Publicado en Noticiero Digital
Cuando la llamada sociedad civil irrumpe nuevamente en la política, a llenar el vacío dejado por la MUD y los partidos, una serie de temas surgen a la discusión; la unidad es uno de ellos.
Pero la unidad no significa uniformidad y la oposición no debe unirse simplemente por un “principio” abstracto, o peor aun, para satisfacer los gustos, la incomprensión o la ignorancia de lo que sin duda es muy importante, pero no deja de ser una entelequia, la llamada “comunidad internacional”.
De lo que se trata, contrariamente a lo que nos impulsan algunos, es lograr la unidad a partir de una muy amplia discusión, donde se hagan patentes la riqueza y variedad de las posiciones en juego. No puede ser de otra forma, pues en cuanto a los partidos políticos, en la oposición tenemos toda la gama imaginable, desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda, con todos los matices, pasando por socialistas, liberales, conservadores, demócrata cristianos, socialdemócratas, tecnócratas, y a cada momento vemos surgir nuevos partidos o variantes de partidos liberales o social demócratas. Por lo tanto, no se trata de que sea una idea, un líder, un programa, sino de que son muchas ideas, muchos líderes, muchos programas que al final confluyan en un solo mensaje, común, de cambio, de nueva sociedad y futuro, que le llegue a las mayorías del país.
No cabe duda que hemos llegado al punto en que el evidente deterioro de la dictadura y el desastre económico y social en el que está sumido el país, la única forma de solventarlo es unir esfuerzos para detener y revertir su curso. Y allí entran partidos y ciudadanos, lo que llamamos “sociedad civil”, que es ese sector de la sociedad venezolana, más cercano a lo que podemos llamar el fenómeno de la globalización mundial. En él vivimos los atisbos del nuevo modelo de relaciones sociales: conectados en red, pero seguimos profundamente individualistas o centrados en el individualismo. Individualismo en red.
Pero la sociedad civil, el ciudadano, es ya un actor que no podemos seguir dejando de lado o descartando. Realmente estamos en presencia de un fenómeno que tenemos que incorporar en nuestros análisis políticos para manejarlo adecuadamente.
En próximos artículos, mientras se decide si vuelven a cambiar la fecha del simulacro electoral, en búsqueda de participantes, nos proponemos desarrollar algunos temas relacionados con la sociedad civil.
Politólogo
@Ismael_Perez