Yo celebro que @luisvicenteleon haya salido de su silencio y nos obsequie en este domingo sus reflexiones sobre los escenarios posibles. Casi pareció aquello de “Y don Rafael habló”.
Creo que se equivoca en ciertos puntos cruciales, o deliberadamente los pasa por alto. Obvia que se ha producido un cambio monumental en el electorado, en la población y en los millones de venezolanos en el exterior.
Para decirlo en criollo, la gente, las personas, el pueblo ha hecho algo extremadamente poderoso: le ha sacado la alfombra al poder y, posteriormente, cuando el régimen decidió robarse la elección, ese
pueblo le sacó la lengua al dictador.
Con sus más y sus menos, la mayor parte de los países de la región tienen democracia. Que un vecino de cuadra, de continente o de planeta sea una dictadura pone en riesgo los propios pellejos de los presidentes democráticos, y más cuando el dictador ha decidido emprender una
campaña de represión a ojos vista.
Por supuesto que habrá una negociación, ya la hay. No será fácil ni cómoda. Pero el liderazgo entiende que si se rinde, el pueblo le pasará por encima, y por ello está a la altura de los desafíos inmensos. Por cierto, Venezuela y su bienestar
nada tiene que ver con personalismos o pretensiones de lucimientos convenientes. Tiene que ver con la fortaleza de un pueblo que se niega a la esclavitud.
El pueblo habló, en clara y nítida voz. No es momento de cojines y almohadas. Tampoco de mohines. Es tiempo de tener la frente en alto.