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Cuando se escriba la historia de los últimos días del régimen (no sé cuántos restan para el fin definitivo, pero sin duda son los que estamos viviendo), se le dará un lugar muy especial a la jornada de ayer domingo 23 de octubre en la Asamblea Nacional. Ayer la Asamblea asumió plenamente, con todas las consecuencias del caso, una responsabilidad impostergable e indelegable: denunciar la ruptura del hilo constitucional por parte del gobierno de Nicolás Maduro. El golpe de estado perpetrado por el propio gobierno. Se emitió un comunicado con varios considerandos, en el que se llega a nueve acuerdos. Destaco cuatro de ellos:
- Declarar la ruptura del orden constitucional y la existencia de un golpe de estado cometido por el régimen de Nicolás Maduro en contra de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el pueblo de Venezuela.
- Solicitar a la comunidad internacional la activación de mecanismos que garanticen los derechos del pueblo, en especial su derecho a la democracia.
- Iniciar el proceso para determinar la situación constitucional de la Presidencia de la República y convocar a una sesión especial de la Asamblea Nacional para el próximo martes 25 de octubre, para evaluar y decidir sobre la materia.
8.Exigir a la Fuerza Armada Nacional no obedecer ni ejecutar ningún acto o decisión que sean contrarios a los principios constitucionales o menoscaben derechos fundamentales del pueblo de Venezuela, emanados del Poder Ejecutivo, Judicial, Ciudadano y Electoral.
Nótese que no se le está pidiendo a la Fuerza Armada nada en particular, como que actué, por ejemplo, a favor o en contra de alguna tendencia. Solo le exige -y el verbo en este caso es importante subrayarlo, porque no sugiere o solicita un favor, exige-, que la Fuerza Armada sencillamente obedezca la constitución y no vaya contra ninguna decisión absurda que menoscabe derechos fundamentales por parte de los poderes en manos del chavismo: Ejecutivo, Judicial, Ciudadano y Electoral.
Cuando se escriba la historia, esto será lo que quedará de la sesión de ayer. Lo demás será anécdota. No todos los discursos fueron brillantes. Algunos resultaron prescindibles, otros simplemente penosos. Pero, sin duda, lo que hoy masivamente reseñan los medios es la irrupción salvaje de los grupos violentos afectos al chavismo que pretendieron acabar con la sesión. Algunos tenían radios con los que se comunicaban entre sí, otros iban evidentemente armados, y todos, sin excepción, obedecían órdenes fundamentalmente de Jorge Rodríguez. Me llamó la atención que no había banderas del Psuv sino un par del Movimiento Gay, de las que llevan todos los colores del arco iris. ¿Por qué usaron esas banderas para abrirse paso? Vaya usted a saber. Lo cierto es que irrumpieron primero en los jardines del palacio y luego llegaron hasta el hemiciclo.
Danny Leguízamo, en Konzapata, nos da una elocuente descripción de lo ocurrido:
“… Luego de un penoso forcejeo con el personal de seguridad de la Asamblea Nacional, lograron su segundo objetivo (el primero fue entrar al Palacio) tomar el hemiciclo de sesiones. Se dividieron en dos grupos. El primero subió al palco de prensa, arrastraron a una dama por el suelo, fue vejada y golpeada. Despojaron, como ellos acostumbran, a varios periodistas de sus objetos personales, relojes, teléfonos celulares, credenciales y tabletas. (En otras palabras, aparte de violentos, no son más que unos vulgares ladrones, delincuentes de la peor calaña).
“El otro grupo tan exaltado y violento como el primero pretendía subir hasta la mesa de junta directiva. Por fortuna y debido a la intervención de los diputados de la MUD aquello no ocurrió. A este nivel del vergonzoso y deplorable episodio ya Jorge Rodríguez había ingresado al lugar presuntamente para poner orden. Y así se logró calmar la situación. Algunos de los pacíficos militantes del chavismo, que no son capaces ni de matar una mosca, se fueron, jurando por sus madres a todo aquel sospechoso de ser opositor, que le esperaban afuera para propinarle una democrática y revolucionaria golpiza (…) Muy cerca en la Plaza Bolívar se escuchaban fuegos artificiales. Ningún diputado chavista sintió pena por lo sucedido minutos antes. Eso hubiera sido mucho pedir a quienes se decidieron enarbolar sin tapujos la bandera de la barbarie. Por el contrario, se fueron cantando consignas muy sonrientes. Salieron a celebrar junto a lo que ellos denominan pueblo, vaya usted a saber qué clase de logro”.
La contradicción está en que en la Asamblea Nacional es donde reside la voluntad del pueblo, expresada democráticamente en urnas electorales. Si usted inventa que allí va a llegar otro pueblo pues éste no es tal. Se está trampeando la realidad. De manera que las notas que leo en Últimas Noticias y El Correo del Orinoco son falsas. En éste: “El pueblo tomó el hemiciclo”. No, unos vándalos, unos malandros tomaron el hemiciclo. “El pueblo se metió pa’l Palacio”, dice Últimas Noticias, con Jorge Rodríguez arengando –o calmando, según versiones- desde el capó de un automóvil a los exaltados.
Que se haya reanudado la sesión, que se haya llegado al acuerdo final es el fracaso de esta acción violenta. En el chavismo hubiesen deseado que no se pudiera llegar a nada, pero se llegó. En El Pitzao.com: “Henry Ramos Allup y Tomás Guanipa afirmaron que el Alcalde de Libertador fue el responsable de todo esto. Esos grupos violentos son pagados por la Alcaldía de Caracas, las actitudes violentas debemos evitarlas como se hizo hoy permaneciendo en el hemiciclo, este es un gobierno villano y forajido, dijo Ramos Allup”.
Y como la situación es plantarse ya en firme y no retroceder sino avanzar, Henrique Capriles afirmó, nada menos, que no descarta que la marcha del próximo miércoles se dirija a Miraflores”.
¿Cuántos días restan para el fin? Insisto, no lo sé. Pero estos son los días.