Publicado en: La Gran Aldea
Greta Gerwig logra lo que buscaba, mostrar una historia vigente que hace que quien la vea, si ya conoce lo que viene, lo revisite con cariño; y si no conoce lo que viene, lo disfrute con sorpresa. Y por eso ahora creo que sí es tiempo de que me lea el libro que mi mamá me regaló. “Little Women” se convierte en una adaptación especial. Tan especial que ni siquiera he tenido que hablar de las actuaciones de Laura Dern y Meryl Streep, las cuales, por supuesto, también estuvieron fenomenales.
Empiezo por decir que, a pesar de que mi mamá me dio su copia de la novela hace años y de que la adaptación de 1994 con Winona Ryder es querida por muchos, antes de ver “Little Women” este año, no había leído el libro ni visto alguna adaptación. Por ello mi opinión sobre esta película viene al desnudo, con poca exposición a la historia o conocimiento de la trama.
Greta Gerwig escribió el libreto de “Little Women” antes de dirigir “Lady Bird” (2017). Se concentró en su debut de dirección, el cual tuvo mucho éxito y cuya remuneración le permitió hacer “Little Women” de la forma que quería, con los actores que quería, la banda sonora que quería, los artistas que quería, entre otros. Incluso, fue en el set de “Lady Bird” que Saoirse Ronan se le acercó a Gerwig a decirle que sabía que estaba trabajando en un libreto de “Little Women”, y que ella debía interpretar el rol de Jo.
No es noticia que “Little Women” ha dado mucho de qué hablar desde 1868, con adaptaciones en teatro, ópera, series de televisión y al menos tres famosas versiones para cine, siendo ésta la cuarta. Es fácil, entonces, preguntarse qué tiene de distinta esta versión y dudar si vale la pena ir al cine a verla. La respuesta es que sí, vale muchísimo la pena ir al cine a ver “Little Women”, tanto para quienes nunca han estado expuestos a la historia como para quiénes la quieren revisitar. Gerwig tomó varias decisiones ejecutivas en cuanto a la forma de plasmar lo que cuenta “Little Women” con algunos cambios, no en la base pero sí en la forma, que revitalizaron la historia y le agregaron valor a la película.
Gerwig cambió el orden en el cual se presentan los hechos, para que la audiencia viera la autoría y la adultez como temas centrales de la película, sin quitar los momentos que brillan en la novela. La mayoría de las adaptaciones, y ésta no es la excepción, se centran en dos novelas de Alcott, “Little Women” (1868) y “Little Men” (1871), que cuentan la historia de las hermanas March desde su adolescencia hasta su adultez. En esta adaptación, Gerwig tiene dos líneas de tiempo, la línea de “Little Women” cuando las hermanas todavía viven en su casa con su madre y su padre está en la Guerra Civil, y la línea de “Little Men” cuando las hermanas han crecido; Jo (Ronan) está en Nueva York, Amy (Florence Pugh) en París, Meg (Emma Watson) ya está casada y tiene hijos, y Beth (Eliza Scanlen) sigue viviendo con su madre.
Para Gerwig era también importante resaltar como centro de la película el dinero y la escritura. Para esto, Gerwig sacó líneas importantes de la novela que abarcan estos temas, como cuando el dueño del periódico al que Jo intenta vender sus historias, Mr. Dashwood, dice que la gente no lee para que le prediquen sino para que le entretengan. Además, Gerwig utilizó frases de cartas escritas por la propia Alcott donde ella resaltaba estos temas. En una de las misivas, Alcott dice: “El dinero es el fin y el objetivo de mi existencia mercenaria”. En un podcast reciente, Gerwig incluso admite que resaltó en la mezcla final, el sonido que hacen los billetes que le entrega Mr. Dashwood a Jo cuando le vende su primer escrito, ya que esa transacción es crucial para la historia.
Gerwig también se inspiró en el ensayo A Room of One’s Own (1929), donde la escritora inglesa Virginia Woolf responde a la pregunta por qué no hay grandes escritoras mujeres, diciendo que “para escribir necesitas dinero y una habitación propia”. Gerwig parafrasea el ensayo y dice que “la pregunta debe ser ¿por qué las mujeres siempre han sido pobres? La poesía depende de la libertad intelectual y la libertad intelectual depende de las cosas materiales”. Sin poder adquisitivo las mujeres no tienen espacio para crear, y este es un tema central en “Little Women” y es algo que conocía muy bien Louisa May Alcott, quien escribió para sobrevivir desde que tenía 15 años y se enseñó a sí misma a escribir con la mano izquierda porque su mano derecha se le acalambraba y sangraba por tanto escribir. Por eso “Little Women” es en gran parte sobre la intersección del arte y el comercio, y cuánto poder económico tienen realmente las mujeres. Y si bien la historia se ambienta a mediados del siglo XIX, éste sigue siendo un tema vigente hoy en día cuando en Estados Unidos las mujeres todavía ganan menos que los hombres, por lo menos 18 centavos menos por cada dólar.
Con todo esto en mente, Gerwig hace “Little Women” con mucho cariño y cuidado, lo que se evidencia en varios detalles. Primero con el vestuario, donde podemos apreciar que los cortes del traje de Laurie (Timothée Chamelet) son de 1840 porque Gerwig y la galardonada diseñadora Jacqueline Durran (“Pride and Prejudice”, 2005; “Anna Karenina”, 2012) decidieron que como la ropa de Laurie era elegida por su abuelo Mr. Laurence (Chris Cooper), la ropa debería ser de décadas antes a 1860, ya que el abuelo no estaría comprando cortes modernos. Otro detalle se aprecia en la camarografía. Gerwig grabó las escenas estando clara de lo que quería mostrar: Intimidad en la adolescencia y lejanía en la adultez. El cinematógrafo Yorick Le Saux era como la quinta hermana en las escenas de adolescencia, teniendo que seguir una coreografía con los actores para que todo funcionara. En las escenas de adultez la cámara estaba prácticamente sellada y centrada, con mucho menos movimiento. Otra decisión brillante hecha por Gerwig y su equipo, fue la de mover la famosa escena de baile entre Laurie y Jo al exterior de la fiesta donde se conocieron, marcando el comienzo de su relación. Para grabar esta escena, los actores bailaron con música de David Bowie, que Desplat luego suplantó con su propia composición.
Mucho de lo que vemos en pantalla se debe también a la química orgánica que existía entre todo el elenco. Gerwig, quien comenzó su carrera siendo actriz, entendía que era importante que los actores se sintieran cómodos consigo mismos y con los demás. Por esto la grabación de casi 50 días estuvo precedida por dos semanas de ensayos, donde Gerwig les pedía a los actores que se aprendieran poemas y canciones y las presentaran a sus compañeros. Lo que quería era justamente que el sentimiento de pena y quizás incluso vergüenza por su propio cuerpo o performance por el que pasan todos los actores fuera superado, antes de empezar a grabar.
Con estos detalles, “Little Women” se convierte en una adaptación especial. Tan especial que ni siquiera he tenido que hablar de las actuaciones de Laura Dern y Meryl Streep, las cuales, por supuesto, también estuvieron fenomenales. Gerwig logra lo que buscaba, mostrar una historia vigente que hace que quien la vea, si ya conoce lo que viene, lo revisite con cariño, y si no conoce lo que viene, lo disfrute con sorpresa. Y por eso ahora creo que sí es tiempo de que me lea el libro que mi mamá me regaló.
Conoce las 13 películas que estoy analizando, y acompáñame en la ruta por la conquista de un Oscar.
A continuación los posibles triunfos en los Premios Oscar (* probabilidad de ganar, ** probabilidad alta de ganar):
Mejor Película: Amy Pascal, p.g.a, Denise Di Novi, Robin Swicord
Mejor Actriz: Saoirse Ronan
Mejor Actriz de Reparto: Florence Pugh
Mejor Guión Adaptado: Greta Gerwig **
Mejor Banda Sonora: Alexandré Desplat
Mejor Diseño de Vestuario: Jacqueline Durran *
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