Scarface I y II

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“The world is yours”, “El mundo es tuyo”.  Ese era el lema que sirvió para dos desclasados, dos marginales de la sociedad que intentaron alzarse y en algún momento lo lograron.  Lo lograron a punta de balas, a punta de crímenes. El primero de ellos, se llamó Tony  Camonte. El segundo, fue su remedo  cincuenta y un años después,  y se llamó Tony Montana.

  Vayamos por el primero.  En 1931, el excéntrico millonario Howard Hughes está tratando de consolidarse en el mundo del cine y formando su propio imperio. A él le viene la idea de hacer una película del mundo de los gangsters  y en Chicago.  Convoca a un destacadísimo director: Howard Hawks.  Busca entre los escritores a Seton I. Miller, John Lee Mahin, W.R. Burnett y a Ben Hecht. Teniendo a  Al Capone  vivo, y a quien en vida se llamaba, nada menos que, “Scarface”, “Caracortada”, el señor Hughes tiene el atrevimiento de hacer esa película, «Scarface».

  No es propiamente Al Capone, pero miren como se le parece.  Esta es la primera gran película de gangsters y es la película que impone todo un estilo. No deja de ser casualidad,  que pasó a ser el gran referente para todas las películas de gangsters que vinieron después.  Desde la emblemática Masacre el día de San Valentín, en adelante.

  Tony Camonte fue interpretado por Paul Muni, figuraron de manera importantísima George Raft -quien luego, en la vida real también estuvo muy vinculado con gangsters-  y Boris Karloff.

  El Scarface que fue publicado en 1932 tuvo dificultades en su mercadeo, pero impuso, como les decíamos, todo un estilo.

poster atwork

  Cincuenta y un años después, Brian De Palma decide seguir los pasos de Howard Hawks, el director y el productor Howard Hughes y hace su propia versión de “Scarface”. En este caso, el desclasado es un cubano que llega por Mariel y en esta oportunidad, el que hace de “caracortada”, “scarface”,  es  Al Pacino, logrando una de las interpretaciones más emblemáticas de su carrera. No olvidemos que en este año de 1983, ya Al Pacino viene de ser el gangster por excelencia de los tiempos modernos, luego de haber interpretado a Michael Corleone en las dos primeras películas de El Padrino.

  La trama es la misma. A punta de extorsión, de balas, de crimen, de chantaje, así como años antes lo hizo Tony Camonte,  ahora lo trata de hacer el cubano Tony Montana. En aquella oportunidad era la prohibición, en esta oportunidad es el narcotráfico.

  Si bien el Scarface original fue un clásico, esta versión no desmereció y logró imponerse por su propia cuenta y asumir una personalidad muy particular. En esta  película acompañan a Al Pacino:  Steven Bauer, Michelle Pfeiffer, Mary Elizabeth Mastrantonio, Robert Loggia y F. Murray Abraham.

  De manera pues, que aquí tenemos cerrado un gran ciclo de películas de gangsters, y de alguna manera,  con actores que allá o acá, van tocando otros grandes clásicos del género: El Padrino, Los Intocables. Pero el marco fundamental: la Scarface de la dupla Howard Hughes y Howard Hawks de 1932 y la Scarface de Brian De Palma de 1983.

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2 comentarios

  1. Buen artículo. Sin embargo me parece que Oliver Stone merece crédito, al igual que De Palma en 'Scarface' del 83. Stone fue muy influyente a la hora de la personificación de Tony Montana, considerando que mientras escribía el guión estaba luchando contra una adicción de cocaína.

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