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El diario oficialista Vea lo destaca muy en grande en su primera página: “A 7.421,67 sube el salario mínimo”. Esto según la orden del presidente Nicolás Maduro el 1 de Mayo. La revolución ha incrementado este concepto en 29 oportunidades, subraya el diario, asumiéndolo como un gran logro. El Nacional lo ve distinto: “Hoy entra en vigencia el incremento del 10% del Salario Mínimo decretado por el gobierno el 1 de Mayo. Equivale a 674,69 más al mes y 22,48 por día, lo que no cubre la compra, por ejemplo, de un café pequeño o un pan canilla o un Toronto o un bolibomba. Jubilados del Seguro Social se quejan de que no les alcanza para ir al supermercado o para ir a una farmacia”. La Verdad, en Maracaibo: “El aumento no alcanza ni para 3 panes”. Y el problema del pan se complica porque El Impulso, en Barquisimeto, nos dice: “Comenzó el racionamiento del pan en Barquisimeto”. No alcanza para comprar el pan, pero tampoco hay pan.
Recordarán el calculo de Oscar Meza: la Canasta Básica en la actualidad, para una familia de 5 miembros, supone 5,7 salarios mínimos. Es decir, se necesita que trabajen todos los miembros de la familia, y aún así se quedan cortos.
Mientras el pueblo está pasando este tipo de penurias ¿de qué se ocupa el señor Presidente de la República? Gran titular en el diario oficialista Últimas Noticias: “Uribe mandó a matar a Robert Serra”. Esto es, como diría Héctor Lavoe, leer un periódico de ayer, calichoso, sin vigencia ni importancia. Dice Maduro: “Hay elementos convincentes que lo involucran con el sicariato”. ¿Cuál era la intención de Uribe? “El objetivo del asesinato era sacar del juego a un gran líder juvenil”, revela el presidente exagerando el tono dramático.
Ante esto queda poco por decir. Sólo constatar con rabia, indignación y mucha preocupación, que la brújula se perdió, que se perdió el norte, que pareciera que el señor presidente ya no está en el país ni en ningún otro espacio de la realidad.
Pero quien en efecto no está en el país es la señora Luisa Ortega Díaz. Ella está en Ginebra tratando de defender al gobierno en una situación complicada. Ayer ya leíamos cómo la habían regañado: ella mandó a callar a un abogado de los que la interpelaban, y el presidente de la comisión de ONU le dijo: “Aquí no se manda a callar a nadie. Aquí se habla con respeto”. Claro, la señora Ortega Díaz está acostumbrada a esa actitud prepotente que tienen todos los altos personeros del régimen; son prepotentes para todo, se consideran intocables, superiores.
Y la señora Fiscal sigue en apuros allá en Ginebra. El Nacional hoy en su gran titular: “Naciones Unidas preguntó por prohibición de salida a los directivos de medios en el segundo día del examen ante el Comité de Derechos Humanos en Ginebra. Luisa Ortega Díaz había garantizado que respondería todas las preguntas, algunas inclusive por escrito, pero guardó silencio sobre la demanda contra los accionistas de El Nacional, La Patilla y Tal Cual. Y el presidente del Comité, Fabian Salvioli, le volvió a exigir que se comportase con respeto. El comisionado británico Nigen Rodley se refirió a las expresiones utilizadas por Diosdado Cabello en su programa Con el Mazo Dando que transmite VTV.” Y este abogado británico repara en algo que es de sentido común, dice él: “Con el mazo dando, no es un nombre que ase corresponda con un cargo de ese nivel y en el cual suele atacar a las personas que acuden a hacer denuncias en los organismos internacionales.”
Claro, un programa que se llame “Con el mazo dando”, a lo menos que está llamando es la sensatez, a la serena y profunda discusión de ideas; ahí lo que se está llamando es a caerle a mandarriazos a la gente. La violencia no se disimula ni se oculta; se exhibe sin pudor, con desfachatez y descaro.
Luego continua la reseña: Yuval Shanny se adhirió al señalamiento de su colega: “Nos preocupa el lenguaje de las autoridades. Quiero que me hablen de la retórica tan recia que hay en algunos funcionarios, en particular del presidente de la Asamblea Nacional. ¿Podría ser causa de algunas agresiones?”. Ningún miembro de la delegación respondió a estas dudas.
La Fiscal General afirmó que López y Ceballos tienen acceso a médicos de su confianza. Falso de toda falsedad, señora Ortega, si ni siquiera las esposas los pueden ver.
Y aquí se destaca una cita curiosa: “El sistema para la compra de papel periódico fue penetrado por la corrupción privada. Entonces se les suspendió el otorgamiento de divisas a los periódicos, dijo Willian Castillo, Presidente de Conatel.” Los disparates tampoco tienen límites.
Y del señor Castillo, que también está allá en Ginebra, igual se ocupa el portal TalCual: “Castillo, a nombre de Conatel, afirma que no hay censura, pero bloquea 2,7 sitios web al día”.
Con defensores así el régimen no necesita enemigos.