar, hay que cuidar cada centro y cada voto, hay que entender que no se trata de gustos personales. Se trata de liberarnos del yugo de este feudalismo que mata gente, que ha generado 8.9 millones de desterrados, que ha convertido a Venezuela en casas muertas.
Roberto Deniz y su equipo no son tan sólo unos periodistas que hacen un buen trabajo de investigación. Son limpiadores de las manchas en nuestra bandera. Pero ellos, solos no pueden. Hacen falta millones de manos.