Por: Alicia Freilich
En solo un año simularon las votaciones presidencial, parlamentaria y de gobernadores, ahora serán las municipales.
Para esta ocasión convocan a un ensayo final cuyo telón de fondo es la imagen de El Helicoide ,su símbolo de la revolución triunfadora.
Se repite el circo actuado durante un cuarto de siglo. Algunos bufones de esta farsa tienen suplentes vestidos para la circunstancia.
El equipo de reparto tiene como director al histrión básico en completo uniforme castrense repleto de trisoleadas medallas , en franela gruesa un malabarista de garrotes con gorra de capitán ,un rollizo analfabeta funcional en batola interrumpe sin pausa gritando los libretos que le dictan, un miembro de la cámara empresarial en smoking, un calvo en bata médica y puño siempre levantado , dos mujeres desfilan sin tregua sobre el escenario para lucir sus trajes a la moda de marcas finas. Saltando por breves minutos aparece una banda trajeada que zapatea a la usanza española y de sus enormes bolsillos caen fajas de billetes. Todos enmascarados brincan al son de una grabada marcha militar.
El público ha cambiado radicalmente. Ahora son escuálidos los presentes que ríen y aplauden a juro la pantomima porque son espiados, amenazados y/o sobornados. La masa de receptores internacionales que observa digitalmente el espectáculo es de proporciones gigantescas y quizás como nunca antes, ya , sin ambages, lo percibe en blanco y negro de luto y lo califica de payasada trágica con peligrosos ejemplos y efectos para el país donde se escenifica , la región y todo el hemisferio.
Para su montaje – el cuarto episodio que los invalida de raíz ´- escogieron el próximo 27 de julio porque hace exactamente un año, 28J, el 70% de los venezolanos internos eligieron a su legítimo presidente Edmundo González Urrutia y los farsantes actores pretenden borrar esa elección de transparente validez , sagradamente democrática.
Pero esta vez el show continúa solo por un rato cada día más corto pues el proceso de transición sigue su marcha firme. Los reflectores que iluminan el escenario tienen mayor voltaje, su luz potente derrite caretas, disfraces y balas. Los narcopayasos quedan completamente desnudos.
Les toca decidir si permanecen tiesos en esa condición esperando drones y misiles aliados sobre la tarima fragmentada ya casi rota o se marchan a tiempo para el sálvese quien quiera o pueda.
Históricamente el voto limpio de las mayorías democráticas raras veces retrocede y se toma el tiempo que sea necesario para instalarse con seguridad Lo certifican Berlín 1989, Chile 1990, Suráfrica 1994 precedidos por lapsos de tenaz resistencia clandestina o visible.
A propósito de Polonia 1990, conviene tener presente siempre la lección que dejó Lech Walesa, héroe ejemplar del triunfador sindicato Solidaridad.
El 27J del 2025 será el autorretrato nítido que acelera la liberación venezolana.





