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La semana pasada hablamos de “Scarface”, «Caracortada». La versión del año 1931 hecha por Howard Hawks con la producción de Howard Hughes. Y luego, la versión de 1983, hecha por Brian De Palma. Hablábamos de cómo estaba allí marcada la génesis de ese estilo tan popular, no solo para el cine americano, sino también para el Europeo y el cine Asiático, la película de gangsters.
Después de haber hecho “Scarface”, a Brian De Palma le tocaría enfrentar, unos cuantos años después, lo que sería para muchos, una de las grandes películas de gangsters, “Los Intocables”. Inspirada en la batalla real entre, il capo dei tutti capi Alphonse Capone, Al Capone y Eliot Ness. Esta película para los amantes de las películas de gangsters, es una de las grandes, porque no sólo reúne muchos elementos importantes, aquí está Robert de Niro.
Robert De Niro venía de hacer al joven Vito Corleone, en la segunda parte de “El Padrino”, con Francis Ford Coppola. Luego, con Martin Scorsese, haría “Goodfellas”, que para muchos es también, otra de las grandes películas de gangsters. Queda establecido entonces, que Robert De Niro, quizás, por encima de Al Pacino, es el gánster de los tiempos modernos. A él también se le debe la mofa de los gangsters, con esas dos películas, sobretodo, la primera, realmente desternillante e hilarante, como lo fue “Analyze This”, donde el gangster que es Robert De Niro, tiene un trauma, un bloqueo espantoso, de repente, no puede hacer el mal y tiene que buscar a un analista, y es cuando aparece Billy Crystal y logramos allí, una de las parejas más graciosas de la que se tenga memoria. De forma pues, que Robert De Niro, da para la comedia del gangster y para el gangster en serio.
Pero en “Los Intocables” de Brian de Palma, a De Niro le toca representar, nada menos que, al propio Al Capone. La película comienza con él, con una toma cenital sensacional, donde él está en una barbería diciendo que es inocente a todo lo que puede ocurrir en estos tiempos de la prohibición, él no es enemigo de nadie, al barbero se le va la mano, le corta un poco y brota algo de sangre en la mejilla de Capone, el plano y el contraplano, a los ojos de pavor del barbero, ya lo dicen todo al comienzo de la película.
Esta película se filma con base a un guión de David Mamet, uno de los grandes dramaturgos norteamericanos de las últimas décadas, y a su vez también, un director muy interesante. Entre los mejores guiones de Mamet está, por supuesto, el de “Los Intocables”.
Elliot Ness, que en vida real era un obeso, era el típico funcionario burócrata, para la película se convierte en el esbelto Kevin Costner, que estaba en ese entonces en su momento de esplendor. Allí ellos hacen el enfrentamiento, Capone y Eliot Ness. Robert De Niro en aquella escena memorable, cuando dice: “ hay que trabajar en equipo porque no acepta la traición”, y todo esto, mientras recorre una mesa redonda a lo Rey Arturo, con un bate en la mano, y al traidor le cae a batazo limpio, para luego, De Palma, volver a la toma cenital con la sangre desparramándose sobre los alimentos.
Este trío de actores se complementa con Sean Connery, quien logró en esta película, el único Oscar que ha obtenido, cuando hace el papel del sargento escocés Jim Malone, quien es el policía de punto, el policía que anda a pie en la calle, y es el que termina enseñándole a Eliot Ness como enfrentar a Al Capone. Este personaje creo que así no existió en la vida real, pero es el que realmente, valga la redundancia, le termina de dar vida a la película. Para remate entra aquí a jugar el cubano Andy García, en lo que sería aquí su primera película con gangsters, él después, terminaría en la tercera de la saga de “El Padrino”.
Para completar ese magnífico cuadro actoral, el guión de David Mamet, la dirección de Brain De Palma, tenemos, por si fuera poco, la extraordinaria banda sonora de Ennio Morricone.
Si hablamos de películas de gangsters, hay que incluir, evidentemente, junto a “Goodfellas”, las dos “Scarface”, las tres de “El Padrino” y nunca puede quedar por fuera “Los Intocables”, de Brian De Palma.