Chabuca Granda nació en un hogar pudiente. En un país con muy poco mestizaje donde la presencia indígena es fuerte. Los blancos a estos mestizos les llaman Cholos y todavía se siente muy fuerte la discriminación racial.
Chabuca Granda era una mujer blanca, hermosa, de ojos claros y esto -para muchos- la hacía una consentida pero Chabuca Granda quizó hacer una música de profunda arraigambre popular. Fue una rebelde. Ella fue criada en un Colegio de monjas muy exclusivo en el Barrio de San Isidro en Lima y tuvo la osadía de divorciarse muy joven, cosa que era muy cerrada, era algo prohibitivo, muy mal visto en la cerrada sociedad limeña de su tiempo.
Además, musicalmente, según lo que han establecido sus críticos e historiadores, Chabuca rompió con el patrón del Vals limeño para darle otras cadencias que venían muy inspiradas en la música negra del Perú a la cual se dedicó ya avanzada su carrera, lo cual fue otro detalle de rebeldía importante.
Al fondo estamos escuchando una de sus más hermosas piezas «Quizás un día así» con la argentina Lidia Barroso.
Escuchemos ahora esta preciosura, una canción muy provocadora y dura para aquella sociedad que comentábamos. Cardo o Ceniza en la voz de la portuguesa Dulce Pontes…
