Maestra vida camará, te da y te quita, te quita y te da, cantó Rubén Blades para recordar lo efímero de los hechos que dan sustancia a la vida. Mire que uno se pregunta si quienes gobiernan a Venezuela desde hace 17 años -a fuerza de enroque tras enroque, de gobernación a ministerio, de candidato a gobernador fallido a procónsul malherido, de altivo capataz de la AN a escurridizo legislador de base- habrán alguna vez escuchado salsa, o por despiste echado un pie, o digamos tarareado un son montuno, o quizás replicado sobre el volante del carro un quiebre de quinto, o se habrán arrancado del alma el arpón de un bolero molesto triste y bonchón. Mis panas y panas, sospechan que no, que se les fue la juventud escuchando a la Nueva Trova Cubana, …de tu querida presencia comandante Che Guevara, o, como alguno de ellos, pernoctando a hurtadillas con el rock and roll de la adolescencia para que el galáctico no lo pillara mascando chicle y gritando yeah yeah.
Todo tiene su final, nada dura para siempre vaticinó Héctor Lavoe para refrendar un reclamo de la existencia. La nomenclatura, cualquiera sea su especie, se piensa eterna; fascistas y comunistas anclaron sus proyectos en una marca sin fecha de caducidad, suponiendo que el viento eterno de la historia los favorecería por siempre. Los iluminados gobernantes latinoamericanos de hoy sacuden las Constituciones para perpetuarse en el poder a nombre del “proyecto”, por encima de cualquier recato democrático y de moral ciudadana. La Pachamama, c’est moi, repiten los otrora alternativos – con ínfulas de emperadores absolutistas andinos- en el afán personalista y familiar de seguir en el poder mientras el pueblo aguante. La avanzada kirchnerista se asfixió a sí misma, perdió la lozanía y terminó su labor “sola fané y descangayada” según el relato que nos hizo a priori el filósofo griego Discépolo. El PT brasileño, luego de ser el ganador imbatible por años del concurso Un partido para un sueño, y acertar con los programas de transferencias condicionadas para sacar a millones de ciudadanos de la pobreza, hoy transita un sertao agreste y ayuno de afecto popular, gracias a su perseverancia en meter la mano en el erario público para perpetuarse en el poder. ¡Qué fallo!
No me llores, no me llores más…tu sabes que ese disco está rayado ya de oírlo tengo canas todo es mentira clamaron Harlow y Miranda en homenaje al gran Arsenio Rodríguez. El chavismo sin Chávez resultó un fiasco, un desaguadero del apoyo popular que alguna vez ostentó el líder galáctico. Creyeron que tendrían la franquicia rodando para siempre, que el pueblo era su pueblo, su propiedad y que bastaba con remedar gestos y desplantes para asegurarse su afecto. Ahora los jerarcas son todo lagrimitas, la culpa es del pueblo traidor -se consuelan- que se dejó engatusar por la derecha; el pueblo malagradecido que no merece los apartamentos que no le han dado. Inventarán poderes populares, designarán magistrados a toda carrera y de nada les servirá, salvo para seguir ahondando el desafecto popular. Si continúan negados a escuchar el mensaje del 6D, el Poder Popular y los magistrados express también les darán la espalda. Está cantado. Maestra vida camará, te da y te quita, te quita y te da.
(El nazareno me dijo que cuidará mis amigos, aseguró Maelo. Así que regresamos el 15 de enero. Gracias por la lectura. ¡Feliz unidad y un mejor año nuevo!).
Un comentario
En la vorágine del discurso agresivo, encontrar un oasis de cordura, un análisis sensato, referencias afables sobre nuestra historia, son grageas de felicidad que se toman contra la enfermedad del autoritarismo y el abuso de las falsas mayorías.
Gracias por las letras.